Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
Hace unos días recorría las redes de Telegram y Whatsapp de Podemos un mensaje de un compañero del que no voy a desvelar su identidad, en él se aportaban sólidas razones del fracaso acaecido el 26-J por parte de Podemos, de creer que se iban a tomar los cielos por asalto y a dar el sorpasso al PSOE a perder más de un millón de votos tras el recuento electoral.
Entre otras cosas este compañero dice: "Podemos entra en el juego político por necesidad para cambiar las cosas desde dentro. Recoge la indignación y el inconformismo de la calle frente a la situación precaria a la que nos somete el gobierno". "¿Sí Podemos recoge la disconformidad de la gente, por qué apelamos a la unidad y a la agrupación de pensamientos sobre una única dirección marcada desde la cúpula y órganos de Podemos? ¿Creéis que realmente debemos hacer gala del corporativismo al igual que un partido tradicional?". "Llevo escuchando siempre lo mismo desde la organización de podemos... 'No es momento por el tiempo político. Estamos inmersos en elecciones. Las bases que tengan paciencia'. ¿No se parece esto demasiado a las promesas que no nos creemos de otros partidos?" "Algunos pedimos y exigimos validaciones de círculos, que somos las bases, necesarios para hacernos fuertes... Al fin y al cabo nosotros somos Podemos... Los que trabajan el voto y estamos en la pomada todos los días... Y cuando exigimos, nos llaman antiPodemos, que queremos romper el partido y otras lindezas. El sentido y la identidad de Podemos se está perdiendo desde las bases y esto tiene repercusión en los resultados. Pero seguiremos teniendo paciencia, esperando promesas, pidiendo potestad y permiso en las líneas de trabajo, y que no se salgan de lo marcado por la dirección..." "Mientras en Podemos no se admitan diferencias de opiniones, reivindicaciones que son nuestro derecho y además se vapulee y se sacrifique a las personas por ello... Mal, mal vamos. Bienvenido al corporativismo y a un nuevo partido tradicional más. Ahora como de costumbre a recibir toca... Por decir lo que quizás mucha gente de Podemos piensa y no dice por miedo o por no salir en la foto.
Hace unos días recorría las redes de Telegram y Whatsapp de Podemos un mensaje de un compañero del que no voy a desvelar su identidad, en él se aportaban sólidas razones del fracaso acaecido el 26-J por parte de Podemos, de creer que se iban a tomar los cielos por asalto y a dar el sorpasso al PSOE a perder más de un millón de votos tras el recuento electoral.
Entre otras cosas este compañero dice: "Podemos entra en el juego político por necesidad para cambiar las cosas desde dentro. Recoge la indignación y el inconformismo de la calle frente a la situación precaria a la que nos somete el gobierno". "¿Sí Podemos recoge la disconformidad de la gente, por qué apelamos a la unidad y a la agrupación de pensamientos sobre una única dirección marcada desde la cúpula y órganos de Podemos? ¿Creéis que realmente debemos hacer gala del corporativismo al igual que un partido tradicional?". "Llevo escuchando siempre lo mismo desde la organización de podemos... 'No es momento por el tiempo político. Estamos inmersos en elecciones. Las bases que tengan paciencia'. ¿No se parece esto demasiado a las promesas que no nos creemos de otros partidos?" "Algunos pedimos y exigimos validaciones de círculos, que somos las bases, necesarios para hacernos fuertes... Al fin y al cabo nosotros somos Podemos... Los que trabajan el voto y estamos en la pomada todos los días... Y cuando exigimos, nos llaman antiPodemos, que queremos romper el partido y otras lindezas. El sentido y la identidad de Podemos se está perdiendo desde las bases y esto tiene repercusión en los resultados. Pero seguiremos teniendo paciencia, esperando promesas, pidiendo potestad y permiso en las líneas de trabajo, y que no se salgan de lo marcado por la dirección..." "Mientras en Podemos no se admitan diferencias de opiniones, reivindicaciones que son nuestro derecho y además se vapulee y se sacrifique a las personas por ello... Mal, mal vamos. Bienvenido al corporativismo y a un nuevo partido tradicional más. Ahora como de costumbre a recibir toca... Por decir lo que quizás mucha gente de Podemos piensa y no dice por miedo o por no salir en la foto.
Lo que debe ser no puede venir del no-ser
Por mi parte decir que estoy totalmente de acuerdo con lo que se manifiesta en el texto del compañero. Como certeramente indicara Aristóteles, hablando también de metodología, lo que debe ser no puede venir del no-ser, pues del no-ser no puede obtenerse nada. Es obvio, pues aquellos -me refiero a una mayoría de personas que conforman los Consejos Ciudadanos y de Coordinación tanto a nivel autonómico como local- que en su día a día no demuestran una metodología participativa y democrática es que no la tienen y los aplazamientos que piden para desplegarla un simple engaño de trileros. Las metodologías son a priori y no a posteriori. Además, la ciudadanía no necesita representantes, pues se sabe representar sola; lo que necesita son personas mandatadas en las instituciones que sepan trasladar a las mismas lo que el pueblo desea. Para ello nada mejor que consultar periódicamente al pueblo, cosa que por cierto Podemos prometió y que las nuevas tecnologías posibilitan.
Y ya que hablamos de metodología comentar a todas las personas que lean este artículo que sería muy importante ir localizando textos que de forma clara, sencilla y precisa expongan la metodología y valores que representamos. Sería positivo elaborar, por ejemplo, un decálogo que resumiera todo aquello que estamos expresando quienes a los métodos corporativistas y burocráticos en Podemos nos oponemos.
Hacer esto es muy conveniente para que sirva de guía. Actualmente Podemos carece de esta herramienta metodológica, es por ello que todas sus estructuras languidecen y la gente muestra apatía hacia las ideas de Podemos, pues lo que ve en la práctica las contradice. No hemos logrado conformar espacios cooperativos, más bien lo contrario, espacios competitivos de lucha despiadada por el poder. Más allá del conocido como "quítate tu para ponerme yo" no hay propuestas, ni metodologías de comportamientos, usos y costumbres políticas diferentes a lo ya conocido.
Como se podría decir parafraseando a Einstein, si Podemos quiere lograr cosas diferentes a los partidos políticos clásicos y tradicionales no puede hacer lo mismo que ellos. Y en lo organizativo es lo que hace, incluso peor que ellos, pues la democracia interna brilla por su ausencia.
Pensar en cómo resolvemos los desacuerdos
Otra tarea relacionada con la metodológica apuntada en los párrafos anteriores es pensar en cómo resolvemos los desacuerdos entre compañeros/as de Podemos, esa es una habilidad en la que tenemos que especializarnos. Al menos para poder hablar de qué cuestiones, temas o comportamientos nos han molestado o nos incomodan de otras personas o sensibilidades y viceversa. Este es nuestro gran reto dentro de Podemos. Si nuestra metodología es buena hemos de ser capaces de que otros la adopten como propia y podamos convivir y colaborar todos con normalidad. De no ser así no conseguiremos otra cosa que seguir alentando luchas internas que no desbrozarán el camino a la democracia, sino que solo sustituirán un grupo identitario de poder por otro.
Por ello hemos de intentar hablar todas las cosas, sin evitar temas tabú y sin mirar para otro lado ante un problema; así como ver que comportamientos de otros compañeros o sensibilidades nos molestan y abordarlos mutuamente, con ellos y ellos con nosotros, para tener la posibilidad de cambiar. Socrates decía que el mal se produce por la ignorancia del bien. Nuestra labor ha de ser no dejar a las personas en la ignorancia, para ello hemos de ayudarlas a que conozcan el bien que no es otra cosa que una técnica, una metodología inclusiva y empática de relación.
Y como ejemplo y por abordar en este artículo una práctica concreta que nos puede ayudar a ese empoderamiento de la ciudadanía, de los círculos y de los/as inscritos/as a Podemos indicar y sugerir a quienes lean estas líneas que podríamos hacer un taller online por Telegram o Whatsapp para localizar los cuellos de botella que limitan el pleno funcionamiento de los círculos de Podemos en la zona. Para ello nada mejor que el método socrático conocido como Mayéutica, esto es, el arte de hacer preguntas para conseguir el desarrollo de un proyecto colectivo.
La primera pregunta podría ser la enunciada más arriba: ¿Cuales son los cuellos de botella que frenan el pleno desarrollo de los círculos de nuestra zona?
Otras preguntas podrían ser las siguientes:
¿Son los círculos espacios amables de relación?
¿Se acepta con normalidad la diversidad de criterios y pensamientos?
¿Existe plena confianza con todas las personas que forman parte del círculo?
¿Se contacta y se tienen en cuenta las opiniones de todos los inscritos/as?
¿Cuantas reuniones se celebran en las que participen todos los inscritos/as?
¿Que porcentaje de personas del total de los inscritos/as participan en las reuniones?
¿Que medidas concretas y temporalizadas en el tiempo se han adoptado para conocer las razones y motivar a participar a los inscritos/as que no participan en las reuniones?
¿Existe empatía entre todas las personas del círculo?
¿Se dan comportamientos soberbios y prepotentes en el círculo?
¿Alguien tiene ínfulas que le llevan a adoptar roles paternalistas y de tutela para con los demás?
¿Alguien se comporta de forma patrimonialista como si la organización o el círculo fuera suyo por ocupar algún cargo en su Consejo Ciudadano?
¿Se dan en el círculo relaciones simétricas o imperan las piramidales y de autoridad?
¿Se debate entre las diferentes sensibilidades, de participar en el círculo, sosegadamente o a cara de perro y con crispación?
Se me ocurren muchas más preguntas, pero las expuestas pueden servir como ejemplo para llevar a cabo este taller online por Telegram o Whatsapp para localizar los cuellos de botella que limitan el pleno funcionamiento de los círculos de Podemos en la zona.
¿Qué os parece la idea? Es una sugerencia que dejo a vuestro mejor criterio.
Nota: Por cierto, este taller online también lo podéis trasladar a otros grupos de Whatsapp o Telegram de Podemos para que se animen a participar en el mismo.
Otra tarea relacionada con la metodológica apuntada en los párrafos anteriores es pensar en cómo resolvemos los desacuerdos entre compañeros/as de Podemos, esa es una habilidad en la que tenemos que especializarnos. Al menos para poder hablar de qué cuestiones, temas o comportamientos nos han molestado o nos incomodan de otras personas o sensibilidades y viceversa. Este es nuestro gran reto dentro de Podemos. Si nuestra metodología es buena hemos de ser capaces de que otros la adopten como propia y podamos convivir y colaborar todos con normalidad. De no ser así no conseguiremos otra cosa que seguir alentando luchas internas que no desbrozarán el camino a la democracia, sino que solo sustituirán un grupo identitario de poder por otro.
Por ello hemos de intentar hablar todas las cosas, sin evitar temas tabú y sin mirar para otro lado ante un problema; así como ver que comportamientos de otros compañeros o sensibilidades nos molestan y abordarlos mutuamente, con ellos y ellos con nosotros, para tener la posibilidad de cambiar. Socrates decía que el mal se produce por la ignorancia del bien. Nuestra labor ha de ser no dejar a las personas en la ignorancia, para ello hemos de ayudarlas a que conozcan el bien que no es otra cosa que una técnica, una metodología inclusiva y empática de relación.
Y como ejemplo y por abordar en este artículo una práctica concreta que nos puede ayudar a ese empoderamiento de la ciudadanía, de los círculos y de los/as inscritos/as a Podemos indicar y sugerir a quienes lean estas líneas que podríamos hacer un taller online por Telegram o Whatsapp para localizar los cuellos de botella que limitan el pleno funcionamiento de los círculos de Podemos en la zona. Para ello nada mejor que el método socrático conocido como Mayéutica, esto es, el arte de hacer preguntas para conseguir el desarrollo de un proyecto colectivo.
La primera pregunta podría ser la enunciada más arriba: ¿Cuales son los cuellos de botella que frenan el pleno desarrollo de los círculos de nuestra zona?
Otras preguntas podrían ser las siguientes:
¿Son los círculos espacios amables de relación?
¿Se acepta con normalidad la diversidad de criterios y pensamientos?
¿Existe plena confianza con todas las personas que forman parte del círculo?
¿Se contacta y se tienen en cuenta las opiniones de todos los inscritos/as?
¿Cuantas reuniones se celebran en las que participen todos los inscritos/as?
¿Que porcentaje de personas del total de los inscritos/as participan en las reuniones?
¿Que medidas concretas y temporalizadas en el tiempo se han adoptado para conocer las razones y motivar a participar a los inscritos/as que no participan en las reuniones?
¿Existe empatía entre todas las personas del círculo?
¿Se dan comportamientos soberbios y prepotentes en el círculo?
¿Alguien tiene ínfulas que le llevan a adoptar roles paternalistas y de tutela para con los demás?
¿Alguien se comporta de forma patrimonialista como si la organización o el círculo fuera suyo por ocupar algún cargo en su Consejo Ciudadano?
¿Se dan en el círculo relaciones simétricas o imperan las piramidales y de autoridad?
¿Se debate entre las diferentes sensibilidades, de participar en el círculo, sosegadamente o a cara de perro y con crispación?
Se me ocurren muchas más preguntas, pero las expuestas pueden servir como ejemplo para llevar a cabo este taller online por Telegram o Whatsapp para localizar los cuellos de botella que limitan el pleno funcionamiento de los círculos de Podemos en la zona.
¿Qué os parece la idea? Es una sugerencia que dejo a vuestro mejor criterio.
Nota: Por cierto, este taller online también lo podéis trasladar a otros grupos de Whatsapp o Telegram de Podemos para que se animen a participar en el mismo.
A ver si conseguimos que Podemos se ponga a hacer lo que debe que es empoderar a la ciudadanía creando herramientas eficaces para ello. De no ser así seguiremos como hasta ahora, empoderando aparatos del partido que llevarán a los militantes a una eterna lucha del "quítate tu para ponerme yo" haciendo de los cargos políticos e institucionales una carga, pues en vez de ser mandatados y recaderos de la voluntad popular se autorepresentarán, obligando esto a la ciudadanía a quedarse sin su dimensión política pues la usurparán quienes dicen representarnos.
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