Tengo, en algunos aspectos, una idea de la escuela similar a la que defienden los sociólogos Baudelot y Establet.
Estos mantienen que en la escuela, la sumisión a la ideología burguesa, es decir, la sumisión al mundo burgués tal como aparece a los burgueses, se efectúa por la sumisión en cada instante a un conjunto de prácticas que constituyen el "ritual material" de la ideología burguesa.
Los ejercicios escolares se dan de manera simplemente análoga, como un trabajo, el "trabajo escolar", que es al mismo tiempo presentado (nombrado, y por eso mismo impuesto) como un deber. Ese trabajo no vale ni en sí mismo, ni para quien lo hace: lo esencial es tener buena calificación.
En el ritual escolar familiar, el cuaderno de notas funciona como un equivalente (en sentido figurativo) del salario: la buena calificación, como el salario, es el "precio", la recompensa del trabajo cumplido. La práctica de los puntos buenos tiene el mismo sentido.
La emulación y el culto a la competencia representan, en el interior de la escuela, la competencia que norma el mercado de trabajo. El maestro trata con individuos obligados a estar ahí, pero "libres" de decidir por sí mismos si quieren trabajar y tener éxito o no, de la misma manera como, según el derecho burgués, la fuerza de trabajo es "libre", etc.
Estos mantienen que en la escuela, la sumisión a la ideología burguesa, es decir, la sumisión al mundo burgués tal como aparece a los burgueses, se efectúa por la sumisión en cada instante a un conjunto de prácticas que constituyen el "ritual material" de la ideología burguesa.
Los ejercicios escolares se dan de manera simplemente análoga, como un trabajo, el "trabajo escolar", que es al mismo tiempo presentado (nombrado, y por eso mismo impuesto) como un deber. Ese trabajo no vale ni en sí mismo, ni para quien lo hace: lo esencial es tener buena calificación.
En el ritual escolar familiar, el cuaderno de notas funciona como un equivalente (en sentido figurativo) del salario: la buena calificación, como el salario, es el "precio", la recompensa del trabajo cumplido. La práctica de los puntos buenos tiene el mismo sentido.
La emulación y el culto a la competencia representan, en el interior de la escuela, la competencia que norma el mercado de trabajo. El maestro trata con individuos obligados a estar ahí, pero "libres" de decidir por sí mismos si quieren trabajar y tener éxito o no, de la misma manera como, según el derecho burgués, la fuerza de trabajo es "libre", etc.
Todo es competencia, rankings y apariencias. Un claro síntoma del fin de los tiempos.
ResponderEliminarUn saludo desde allí.
pero "libres" de decidir por sí mismos si quieren trabajar y tener éxito o no, de la misma manera como, según el derecho burgués, la fuerza de trabajo es "libre
ResponderEliminar¿Y esto se lo cree alguien?
Javier, mira que te lo perdistes... con lo que nos reimos.
La escuela, como tal, está configurada como una preparación a la vida, para formar ciudadanos y trabajadores, por lo tanto es lógico que siga los mismos principios (esfuerzo, competencia, recompensas, etc) que el sistema al que sirve.
ResponderEliminarLo mismo se podría decir de la práctica deportiva, que aparte de modelar físicamente al individuo, le dicta normas de convivencia, de competencia hacia los rivales, de asunción del propio esfuerzo, de consecución de metas, etcetc.
Al final todo es una inmensa colmena con miles de celdillas idénticas que se repiten a sí mismas hasta el infinito.
Pues, si la escuela es el reflejo de la sociedad a la que sirve.Cambiemos la escuela,para trasformar a la sociedad, en una sociedad más solidaria.
ResponderEliminarole y ole chuly
ResponderEliminarbesisss
Hola Javier...
ResponderEliminarNosotros también hemos sido jóvenes, y debemos reconocer que entonces no nos gustaba mucho estudiar... y que además no teníamos muy claras las consecuencias que podría tener esa actitud. Creo que cada uno de nosotros podemos decir, que nos acordamos con mucha claridad de las voces de nuestros padres diciendonos: "¡Venga a estudiar! Ya has jugado bastante..." Lo malo es que los jóvenes no siente interés a la hora de estudiar. Por otra parte se sabe muy bien que el método utilizado en la enseñanza es muy importante, se podría decir que cuanto más divertido es - más atención y más interés muestra el alumno a la hora de aprender.
Te dejo también esta parte de un comentario mio, de una entrada tuya anterior:
"En cuanto a la enseñanza de aquí de España no sé mucho...pero si puedo opinar de los problemas de la enseñanza en Romanía, que son las mismas problemas de las cuales hablaba Mihai Eminescu (poeta, novelista y periodista rumano) en el año 1878, en un periódico rumano llamado "El Tiempo".Decía:"Los niños rumanos están cargados con tantas asignaturas y tan diversas, que ni los profesores, ni los alumnos pueden hacer orden en sus cabezas. Estos niños no aprenden en realidad nada, porque la memoria no guarda nada que no fue entendido previamente, nada para el cual el interés y el juicio del niño no intervinieron. El único efecto de cargar la memoria de los niños con tanta información es generar en ellos una aversión hacia los libros. A éste resultado han llegado casi todas nuestras escuelas. Puedes ver jóvenes que estudiaron latín, griego, historia universal, lógica, psicología, ciencias naturales, geografía en todos los cursos, estudiaron incluso derecho administrativo, economía política, aprobaron el examen de bachillerato... y a pesar de todo esto, apenas saben construir una frase por sí mismos y después de dejar la escuela han olvidado todo lo que supuestamente sabían.""
Un saludo.
Hola Antonio, hola Malo Malísimo, hola Vazquez74, hola Chuly, hola Satine, hola Ileana:
ResponderEliminarComo dice nuestro amigo Vázquez "La escuela, como tal, está configurada como una preparación a la vida." "Al final todo es una inmensa colmena con miles de celdillas idénticas que se repiten a sí mismas hasta el infinito."
Y la vida a la que se parece aspirar vivir es la que es. Nadie parece darle importancia al trabajar para vivir. Todo el mundo parece instalado en el paradigma de vivir para trabajar. Se sacrifica todo al trabajar, se sacrifica el vivir mismo al trabajar, se sacrifican nuestras propias familias al trabajar. No podemos disfrutar ni siquiera de momentos extensos con nuestras familias e hijos por trabajar. Nuestro sistema educativo es idéntico, prepara trabajadores máquina, la ludicidad en el mismo no existe, el sentido tampoco. A l@s alumn@s se le imponen unos temarios que con ellos ni con las madres y padres de alumn@s han sido consensuados; a l@s alumn@s se le imponen unas metodologías que tampoco han sido consensuadas. Todo de arriba a abajo. Todo de forma piramidad. Todo con el objetivo de hacer y formar a personas sumisas que hagan aquello que se les manda.
Pero nuestro sistema educativo ni en eso es competente, sus índices de fracaso académico son alarmantes. No sabe hacer bien ni siquiera aquello para lo que está diseñado. Con lo fácil que sería impartir, para corregir esta evidencia, una asignatura sobre técnicas y hábitos de estudio desde los primeros cursos escolares y verificar en la práctica, y dentro de las mismas instituciones educativas, que sus rudimentos han sido adquiridos por l@s alumn@s.
Este sistema es tan malo que ni siquiera el mundo feliz de Aldous Huxley saben construiir.
Con razón decía mi admirado Marx que este sistema, con todas las acciones que emprenden y desarrollan, no hacen otra cosa que cavar su propia tumba.
- Antonio, yo también pienso que es un claro síntoma del fin de estos tiempos de sistema burgués.
- Vazquez, estas normas configuran este sistema, pero el ser humano es soberano para determinar si mantienen eternamente estas normas o se dota de otras más propiamente humanas.
- Chuly, estoy contigo. Por lo menos debemos de ser capaces de organizar una experiencia piloto en un sentido diferente. Nuestro círculo, si encontrara un mecenas dispuesto, debería plantearse muy seriamente llevar una iniciativa educativa, bajo otros parámetros, adelante. Toda ella homologada al sistema educativo actual pero aprovechando las posibilidades que la legislación brinda para introducir nuevas metodologías. Esta iniciativa serviría como referente para sacar de la inercia a la administración y a los docentes del librillo del maestrillo, esos de la clase magistral; y llevarlos hacia otras prácticas.
- Satine, estoy totalmente de acuerdo en lo que dices "ole y ole chuly". Este Chuly es un verdadero genio. Soy un fiel seguidor de sus propuestas, siempre certeras. En economía dio con la clave de qué se debe de hacer. Ahora en educación lo borda. Así que reitero: Ole y Ole Chuly.
- Ileana, el no estudiar, como bien dices, lleva como consecuencia que el sistema te excluye de los puestos dirigentes. Al sistema le da igual que no aprendas nada, lo que se valora es el título y tu capacidad de memorización. Una vez que te ha atontado con tanto memorizar, una vez que desligas lo que aprendes de la práctica eres apto para ingresar en el sistema. Qué ocurre con los funcionarios, para las oposiciones memorizan leyes y más leyes; pero cuando superas la oposición no se te ocurra exigir el cumplimento de esas leyes. El entrenamiento consiste sólo en hacerte memorizar y en recitar después lo memorizado; pero no se te ocurra llevar lo aprendido a la práctica. Ese es un ámbito prohibido. En la administración se observa esto claramente, pregúntese para comprobarlo a cualquier ciudadano sobre qué es un funcionario. En la docencia su eficacia lo dice todo (37% de fracaso académico en la ESO, 46% de fracaso académico en Bachillerato, 50% de fracaso académico en Universidad); Sobre los jueces mejor no hablar y así todo, suma y sigue.
No obstante y a pesar de todo esto, hay que tener esperanza y confianza en que esta realidad cambiará. Estamos y vivimos tiempos de cambio.
Gracias por vuestros comentarios.
Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.