Un partido asentado en la verdad y con las paredes de cristal

Mi objetivo es contar con un partido con las paredes de cristal, un partido en el que la hipocresía de tener un mensaje interno y otro de cara al exterior no se practique.

Para mi es muy importante la coherencia y coherencia significa tener siempre el mismo criterio y poderlo manifestar allí dónde considere conveniente y oportuno. Si actuáramos así siempre contribuiríamos a formar conciencia crítica en los ciudadanos, les enseñaríamos a pensar por sus propias cabezas y a tener convicciones firmes.

Las personas que tienen firmeza de criterios no son utilizables ni instrumentalizables por el PP, pues cuando -mediante el ejercicio de reflexionar o por haber sufrido prácticas aversivas- la ciudadanía es consciente sabe perfectamente qué representa el PP o qué representa el ABC=HOY.

Soy de los que opinan que es muy, muy negativo ocultar la verdad a la ciudadanía; como nos diría Marco Tulio Cicerón, La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.

Desvelemos una verdad.-

El discurso de Guillermo fue muy bueno, realmente bueno; en mi blog, en el post anterior, he resumido las frases que mas impactaron y que los medios de comunicación recogieron. Aquí sólo quedo una: "Dialogar no es solamente decirle al otro lo que piensas, sino que es acercarte y acercarse para poder entenderle".

Es necesario avanzar en entendernos y en lograr síntesis integradoras. Es un discurso que da continuidad al "exigentes pero muy incluyentes". Esta es una buena y adecuada senda en la que hay que continuar.

Los aspectos más flojos del discurso. Los digo públicamente por creer en que los partidos políticos han de tener paredes de cristal, ser transparentes. Aprovecho para decir que ninguna reunión de una organización política debería ser a puerta cerrada, los representados han de saber siempre que piensan y qué dicen sus representantes. Las nuevas tecnologías ya posibilitan esto. Ahora si, ahora indico esos aspectos más flojos del discurso de Guillermo (siempre desde mi punto de vista): Falta de rotundidad, mayor garra y convencimiento, Guillermo ganaría mucho si prescindiera del guión, si aprovechara su espontaneidad, y su magnífica memoria, incluso para hacer discursos institucionales; se le veía muy encorsetado y algo vacilante. Hay que aprovechar el gesto y la expresión para imprimir una mayor fuerza y convencimiento a lo que se dice. Hay que hacer vibrar y arrancar el aplauso del público, necesitamos también conmover para facilitar el arrastrar ("las palabras conmueven; los hechos arrastran"). También faltó algo de temporalización, hay que decir lo que se va a hacer, pero es necesario rematarlo diciendo cuando se va a hacer. Medidas temporalizadas en el tiempo es lo que cada día requerimos más los ciudadanos. Así como participación a raudales, que todo aquél/aquella que quiera pueda implicarse en el proyecto y en el logro de objetivos. En la administración esto ahora es imposible.

Desvelemos otra verdad.-

Helios dijo... "Equilicua y Javier los foros del Hoy son una letrina en la que para leer algo con sentido debes estar un buen rato apartando el grano de la paja y no hablo de los contenidos, sólo de las formas y los presuntos razonamientos."

Helios, la verdad es que tienes toda la razón. Ojalá tomaran nota aquellos a los que la responsabilidad que ocupan le queda grande: MONAGO=HOY=ABC=DERECHA=CONSERVADORES

O sea, TODOS ELLOS = LETRINA IDEOLÓGICA.

Vamos a expresar lo dicho de una forma más científica.-

El psiquiatra austriaco Wilhelm Reich fue un humanista de curiosidad insaciable, dotado de infatigable espíritu de investigación.

Para Reich era el sistema autoritario y negador en el que vivimos el causante de la verdadera neurosis de la masa: la “plaga emocional” por la cual los individuos se ven imposibilitados de reaccionar con espontaneidad y de utilizar toda su energía vital, porque formaron una coraza caracterológica que los invalida psicológicamente y hasta biofísicamente y se mantiene a costa de un consumo de energía.

A final de cuentas esa armadura caracterológica, fruto del sistema social, constituye la cristalización del proceso sociológico de una determinada época, es adquirida en los primeros años de vida y sufre posteriormente pocas modificaciones. Y se forma un círculo vicioso, por el cual se propicia, con el contenido del miedo, sumisión, falta de expansión, falta de movilidad vegetativa, contribuyendo a la manutención de ese mismo orden social.

Las fuerzas conservadoras, las fuerzas de la Iglesia que diría Reich, que se escudan en los sentimientos de culpa y de ansiedad y la educación compulsiva crean subordinados y miedo a la autoridad.

El autoritarismo patriarcal desarrolló, en el hombre, una armadura mental contra su propia naturaleza y creó el carácter rígido que es la base de la soledad, de la desesperanza, del ansia por la autoridad, del miedo a la responsabilidad, de las ideas místicas, de la miseria sexual, de la rebelión impotente o, inversamente, de la resignación patológica y del infantilismo mental. Fruto de la educación autoritaria y represora es también, el moralismo compulsivo, que crea la murmuración y torna al individuo incapaz de amar verdaderamente y de manera completa.

Esa misma compulsión moral es la causa de la sumisión en masa, de la irracionalidad del pueblo y de la existencia y de la perpetuación de tantos absurdos evidentes en nuestra cultura, sin una protesta o movimiento eficiente para terminar con ellos. Los ideales culturales pregonan la honestidad y la franqueza, pero las condiciones sociales y la estructura caracterológica resultantes de la represión, obligan a lo contrario.