La didáctica nos dice que la programación es un instrumento de trabajo del educador que debe constar de cuatro elementos curriculares: Objetivos, esto es, las capacidades a conseguir y potenciar en los alumnos; Contenidos, que se consideran como un instrumento para conseguir los objetivos (aunque a veces parezcan transformarse en un fin en sí mismo); Decisiones Metodológicas, como podrían ser la opción pedagógica, el estilo educativo, los espacios y los materiales; y los Criterios de Evaluación, que prescriben las técnicas e instrumentos de evaluación y que deberían ser permanentes, globales, sistemáticos, reguladores, formativos, continuos, orientadores y autocorrectores (aunque, también a veces, no nos lo parezca ante las evidencias prácticas).
Otra cuestión de la que la Didáctica se ocupa, preocupa e informa es de cómo debe ser esa programación, esto es:
a) No debe de constituir nunca un producto acabado, sino un producto de partida, que a medida que se va poniendo en práctica es revisada y mejorada.
b) Debe de ser flexible y estar sujeta a continuas adaptaciones y remodelaciones.
c) Debe permitir y potenciar la espontaneidad y la creatividad.
d) La programación se debe elaborar como propuesta abierta que no se va a "imponer".
e) El educador, el profesional de la enseñanza, como buen observador adecuará la propuesta en cada momento a las distintas situaciones, modificando, ampliando, incorporando nuevos factores a la misma.
f) Este profesional debe de estar abierto para la escucha, para adaptar, matizar, mejorar su propuesta y su actuación.
Que bonita es la teoría de la programación educativa que la práctica del currículo oculto no sólo trata de negar, sino que niega. Si el currículo oculto se adaptara y fuera coherente con lo que decreta el diseño curricular base, el fracaso escolar, el fracaso académico en general sería historia.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Otra cuestión de la que la Didáctica se ocupa, preocupa e informa es de cómo debe ser esa programación, esto es:
a) No debe de constituir nunca un producto acabado, sino un producto de partida, que a medida que se va poniendo en práctica es revisada y mejorada.
b) Debe de ser flexible y estar sujeta a continuas adaptaciones y remodelaciones.
c) Debe permitir y potenciar la espontaneidad y la creatividad.
d) La programación se debe elaborar como propuesta abierta que no se va a "imponer".
e) El educador, el profesional de la enseñanza, como buen observador adecuará la propuesta en cada momento a las distintas situaciones, modificando, ampliando, incorporando nuevos factores a la misma.
f) Este profesional debe de estar abierto para la escucha, para adaptar, matizar, mejorar su propuesta y su actuación.
Que bonita es la teoría de la programación educativa que la práctica del currículo oculto no sólo trata de negar, sino que niega. Si el currículo oculto se adaptara y fuera coherente con lo que decreta el diseño curricular base, el fracaso escolar, el fracaso académico en general sería historia.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Javier, te felicito por la pasión dialéctica de tu bitácora, espero que visites la mía si te interesa el sentido común.
ResponderEliminarUn abrazo fraternal,
Rolando