El último artículo que Inés Sabanés publica en su bitácora, titulado "Convergencia y reconstrucción de las izquierdas", me ha llevado a reflexionar sobre algunos conceptos poco entendidos que las personas y entidades progresistas, huérfanas de un referente político unitario nacional, venimos realizando desde un tiempo a esta parte.
Todos estamos de acuerdo, como plantea certeramente Inés Sabanés, en la necesidad de transitar del actual modelo de partidos con lógica electoral y representativa a un modelo de movimientos; así como que saber a dónde nos dirigimos y cómo, es más importante que apuntalar viejas estructuras. De hecho, la mayoría de las personas y entidades progresistas huérfanas de un referente político unitario nacional no deseamos, de ninguna de las maneras, apuntalar viejas estructuras; es más, las sometemos a una crítica implacable e incesante.
Por ello, y como dice Inés Sabanés, entendemos que los partidos, organizaciones sociales, sindicales o colectivos que se reclaman transformadores, anticapitalistas, de izquierdas o ecologistas tendrán que aprender a convivir y a compartir –desde identidades diversas- propuestas, causas y estrategias.
Lo que no entiendo de su argumentación es, tras decir esto en lo que coincidimos, ese rechazo a las teorizaciones sobre frentes, alianzas o unidades que marcan las urgencias y dinámicas electorales; Es obvio que hay que trabajar intensamente por superar un modelo partidario e institucional profundamente debilitado, pero esto puede hacerse sin eludir las urgencias, las dinámicas electorales y sin posponer los debates para un futuro lejano. El abordaje de estas realidades y el propio debate sobre ellas ha de ser permanente.
Un ejemplo de este buen hacer para afrontar ese convivir y compartir –desde identidades diversas- propuestas, causas y estrategias; al tiempo que se abordan, sin eludirlas, las urgencias y dinámicas electorales; sin olvidar trabajar intensamente por superar un modelo partidario e institucional profundamente debilitado, nos lo muestra el modelo organizativo que representan ICV-EUiA.
En una reciente entrevista de Orencio Osuna, Jordi Guillot (ICV) lanzaba cuatro frases que definen la esencia de ese modelo organizativo que conjuga, sin eludirlas, las realidades a corto, medio y largo plazo. Modelo organizativo que, como digo, representan ICV-EUiA. Son las siguientes:
"Después de 25 años de fracturas, de divisiones, de errores de la izquierda, el único futuro posible y viable es con todo esto, y abriéndolo mucho, ir agregando, ir sumando y crear una especie de gran confederación, donde existan territorios, partidos corrientes, gente y que todo esto permita ir evolucionando hasta conseguir un espacio político nuevo, federalista, de izquierdas y ecologista".
"A las próximas elecciones generales podemos ir de muchas maneras. Puede ir Equo, puede ir IU ... Y habría una tercera apuesta –por la que yo me inclino más aunque es mucho más difícil aún-, que es que, con lo que ya existe, pero sobre todo abriéndolo muchísimo, crear un nuevo polo electoral de izquierdas".
"Pero aquí la pregunta es si seremos capaces en poder urdir algo que invierta la situación, que marque otra lógica, aunque no sea al cien por cien. Que seamos capaces de agrupar todo lo que se mueve. Yo creo que sí, creo que lo importante electoralmente es la capacidad de empezar a reinventar y reorganizar a la izquierda. Es una fantasía imaginarse una izquierda política en España sin contar con los sujetos que hoy en día están presentes".
"La única manera de poder superar esta dialéctica es que haya posibilidades de llegar a algún tipo de entendimiento. Es crear una ola que permitiera a los partidos sentirse cómodos sin renegar a sus principios".
Frente a este modelo se encuentra, bajo mi punto de vista, el que representa Izquierda Unida y EQUO.
1.- Ni IU ha deseado llevar a cabo su necesaria y urgente refundación: La Guía para la Refundación de la Izquierda aprobada en el Consejo Político Federal de IU por 54 votos a favor, 0 en contra, 2 abstenciones es papel mojado, igual que las palabras y el mensaje que contenía: "El proceso de Convergencia política y social es, sin duda, la clave de la refundación que estamos afrontando. El proceso de Convergencia será siempre un espacio abierto al pluralismo y a la diversidad de realidades de la izquierda política y social alternativa y transformadora, fuente de riqueza y fuerza del movimiento mundial por otro mundo posible. El proceso de Convergencia deberá convivir con contradicciones y deberá resolver éstas buscando compromisos y acuerdos temporales que deberán ser dinámicos y revisarse tan pronto lo demande el propio proceso".
2.- Ni EQUO ha sido capaz -a nivel estatal- de llevar a cabo la cooperación política más allá de sus fronteras organizativas; parece que hemos olvidado las certeras palabras de Mario Ortega: "La cooperación política, en los tiempos que corren, es un mecanismo, primero de supervivencia y segundo adaptativo. La izquierda, con toda su diversidad y complejidad se enfrenta al reto de la reconstrucción ideológica en un clima hostil. Los poderes fácticos son los dueños y señores de los marcos de debate, generar nuevos espacios en las que las palabras solidaridad y justicia cobren el significado deseado es una tarea que no puede afrontarse desde la competición entre formas puras, cada una de las cuales cree que dispone del tarro de las esencias. Cooperar significa no utilizar la debilidad física del otro, sea grande o pequeño, significa establecer mecanismos de afluencia e influencia para detectar los nodos comunes a partir de los cuales puede construirse una red ideológica lo suficientemente tramada y resistente para confrontarla al bipartidismo".
Por todo ello el 20-N confrontaremos, desgraciadamente, divididos al bipartidismo.
Ante ello y como afirma Tomas R. Villasante, profesor de la Universidad Complutense de Madrid: "Habría que recoger la imagen que en algún momento Jorge Riechmann planteó de construir formaciones políticas tipo “arrecifes de coral”, es decir, tipo ecosistemas de carácter social donde nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios".
Un buen conjunto de reflexiones muy convenientes en estos tiempos de divisiones, tropelías y falsedades.
ResponderEliminarCon tu permiso, comparto la entrada en mi blog.
S y R ,-)
por averías en el ordenador, se me borran los comentarios al enviarlos, Javier, no creas que no te sigo, estamos donde siempre, y con los temas de siempre, pero el lío es tan grande que la solución no se vé, y sobre todo si cada vez se va atomizando más la fuerza electoral. Para invertir el proceso, se inició la iniciativa 15% y después la Convergencia... pero somos pocos los creyentes y como dice Helios, la cuestión es "quienes", quién más comparte con claridad estas posiciones. saludos.
ResponderEliminarHola amigos Líster y Innopolís, así es amigos, hay que unir, hay que lanzar mensajes unitarios aunque ahora parezcan no ser escuchados; esta es la única forma de salir de la ciénaga en la que nos encontramos. Recibid un muy fuerte abrazote amigos.
ResponderEliminarSoos pocos y encima algunos se empeñan en dividirnos mas .Entre eso y la ley electoral asi nos va.
ResponderEliminarInes Sabanes se ha ido de IU por su afan de protagonismo, al parecer entendia que el cargo que ostentaba era de por vida.Ole la democracia interna en los partidos! En cuanto a Equo, de verdad no es posible defender el ecologismo dentro de IU?
Como digo , a los que somos de izquierda asi nos va
Espartacus, IU se ha quedado muy limitada en su pretensión de representar a toda la izquierda; hay que ir a un modelo más amplio y menos encorsetado. La gente no se va de IU por afán de protagonismo, sino por no representar la coalición los objetivos con los que se fundó. Parece que IU solo ha servido para ser una escuela de formación de neoliberales para el PSOE. La mayoría de los cuadros del PSOE, los más rancios y de derechas, han salido de IU. Una pena. Ahora de lo que se trata es de conformar otro modelo diferente y no partitocrático. Recibe un abrazote amigo Espartacus.
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