lunes, 25 de febrero de 2008

Participación democrática y necesidad genética

La motivación humana es el conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y mantenimiento de la conducta.

Dice la Teoría de la Motivación Intrínseca de Hunt, que se nace con una motivación intrínseca indiferenciada, esto es, se nace con la necesidad de ser competentes y autónomos respecto del ambiente en el que vivimos.

Según la "hipótesis de la frustración" de Alderfer (Modelo ERG), la intensidad de una necesidad se incrementa por la frustración de la misma.
Alderfer sostiene, además, que no existe ninguna vinculación forzosa entre las necesidades de las diversas categorías, por lo tanto, las necesidades ya satisfechas sirven de "motivadores" mientras actúan como sustitutos de las necesidades no satisfechas todavía.

Según el Modelo Bifactorial, los factores extrínsecos (materiales) sólo pueden prevenir la insatisfacción laboral o evitarla cuando esta exista; pero no pueden determinar la satisfacción, ya que esta estaría determinada por los factores intrínsecos (psicológicos), que serían aquellos que son consustanciales al trabajo: contenido del mismo, participación, implicación, responsabilidad, logro, etc.

De la conjugación de estas tres teorías se extrae como conclusión que la participación democrática es una necesidad genética de primer orden para el ser humano y que motiva más a estos que cualquier tipo de estímulo material que únicamente sirven de motivadores como sustitutos.

Ahora entendemos la compulsividad con la que se comportan las personas en esta sociedad de consumo en la que vivimos o ese afán permanente por exigir más y más remuneraciones, en el sistema productivo, por parte de los asalariados; tanto un comportamiento como otro deben de ser entendidos como compensadores ante las carencias en la cobertura de esas otras necesidades primarias siempre ignoradas, propias y características de nuestra especie sapiens, esto es, las intrínsecas, las psicológicas, las cognitivas relativas a la participación democrática y activa en aquellas decisiones que nos afectan, se den estas en la esfera de lo social, de lo político o de lo laboral.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

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