En la toma de posesión de los consejeros y consejeras elegidos por Guillermo Fernández Vara para conformar su gobierno en la Junta de Extremadura, el presidente dejó plasmada la esencia de su programa, así como la razón por la cual ha recibido ese masivo número de apoyos electorales; al tiempo que nos descubría en que se fundamenta el atractivo de su personalidad. Lo resumió en la siguiente frase que dirigió a sus consejeros y consejeras cuando aludía a la misión que por delante tienen: "trabajar, trabajar, trabajar y no defraudar a los ciudadanos".
El pasar de los días nos confirma, lo cual nos satisface y alegra, una gran cantidad de iniciativas que empiezan a plasmarse en la realidad y que sospechamos guiadas por el espíritu de Vara que, lenta pero inexorablemente, va calando en las administraciones públicas extremeñas y entre las propias filas del PSOE regional.
Ejemplos: En Plasencia, por fin, la Agencia Extremeña de la Vivienda da luz verde a la creación del necesario suelo urbanizable para llevar a cabo el residencial La Pardalilla, tras el acuerdo tripartito entre la administración regional, la local y la empresa que pretende llevar a cabo el proyecto. Ello va a suponer, para la ciudad de Plasencia, contar con la construcción de 700 viviendas, de las cuales el 50% serán protegidas, así como disponer con un nuevo gran hotel y una residencia geriátrica. Mejor imposible.
En Mérida avanza el pacto de Guillermo con Floriano para la futura ley de educación, la segunda descentralización, la reducción de las listas de espera sanitarias y el aumento de plazas en residencias geriátricas. Todo un éxito.
Además, Guillermo, como prometió, mantiene abierto su blog personal mediante el cual se comunica fluidamente con los ciudadanos y recoge sus opiniones, sugerencias y preguntas. Magnífica deferencia que su estilo de gobierno desvela.
Hay una cuestión que en la práctica, más temprano que tarde, me gustaría ver impulsada, la relativa al suelo industrial gratuito concretada en los Parques de Desarrollo Empresarial, de los cuales me encantaría contar con uno en mi querida ciudad de Plasencia. Esperemos que sus políticos y políticas locales se impregnen del espíritu de Vara y nos lo consigan. Justificarían con ello así sus elevadas retribuciones.
Fdo.: Javier Caso Iglesias (Plasencia)
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