Quiero agradecer y resaltar la valentía, y dedicarle un post por ello, a esa profesora de filosofía de un Instituto de Enseñanza Secundaria de Extremadura, cuyo Nick es La Estatua del Jardín Botánico, por reconocer públicamente que nadie le enseñó nada en relación a didáctica y pedagogía en el Curso de Adaptación Pedagógica (CAP).
Aquí es donde radica el fundamental problema del sistema educativo. A la mayoría del profesorado se lo ha formado hasta el día de hoy sin didáctica y sin pedagogía, la situación actual sigue siendo la misma. Si alguien quiere finalizar sus estudios universitarios se tiene que adaptar a un sistema sin pedagogía y sin didáctica. Luego, cuando saca una oposición que carece igualmente de pedagogía y de didáctica, no hace más que trasladar a sus alumnos los conocimientos adquiridos de la única manera que sabe, sin didáctica y sin pedagogía. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Reseña nuestra profesora en la cabecera de su blog la frase de Ludwig Wittgenstein, "El mundo es como es y ocurre como ocurre". Y, en el ámbito del profesorado, no es, desafortunadamente, con ese paradigma con el que se analiza y trabaja. Ni siquiera con el paradigma o el espíritu del Cándido de Voltaire o del Cándido de Sciascia. Se trabaja, por desconocimiento de otro paradigma mejor, con el método tradicional y, para que ese modelo arcaico no fracasara y obtuviera otros resultados diferentes a los que obtiene (30% fracaso académico en ESO, 48% fracaso académico en Bachillerato y 50% fracaso académico en Universidad), los alumnos y los padres y madres de alumnos deberían ser como los de antes (y ni tan siquiera así, pues antes el fracaso académico también existía y en altos porcentajes); pero la evidencia es que ni los alumnos ni los padres y madres de estos son así, y lo que se avecina de cara al futuro lo va a ser menos.
En el pasado el modelo de familia, al igual que el educativo, era autoritario; hacías las cosas porque sí. No había ni didáctica ni pedagogía, sólo el atenerse a unas consecuencias aversivas de no aceptar el pensamiento canónico. Estamos en una sociedad democrática, pero la democracia aún no ha entrado en los centros educativos, ni todos evaluamos, ni todos opinamos, ni a todos se nos tiene en cuenta. Hasta ahora se ha impuesto la metodología piramidal de arriba a abajo, el método sofista que yo llamo. Pero los tiempos, afortunadamente, cambian; tienden a ser más socráticos. Las dificultades que ahora nos parecen ver en el sistema educativo no son más que posibilidades para su desarrollo, para su desarrollo democrático. Tiempos en los que aprender y aprehender no se tenga que llevar a cabo bajo amenaza de ninguna palmeta o palmatoria metafórica.
Todos los grandes pedagogos y pedagogas, todos los grandes didácticos y didácticas de la historia han rechazado los métodos aversivos, han rechazado la rumia rutinaria, han rechazado la memorización mecánica y el espíritu medieval. Desde Erasmo de Rotterdam a Piaget, a Ausubel, a Makarenko, a Vigostky, a Pestalozzi, a Fröbel o al gran Célestin Freinet con su propuesta alternativa de método natural, pasando por tantos y tantos otros y otras hasta llegar a esa (Des) educación que analiza certeramente Noam Chomsky en uno de sus últimos libros y que es por lo que se caracteriza nuestro sistema educativo actual.
Sólo tienen miedo de tirarse al agua aquellos y aquellas que no saben nadar. Esto es lo que le pasa al profesorado actual, están temerosos de afrontar los nuevos retos por su carencia absoluta de habilidades y destrezas en didáctica y en pedagogía. Si como ya demostraron científicamente Wallon y Vigostky, y más recientemente han confirmado teóricos y didactas de diversas asociaciones de Programación Neuro-Lingüística (PNL), la necesidad de aprendizaje es innata, como correctamente intuía Aristóteles, por qué no desterramos para siempre el modelo tradicional de enseñanza como valientemente sugirieron los movimientos pedagógicos del siglo XIX y XX. Las leyes, desde la LOGSE hasta la actual Ley Orgánica de Educación (LOE), abogan por ello. La ciudadanía, los padres y madres de alumnos, el propio alumnado está también por ello.
El principal responsable de esta situación no es el profesorado, pues como digo, y nuestra estimada profesora de filosofía reconoce, no se le enseña nada de didáctica y pedagogía. El principal responsable es una Administración Pública cuya burocracia se enfrenta y resiste a las decisiones ciudadanas, a las decisiones de los expertos, a las decisiones del poder ejecutivo y del poder legislativo. Mientras los Gobiernos se vean como parte de la Administración Pública, sus decisiones no serán nunca efectivas. Mientras los Gobiernos no asuman su papel constitucional que la Ley 30/1992 relata de una forma muy entendible, diciendo literalmente que "Esta ley aspira a arrumbar la concepción del Gobierno como un mero apéndice o prolongación de la Administración"; "y recupera para el Gobierno el ámbito político de la función de gobernar, inspirada en el principio de legitimidad democrática. Perfilando así con nitidez los rasgos propios que definen al Gobierno y a la Administración como instituciones públicas constitucionalmente diferenciadas". Queda claro, por tanto, que tanto la Constitución Española del 78, así como la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, nos mandatan, tanto a los ciudadanos como a los gobiernos que estos elijan, a hacer de la administración un instrumento dócil a sus intereses y útil a sus necesidades.
El principal responsable de esta situación es la Administración Pública, que impide a los docentes formarse como didácticos y buenos pedagogos. Como expone Fénix en el Cuaderno de Guillermo: "En realidad no somos docentes, somos aparcacoches que debemos mantener el mayor tiempo posible vigilados a los niños para que no molesten. Y aprobarlos. Porque el profesor que sabe que si suspende a un alumno tendrá que copiar cien veces las famosas "Competencias básicas" se lo plantea y le da el aprobado. Y las estadísticas mejoran, que es de lo que se trataba".
Esperemos que tomen nota de las conclusiones de este debate de propuestas y alternativas que sobre el sistema educativo se está llevando a cabo en la actualidad aquellos y aquellas que deben de procurar que la Administración Pública Educativa sea un instrumento dócil y útil a los intereses de la ciudadanía y no un fin en si mismo.
Gracias por visitar mi blog y por participar en el mismo.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Aquí es donde radica el fundamental problema del sistema educativo. A la mayoría del profesorado se lo ha formado hasta el día de hoy sin didáctica y sin pedagogía, la situación actual sigue siendo la misma. Si alguien quiere finalizar sus estudios universitarios se tiene que adaptar a un sistema sin pedagogía y sin didáctica. Luego, cuando saca una oposición que carece igualmente de pedagogía y de didáctica, no hace más que trasladar a sus alumnos los conocimientos adquiridos de la única manera que sabe, sin didáctica y sin pedagogía. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Reseña nuestra profesora en la cabecera de su blog la frase de Ludwig Wittgenstein, "El mundo es como es y ocurre como ocurre". Y, en el ámbito del profesorado, no es, desafortunadamente, con ese paradigma con el que se analiza y trabaja. Ni siquiera con el paradigma o el espíritu del Cándido de Voltaire o del Cándido de Sciascia. Se trabaja, por desconocimiento de otro paradigma mejor, con el método tradicional y, para que ese modelo arcaico no fracasara y obtuviera otros resultados diferentes a los que obtiene (30% fracaso académico en ESO, 48% fracaso académico en Bachillerato y 50% fracaso académico en Universidad), los alumnos y los padres y madres de alumnos deberían ser como los de antes (y ni tan siquiera así, pues antes el fracaso académico también existía y en altos porcentajes); pero la evidencia es que ni los alumnos ni los padres y madres de estos son así, y lo que se avecina de cara al futuro lo va a ser menos.
En el pasado el modelo de familia, al igual que el educativo, era autoritario; hacías las cosas porque sí. No había ni didáctica ni pedagogía, sólo el atenerse a unas consecuencias aversivas de no aceptar el pensamiento canónico. Estamos en una sociedad democrática, pero la democracia aún no ha entrado en los centros educativos, ni todos evaluamos, ni todos opinamos, ni a todos se nos tiene en cuenta. Hasta ahora se ha impuesto la metodología piramidal de arriba a abajo, el método sofista que yo llamo. Pero los tiempos, afortunadamente, cambian; tienden a ser más socráticos. Las dificultades que ahora nos parecen ver en el sistema educativo no son más que posibilidades para su desarrollo, para su desarrollo democrático. Tiempos en los que aprender y aprehender no se tenga que llevar a cabo bajo amenaza de ninguna palmeta o palmatoria metafórica.
Todos los grandes pedagogos y pedagogas, todos los grandes didácticos y didácticas de la historia han rechazado los métodos aversivos, han rechazado la rumia rutinaria, han rechazado la memorización mecánica y el espíritu medieval. Desde Erasmo de Rotterdam a Piaget, a Ausubel, a Makarenko, a Vigostky, a Pestalozzi, a Fröbel o al gran Célestin Freinet con su propuesta alternativa de método natural, pasando por tantos y tantos otros y otras hasta llegar a esa (Des) educación que analiza certeramente Noam Chomsky en uno de sus últimos libros y que es por lo que se caracteriza nuestro sistema educativo actual.
Sólo tienen miedo de tirarse al agua aquellos y aquellas que no saben nadar. Esto es lo que le pasa al profesorado actual, están temerosos de afrontar los nuevos retos por su carencia absoluta de habilidades y destrezas en didáctica y en pedagogía. Si como ya demostraron científicamente Wallon y Vigostky, y más recientemente han confirmado teóricos y didactas de diversas asociaciones de Programación Neuro-Lingüística (PNL), la necesidad de aprendizaje es innata, como correctamente intuía Aristóteles, por qué no desterramos para siempre el modelo tradicional de enseñanza como valientemente sugirieron los movimientos pedagógicos del siglo XIX y XX. Las leyes, desde la LOGSE hasta la actual Ley Orgánica de Educación (LOE), abogan por ello. La ciudadanía, los padres y madres de alumnos, el propio alumnado está también por ello.
El principal responsable de esta situación no es el profesorado, pues como digo, y nuestra estimada profesora de filosofía reconoce, no se le enseña nada de didáctica y pedagogía. El principal responsable es una Administración Pública cuya burocracia se enfrenta y resiste a las decisiones ciudadanas, a las decisiones de los expertos, a las decisiones del poder ejecutivo y del poder legislativo. Mientras los Gobiernos se vean como parte de la Administración Pública, sus decisiones no serán nunca efectivas. Mientras los Gobiernos no asuman su papel constitucional que la Ley 30/1992 relata de una forma muy entendible, diciendo literalmente que "Esta ley aspira a arrumbar la concepción del Gobierno como un mero apéndice o prolongación de la Administración"; "y recupera para el Gobierno el ámbito político de la función de gobernar, inspirada en el principio de legitimidad democrática. Perfilando así con nitidez los rasgos propios que definen al Gobierno y a la Administración como instituciones públicas constitucionalmente diferenciadas". Queda claro, por tanto, que tanto la Constitución Española del 78, así como la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, nos mandatan, tanto a los ciudadanos como a los gobiernos que estos elijan, a hacer de la administración un instrumento dócil a sus intereses y útil a sus necesidades.
El principal responsable de esta situación es la Administración Pública, que impide a los docentes formarse como didácticos y buenos pedagogos. Como expone Fénix en el Cuaderno de Guillermo: "En realidad no somos docentes, somos aparcacoches que debemos mantener el mayor tiempo posible vigilados a los niños para que no molesten. Y aprobarlos. Porque el profesor que sabe que si suspende a un alumno tendrá que copiar cien veces las famosas "Competencias básicas" se lo plantea y le da el aprobado. Y las estadísticas mejoran, que es de lo que se trataba".
Esperemos que tomen nota de las conclusiones de este debate de propuestas y alternativas que sobre el sistema educativo se está llevando a cabo en la actualidad aquellos y aquellas que deben de procurar que la Administración Pública Educativa sea un instrumento dócil y útil a los intereses de la ciudadanía y no un fin en si mismo.
Gracias por visitar mi blog y por participar en el mismo.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Reproduzco en este post, por su relevancia e interés, el comentario de la estimada profesora de filosofía de un Instituto de Enseñanza Secundaria de Extremadura, cuyo Nick es La Estatua del Jardín Botánico.
ResponderEliminarLa estatua del jardín botánico dijo...
¡Hola! Buenas noches. Es la primera vez que entro en su blog. Llego a él a través de Pensamiento disperso.
He de confesar que el artículo me ha dejado... no sé cómo decir. Experimento una mezcla de rabia, desasosiego y desconcierto.
Soy profesora de filosofía en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Extremadura. Este es mi segundo año como docente. Aún no he tenido la oportunidad de charlar con los representantes de los sindicatos. Sí he escuchado a mis compañeros. También me escucho a mí misma.
Me gustaría comentar muchos aspectos que aparecen en el post. Siento que esto vaya a ser largo. Pido disculpas de antemano.
- Didáctica y Pedagogía. Hice el CAP en Salamanca. No me enseñaron gran cosa. Mi profesor-tutor no me hizo caso. Estuve un mes dando vueltas por el Instituto en el que hice las prácticas. Asistía a todas las clases de mi tutor, incluso impartí algunas y corregí algunos exámenes. Nadie me indicó nada.
Creo que el asunto no va a mejorar. En la Universidad de Salamanca se proyecta un máster para aquellos que deseen formar parte de la docencia en el que no se prevé una Didáctica para cada especialidad. Creo que ese sería un buen paso adelante: aumentar el tiempo de la didáctica para cada especialidad porque las matemáticas, la lengua, el latín, la historia o la filosofía no se enseñan igual.
-Nunca he oído que ningún compañero se queje por trabajar las horas que trabaja. Tal vez nos quejemos porque el horario tiene huecos, pero no por el número de horas laborales. Yo no me quejo por trabajar 24 horas a la semana. Los miércoles, por avatares del destino, sólo tengo tres horas, pero me quedo al menos una más porque sé que debo y tengo que permanecer al menso cuatro horas en el centro.
-Me encantaría que el plan de refuerzo ayudara a los chavales a aprender y asimilar. Pero me hubiera gustado aún más que se hubiera programado esto a principio de curso, de forma que hubiéramos podido programar las actividades y los materiales. También me gustaría que los sindicatos hubieran aparecido por la sala de profesores.
-También me gustaría que alguien se tomara la molestia de explicarnos qué son exactamente las competencias básicas y cómo integrarlas en las programaciones y en nuestra práctica docente. Con el folleto informativo no me llega.
-Caminamos hacia la secundarización de la Universidad. Estamos inmersos, en mi modesta opinión, en la secundarización del Bachillerato. Creo que el nivel ha bajado. Tengo 26 años, pertenezco a la primera promoción LOGSE de Extremadura y puedo asegurar que no cometíamos tantas faltas de ortografía y que estábamos mejor en comprensión lectora. Y sé que mis hermanos, entre 13 y 9 años mayores que yo, aprendieron más que los que pertenecemos a mi promoción. No, no quiero volver al régimen franquista. Quiero que el rigor, el esfuerzo y el compromiso de los padres con la educación de sus hijos regrese. Y no, mis padres no son amantes de la figura de Franco. Me molesta muchísimo que el caudillo y allegados salgan siempre a relucir cuando se exige esfuerzo al alumnado o cuando se pide que se hagan exámenes en septiembre.
-Trato de redactar los apuntes de la forma más clara y ordenada que me es posible. Trato de no aburrir en clase. Me gusta hacer hincapié en los contenidos conceptuales y procedimentales. Los procedimientos son esenciales. No pienso que sean una tontería. No me gusta que se de una imagen del profesorado en la que éste aparece como un colectivo vetusto y reaccionario. Esa no es la verdad. Intentamos involucrar a los chavales todos los días.
-Me gustaría tener menos ordenadores y más miembros en el Departamento de Orientación, más libros en la biblioteca, más dinero para mi departamento. Con ese dinero, tal vez podría comprar obras atractivas para mis alumnos. Creo que los ordenadores son necesarios, pero no son la solución metodológica. Sintiéndolo mucho, en internet hay letras, muchas letras, y mis alumnos no comprenden lo que leen. Tal vez será porque no leen en su casa. Y no, no es porque se les obligue a leer La Regenta o El Quijote a muy tierna edad. Se debe a que la mayoría no pasan delante de los libros más de una hora al día.
-Creo que el problema del Sistema Educativo es un síntoma. Creo que se trata de un problema de carácter social que no puede resolverse en la Escuela. Nosotros tenemos nuestra parte tanto en el problema como en la solución, pero no toda la responsabilidad nos pertenece. Sé que nada de esto se insinúa en el post. Espero que no se me entienda en este sentido. Sólo quería escribir esta reflexión.
Sé que querría escribir más, pero esto ya es demasiado largo. Espero no haber resultado excesivamente vehemente al exponer mis opiniones, pero las declaraciones del Presidente del PIDE, sinceramente, me han molestado. No voy a ocultarlo.
Encantada de haber estado aquí. Un saludo.
El gobierno exige que los docentes impongamos y desarrollemos todas las "normas e inventos" que año tras año van añadiendo sin tener en cuenta la falta de formación de los docentes:
ResponderEliminarel gobierno dice "usen las nuevas tecnologías" pero muchos profesores no han usado el ordenador en sus vidas.
Otras veces plantean "que los alumnos alcancen lo que nosotros queremos llamar competencias básicas" pero los docentes no tienen ni idea de lo que son;
el gobierno impone "estos y no otros deben ser los modelos y estrategias pedagógicas" y el profesor se frustra porque no tiene libertad en el aula para enseñar como cree que debe hacerlo.
Al final, se han luchado largos años por la libertad para acabar ahogándonos en un sistema que, no sólo parece que falla, sino que nos hace creer que no es así.
Y parece también que no tomamos parte en el asunto. Como buenos españoles nos quedamos sentados,lamentándonos y envolviéndonos con la sábana del conformismo.
¡Hola, again! Good afternoon.
ResponderEliminarEn primer lugar, muchísimas gracias por el post y la visita. Están ustedes invitados tantas veces quieran.
En segundo lugar, todavía no me he ahogado, ¡por suerte! Cuando hice el curso sobre funcionariado que tienes que sufrir cuando obtienes la plaza, el primer ponente, a la sazón inspector y absoluto desconocedor de cómo se da una clase, utilizó una bello símil. Comparó el mundo educativo con una piscina y a los profesores con nadadores. Algunos bucean y no se dejan ver; otros nadan con un estilo atroz; por último, los menos coordinan maravillosamente piernas y brazos. Y yo me preguntaba, ¿cómo nada él? Y hoy me pregunto, ¿cómo nado yo? Ya he perdido toda esperanza de recibir buenas clases de natación por parte de la administración.
Y descubro que no me he ahogado, que ningundo de mis compañeros se ha ahogado, que ninguno esconde la cabeza.
Leo en el post acerca de la amenaza de las palmetas y las metafóricas palamtorias. Yo no pego a mis alumnos. Ninguno de mis compañeros pega a sus alumnos. Sí les digo que si no trabajan, suspenderán. Suspender no es ningún trauma. Nadie se ha muerto por eso. Lo peor del mundo es no aprender, y lo peor de lo peor es no querer aprender.
Yo he aprendido a dar clase a base de tortas. Pero las tortas me las he dado yo, no se las he dado a nadie.
En ningún momento he pretendido que mis alumnos memoricen mecánicamente la materia. Yo tampoco lo hice para preparar mis oposiciones porque sencillamente es imposible y no me da la gana perder neuronas en algo tan inútil. No sé cuántos profesores conocen, pero ninguno de los que conozco pretende nada como eso sino todo lo contrario. Nos quejamos porque los alumnos no estudian, pero sobre todo nos quejamos porque no piensan. Y esto último no se debe a que carezcan de oportunidades para expresar sus opiniones.
Leyendo el post da la sensación de que los niños están atados en clase, que no les permitimos opinar o pensar, que pasamos la hora dictando apuntes y que no explicamos nada de nada o que no programos actividades para ampliar conocimientos, asimilar la materia o facilitar el aprendizaje. Hay cosa que negocio con mis alumnos, pero el materialismo histórico no se negocia, ni el comentario de texto ni el trabajo diario. El esfuerzo, los contenidos conceptuales y procedimentales, así como la originalidad, son, para mí, irrenunciables.
No podremos exponer las teorías didácticas y pedagógicas relevantes, pero eso no significa que, a fuerza de experimentar y errar, no hayamos aprendido nada ni reflexionado sobre la propia actividad. Yo ya tengo una lista en la que reflejo qué no haré el año que viene y qué probaré. Eso es algo que hay que hacer todos los días.
Por supuesto, hay muchísimas cosas que desconocemos y otras tantas que hacemos mal. No me parece que reconocerlo sea un acto de valentía. Me parece, simplemente, honradez. Siento decir que no espero tal cosa por parte de la Administración. No tengo fe en el actual debate. Como decía Roberto Iniesta en una de sus canciones, "yo, trabajo y trabajo". Me gustaría ser mucho mejor profesional pero no espero ayuda de una Junta empeñada en ahogarnos con ordenadores, plataformas digitales y planes de refuerzo mal planteados y lanzados a la cara antes de unas elecciones. Sí, pienso que el plan de refuerzo fue una medida electoralista que sólo pretende, finalmente, maquillar las estadísticas y no que los alumnos aprendan. No somos nosotros quienes nos empeñamos en que aprueben, sino la administración. Nosotros queremos que aprendan, que sean autónomos, que no tengan miedo ante las piscinas y que se tiren a ellas con confianza en sus posibilidades.
Por último, como intuyo que usted sabe bastante más que yo sobre pedagogía y didáctica, me gustaría pedirle un favor. ¿Podría citar algunas obras relevantes traducidas al español? Si puede indicar autor, título y editorial, me resultaría más fácil encontrarlas.
Gracias de nuevo. Saludos.
Hola estimada amiga cuyo Nick es Estatua del Jardín Botánico:
ResponderEliminarReconozco el enorme esfuerzo que desde el profesorado se está llevando a cabo, estoy de acuerdo además en que las técnicas adquiridas por este se deben a su constante experimentar. Además me satisface mucho que el profesorado nade, que se tire a la piscina y nade. Pero estas evidencias no valen para justificar las incompetencias de la Administración Educativa.
Los ciudadanos no aspiran sólo a que el profesorado se tire a la piscina y no se nos ahogue, queremos que al profesorado se los capacite con didácticas, con técnicas pedagógicas eficaces por parte de la administración. Queremos peritos expertos en didáctica que consigan disfrutar y hacer disfrutar y gozar a sus alumnos con sus enseñanzas.
Los ciudadanos queremos que esa palmeta metafórica que significa el suspenso desaparezca. Insisto, si está probado científicamente que el deseo, la pasión por aprendizaje es algo innato en los seres humanos no necesitamos pues técnicas aversivas para que las personas adquieran conocimientos. No necesitamos pues del suspenso, existen otras formas de educar que colgando la etiqueta de fracasado al 30% de los alumnos de la Eso, al 48% de los alumnos de Bachillerato y al 50% de los alumnos de la Universidad.
Queremos además diálogo, para que el papel de los padres y las madres de los alumnos no sea el de meros verdugos voceadores que se pasan todo su tiempo en casa diciendo a nuestros hijos e hijas reiterada y periódicamente: estudia, estudia, estudia, estudia.
Queremos diálogo para que el estudio no sea para los alumnos algo monótono, aburrido, sin sentido. Para que los intereses y las preferencias de estos se tengan en cuenta a la hora de diseñar el plan currícular.
Queremos diálogo para que el ámbito empresarial también se exprese y manifieste lo que necesita y demanda, de no ser así el sistema educativo seguirá siendo un aparcacohes de alumnos o una fábrica de parados.
Queremos diálogo para que las demandas del profesorado se tengan en cuenta, en especial en relación a su necesaria formación didáctica y pedagógica.
Como puedes observar estimada amiga estamos de acuerdo en muchas, en muchísimas cosas, gracias por tu valentía, por tu honradez en reconocer si tapujos la realidad que el sistema educativo padece.
Recibe un cordial saludo.
Hola xhandra:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en reprobar esa tendencia que manifiesta la administración de imponer normas, inventos, instrumentos tecnológicos y metodologías desconocidas para el profesorado. En primer lugar debería cambiar los planes de estudio por los cuales se forma al profesorado y capacitarlo primero en aquello que luego se le va a pedir.
La solución es la que ya sabemos y que esperemos sensibilizar pronto a la administración, diálogo, diálogo y más diálogo; pero diálogo desde la empatía, desde el compartir y conocer el punto de vista del otro. Tenemos que empaparnos del punto de vista del profesorado, pero hacer lo mismo con el punto de vista del alumnado, con el punto de vista de los padres y las madres de los alumnos, así como con el que mantiene la sociedad en su conjunto que invierte y quiere resultados.
Recibe un saludo amiga xhandra.