Sigo pensando que la estrategia de la Plataforma Ciudadana PCRN con respecto a la instalación de la refinería debería haber sido integradora y haber incluido a aquellos que querían decidir sobre la refinería. Haber trabajado por extender la democracia participativa, eso, para mi, es más importante que el resultado concreto y temporal sobre la refinería; que es algo que siempre se puede cambiar y que depende de fases de ineludible necesidad por las que debemos de pasar pero que pasan; más bien las hacemos pasar, también ineludiblemente.
Había que haber trabajado por ganarse a la ciudadanía, por el derecho de esta a decidir lo que desea que sea su futuro. Que en un momento determinado de la historia se equivocan en la toma de una decisión, pues no pasa nada, se rectifica en el siguiente. Yo lo que no soporto son los tutelajes de verdad absoluta que además no son capaces de convencer con argumentos en los espacios destinados para ello, esto es, en las elecciones.
Se me dirá que la PCRN es un movimiento social y no político; pues de esta experiencia vivida ha de extraer la conclusión que no se puede andar por el mundo sin referente político, sin articular una alternativa política. Aunque yo creo que las gentes de la PCRN sabían en las elecciones a quienes tenían que votar y así lo hicieron. La cuestión está en que esas opciones no arrancaron un triunfo electoral de la ciudadanía, es más, sufrieron una derrota sin paliativos.
Si planteo que mi alternativa es una refinería segura y no contaminante, en la cual lo importante es que participen los ciudadanos y los propios trabajadores de la misma; no lo planteo por que sea una utopía, esto puede ser una realidad objetiva en el momento en que los ciudadanos y sus representantes directos no otorguen el poder a otros. En el momento en que se autoconstituyan como autodeterminados y autoconscientes, y analicen las circunstancias desde otra perspectiva más innovadora que el subjetivismo sentimentaloide, me atrevo a sugerir algo así como el objetivismo dialéctico.
Lo de colocar el tema de la refinería segura y no contaminante al lado de la participación en una empresa de Gallardo lo hago con todo conocimiento de causa y para que se relacionen los temas. Pues a nadie le es ajeno lo difícil que es profundizar en democracia participativa en el ámbito laboral; este es un ámbito en el que la democracia queda en la puerta de acceso a la empresa. No por ello hay que renunciar al objetivo, igual que no hay que renunciar al objetivo, por parte del ser humano, de ser capaz de construir refinerías o centrales nucleares seguras y no contaminantes. Lo importante es el reto; igual que para Eva o para Prometeo lo importante era, con su desobediencia, situarse en un plano de igual a igual, en un plano de simetría con sus respectivos dioses.
Muchos de los artículos que escribo, por no decir todos, se hacen con el ánimo de generar discusión, debate y reflexión. Lo importante para mi es que la gente piense, que la gente se cuestione cosas, incluso sus propias estrategias; lo importante es adoptar diferentes puntos de vista, ver las cosas con perspectiva, sin apasionamiento, desde la lógica y la racionalidad. Y, sobre todo fomentar que los demás se acostumbren a tomar decisiones. Un viejo dialéctico decía que la emancipación de la clase obrera debe de ser obra de ella misma o no será. Por eso, para mi es tan importante enseñar a la ciudadanía a tomar sus propias decisiones, a no pensar, nosotros, por ellos. Nuestro papel es sugerir, acompañar sin vanguardizar.
Decía, en un artículo mio anterior, que de lo que se dio cuenta Marx era de que el desarrollo incesante de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas exige, a cada paso que estas avanzan, a cada espira que estas superan, un mayor nivel de conciencia en el ser humano, una mayor determinación y autoconciencia para determinarnos, una mayor disposición y autoexigencia para superar la irracionalidad individualista e insolidaria, para autodeterminar lo que queremos ser, para decidir que va a ser nuestro ser-allende-del-ser.
Este descubrimiento es ciencia pura, y este descubrimiento nos da una seguridad pasmosa en el futuro; ahora sabemos que pasamos por fases, como decía anteriormente, de ineludible necesidad; fases que obligan a elevar, si o si, nuestro grado de conciencia. Sirva como ejemplo la actual, no está permitiendo el anuncio de la instalación de la refinería la generación de un movimiento ciudadano que madura, a cada día que pasa, incluso gracias a debates como este que, de otra forma, no se hubieran dado. Estas fases no dejan inalterado a nadie, todo evoluciona, todo cambia, todo avanza hacia su maduración; la cual nos traerá una nueva fase de desarrollo social. Fase que partirá desde un estadio superior que tendrá también que superar. Otro ejemplo válido sería el de las nuevas tecnologías. Estas nuevas tecnologías, que incesantemente se abren paso entre nosotros y que constantemente quedan desfasadas y superadas por otras más novedosas, nos obligan a forzarnos por aprender su funcionamiento y eso es maravilloso; esto nos hace valorar el aprendizaje, que este sea, para un elevado número de nosotros, una idea fuerza que potenciamos en nuestros hijos; ello genera hábito, disciplina y un mayor grado de conciencia de las cosas. Grado de conciencia que utilizaremos para poder determinar mejor nuestras contingencias, esto es, nuestro mundo; así como a los representantes sociales y políticos, o a los gestores empresariales del mismo.
A donde quiero llegar, pues a lo del cambio de estrategia que planteo a la PCRN. Hasta ahora, y a los hechos me remito, no se ha sido más que plañidera de una impotencia. Se me puede decir que se ha trabajado mucho, que se han recorrido muchos kilómetros, que se han realizado muchas acciones informativas, muchas manifestaciones, muchas pegadas de carteles, etc; pero insisto, y a los hechos me remito de nuevo, en la ciudadanía no ha cuajado el mensaje.
Ahora se dirá que el poder es muy poderoso y tiene a muchos apesebrados, etc. Para mi este tipo de justificación recurrente y menospreciadora de la ciudadanía no me vale. Hay que reconocer que la ciudadanía tiene un discurso y unos intereses diferentes a los de la PCRN, más coincidentes con los que muestra el PSOE. Mira si es inteligente la ciudadanía que, aunque coincidan procesos electorales, sabe que es lo que debe votar en cada uno de ellos. Los resultados de las municipales no han sido idénticos a las autonómicas; igual que los resultados de estas autonómicas no han sido iguales a los de anteriores autonómicas. O no nos hemos dado cuenta que los resultados del PSOE, por ejemplo, en Plasencia, Cáceres, Badajoz y otras grandes ciudades extremeñas han sido muy inferiores a los cosechados por la candidatura de Guillermo Fernández Vara.
Lo que queda por hacer es lo más difícil e importante, es sacar consecuencias de las acciones llevadas a cabo y de los resultados obtenidos. Se puede seguir siendo ciego a la evidencia y estancarse en la inmadurez permanente, o se puede aprender de los errores y transformarse en una herramienta útil a la ciudadanía, posibilitadora de crecimientos de conciencia a través de la participación constructiva; participación en la que alentemos a pensar en libertad, a tomar decisiones, a disentir de nosotros mismos y a actuar en consecuencia; sea ello a favor o en contra de la refinería, a favor o en contra de la energía nuclear, a favor o en contra de lo que se quiera estar a favor o en contra. Posibilitemos que la gente que esté en nuestro entorno diga lo que sienta sin ser descalificada por ello. Posibilitemos, como nos recomendaría Adler, que todo pueda ser así pero también todo lo contrario.
Y sobre todo, no nos enrabietemos por tener que pasar por fases por las que hemos de pasar. Estudiemos más a que se deben, cuales son sus fundamentos. Como decía Leucipo de Mileto "todo ocurre necesariamente y por alguna razón".
Había que haber trabajado por ganarse a la ciudadanía, por el derecho de esta a decidir lo que desea que sea su futuro. Que en un momento determinado de la historia se equivocan en la toma de una decisión, pues no pasa nada, se rectifica en el siguiente. Yo lo que no soporto son los tutelajes de verdad absoluta que además no son capaces de convencer con argumentos en los espacios destinados para ello, esto es, en las elecciones.
Se me dirá que la PCRN es un movimiento social y no político; pues de esta experiencia vivida ha de extraer la conclusión que no se puede andar por el mundo sin referente político, sin articular una alternativa política. Aunque yo creo que las gentes de la PCRN sabían en las elecciones a quienes tenían que votar y así lo hicieron. La cuestión está en que esas opciones no arrancaron un triunfo electoral de la ciudadanía, es más, sufrieron una derrota sin paliativos.
Si planteo que mi alternativa es una refinería segura y no contaminante, en la cual lo importante es que participen los ciudadanos y los propios trabajadores de la misma; no lo planteo por que sea una utopía, esto puede ser una realidad objetiva en el momento en que los ciudadanos y sus representantes directos no otorguen el poder a otros. En el momento en que se autoconstituyan como autodeterminados y autoconscientes, y analicen las circunstancias desde otra perspectiva más innovadora que el subjetivismo sentimentaloide, me atrevo a sugerir algo así como el objetivismo dialéctico.
Lo de colocar el tema de la refinería segura y no contaminante al lado de la participación en una empresa de Gallardo lo hago con todo conocimiento de causa y para que se relacionen los temas. Pues a nadie le es ajeno lo difícil que es profundizar en democracia participativa en el ámbito laboral; este es un ámbito en el que la democracia queda en la puerta de acceso a la empresa. No por ello hay que renunciar al objetivo, igual que no hay que renunciar al objetivo, por parte del ser humano, de ser capaz de construir refinerías o centrales nucleares seguras y no contaminantes. Lo importante es el reto; igual que para Eva o para Prometeo lo importante era, con su desobediencia, situarse en un plano de igual a igual, en un plano de simetría con sus respectivos dioses.
Muchos de los artículos que escribo, por no decir todos, se hacen con el ánimo de generar discusión, debate y reflexión. Lo importante para mi es que la gente piense, que la gente se cuestione cosas, incluso sus propias estrategias; lo importante es adoptar diferentes puntos de vista, ver las cosas con perspectiva, sin apasionamiento, desde la lógica y la racionalidad. Y, sobre todo fomentar que los demás se acostumbren a tomar decisiones. Un viejo dialéctico decía que la emancipación de la clase obrera debe de ser obra de ella misma o no será. Por eso, para mi es tan importante enseñar a la ciudadanía a tomar sus propias decisiones, a no pensar, nosotros, por ellos. Nuestro papel es sugerir, acompañar sin vanguardizar.
Decía, en un artículo mio anterior, que de lo que se dio cuenta Marx era de que el desarrollo incesante de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas exige, a cada paso que estas avanzan, a cada espira que estas superan, un mayor nivel de conciencia en el ser humano, una mayor determinación y autoconciencia para determinarnos, una mayor disposición y autoexigencia para superar la irracionalidad individualista e insolidaria, para autodeterminar lo que queremos ser, para decidir que va a ser nuestro ser-allende-del-ser.
Este descubrimiento es ciencia pura, y este descubrimiento nos da una seguridad pasmosa en el futuro; ahora sabemos que pasamos por fases, como decía anteriormente, de ineludible necesidad; fases que obligan a elevar, si o si, nuestro grado de conciencia. Sirva como ejemplo la actual, no está permitiendo el anuncio de la instalación de la refinería la generación de un movimiento ciudadano que madura, a cada día que pasa, incluso gracias a debates como este que, de otra forma, no se hubieran dado. Estas fases no dejan inalterado a nadie, todo evoluciona, todo cambia, todo avanza hacia su maduración; la cual nos traerá una nueva fase de desarrollo social. Fase que partirá desde un estadio superior que tendrá también que superar. Otro ejemplo válido sería el de las nuevas tecnologías. Estas nuevas tecnologías, que incesantemente se abren paso entre nosotros y que constantemente quedan desfasadas y superadas por otras más novedosas, nos obligan a forzarnos por aprender su funcionamiento y eso es maravilloso; esto nos hace valorar el aprendizaje, que este sea, para un elevado número de nosotros, una idea fuerza que potenciamos en nuestros hijos; ello genera hábito, disciplina y un mayor grado de conciencia de las cosas. Grado de conciencia que utilizaremos para poder determinar mejor nuestras contingencias, esto es, nuestro mundo; así como a los representantes sociales y políticos, o a los gestores empresariales del mismo.
A donde quiero llegar, pues a lo del cambio de estrategia que planteo a la PCRN. Hasta ahora, y a los hechos me remito, no se ha sido más que plañidera de una impotencia. Se me puede decir que se ha trabajado mucho, que se han recorrido muchos kilómetros, que se han realizado muchas acciones informativas, muchas manifestaciones, muchas pegadas de carteles, etc; pero insisto, y a los hechos me remito de nuevo, en la ciudadanía no ha cuajado el mensaje.
Ahora se dirá que el poder es muy poderoso y tiene a muchos apesebrados, etc. Para mi este tipo de justificación recurrente y menospreciadora de la ciudadanía no me vale. Hay que reconocer que la ciudadanía tiene un discurso y unos intereses diferentes a los de la PCRN, más coincidentes con los que muestra el PSOE. Mira si es inteligente la ciudadanía que, aunque coincidan procesos electorales, sabe que es lo que debe votar en cada uno de ellos. Los resultados de las municipales no han sido idénticos a las autonómicas; igual que los resultados de estas autonómicas no han sido iguales a los de anteriores autonómicas. O no nos hemos dado cuenta que los resultados del PSOE, por ejemplo, en Plasencia, Cáceres, Badajoz y otras grandes ciudades extremeñas han sido muy inferiores a los cosechados por la candidatura de Guillermo Fernández Vara.
Lo que queda por hacer es lo más difícil e importante, es sacar consecuencias de las acciones llevadas a cabo y de los resultados obtenidos. Se puede seguir siendo ciego a la evidencia y estancarse en la inmadurez permanente, o se puede aprender de los errores y transformarse en una herramienta útil a la ciudadanía, posibilitadora de crecimientos de conciencia a través de la participación constructiva; participación en la que alentemos a pensar en libertad, a tomar decisiones, a disentir de nosotros mismos y a actuar en consecuencia; sea ello a favor o en contra de la refinería, a favor o en contra de la energía nuclear, a favor o en contra de lo que se quiera estar a favor o en contra. Posibilitemos que la gente que esté en nuestro entorno diga lo que sienta sin ser descalificada por ello. Posibilitemos, como nos recomendaría Adler, que todo pueda ser así pero también todo lo contrario.
Y sobre todo, no nos enrabietemos por tener que pasar por fases por las que hemos de pasar. Estudiemos más a que se deben, cuales son sus fundamentos. Como decía Leucipo de Mileto "todo ocurre necesariamente y por alguna razón".
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