En cierta ocasión un ciudadano de a pie me comentó al leer uno de mis escritos que porqué no los hacía llegar a los responsables institucionales y políticos, dado que tus misivas se caracterizan, seguía argumentando el citado señor, por encerrar la verdad del bufón, esto es, aquella que todo el mundo piensa pero que nadie se atreve a decir. Desde entonces su recomendación sigo, pues entiendo que una profesión tan respetable por histórica y sincera no debe de perderse.
En esta línea me atrevo a exponer lo siguiente: Dejemos al nuevo presidente electo de la Junta de Extremadura que diseñe tranquilo la nueva estructura que ha de dar cumplimiento al ambicioso programa de gobierno que Guillermo Fernández Vara nos presentará el día de su investidura, antes de pedirle los nombres de aquellos que los cargos en el nuevo gobierno ocupen.
A mí personalmente me interesa más el perfil que demandan las tareas que se han de acometer que la persona concreta que en ese perfil tiene que ajustar. Los Nuevos Tiempos reclaman perfiles distintos, más simétricos con el ciudadano al que tienen que servir y con el personal al que han de gestionar, motivar e implicar en este ilusionante proceso de cambio.
Esto que digo se nota hasta en como la ciudadanía habla de su presidente. A Juan Carlos lo llamaban Ibarra, a Fernández Vara lo llaman Guillermo para referirse a él. Llamar a alguien por su nombre y no por su apellido denota cercanía y simpatía.
Los Nuevos Tiempos demandan, por tanto, perfiles institucionales más empáticos, más accesibles, más afectivos, más afables y efectivos; y, por ende, menos resabiados, menos distantes, menos endiosados y menos fatuos y engreídos.
En cierta ocasión dije de Guillermo que encierra en sí una síntesis de lo mejor de Ibarra y de lo mejor de Zapatero. De Ibarra su ingenio y de Zapatero su talante. Este y no otro debe de ser el perfil de aquellos que sean elegidos, pues este es el perfil que la ciudadanía ha votado masiva y mayoritariamente. Creo recordar que en lo que llevamos de autonomía ningún candidato ha obtenido tan elevado número de votos como Guillermo, por algo será; y este algo es que su ingenio y su talante gustan.
La única sugerencia que desde aquí me atrevo a hacer a mi amigo Guillermo es que recomiende, a aquellos que como compañeros/as de trayecto elija en los ámbitos de responsabilidad, esto es, Consejeros/as, Secretarios/as Generales, Directores/as Generales, Jefes/as de Servicio y de Sección, que atentamente lean un texto altamente meritorio publicado por la Escuela de Administración Pública de la Junta de Extremadura, me estoy refiriendo al editado como material didáctico para el Curso de Información y Atención al Ciudadano. Este curso es el más demandado por esa magnífica plantilla de 35.000 empleados con que cuenta la Junta de Extremadura, también por algo será; y este algo es que propugna el fomento de las relaciones de simetría, de la comunicación, de la participación, de la satisfacción, de la motivación, de la calidad, de la simplicidad, de la eficacia, de la modernidad de la administración pública en definitiva, y lo hace desde una perspectiva ingeniosa y de talante.
Tenía ganas de decir lo dicho y mediante la presente constatado queda.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
En esta línea me atrevo a exponer lo siguiente: Dejemos al nuevo presidente electo de la Junta de Extremadura que diseñe tranquilo la nueva estructura que ha de dar cumplimiento al ambicioso programa de gobierno que Guillermo Fernández Vara nos presentará el día de su investidura, antes de pedirle los nombres de aquellos que los cargos en el nuevo gobierno ocupen.
A mí personalmente me interesa más el perfil que demandan las tareas que se han de acometer que la persona concreta que en ese perfil tiene que ajustar. Los Nuevos Tiempos reclaman perfiles distintos, más simétricos con el ciudadano al que tienen que servir y con el personal al que han de gestionar, motivar e implicar en este ilusionante proceso de cambio.
Esto que digo se nota hasta en como la ciudadanía habla de su presidente. A Juan Carlos lo llamaban Ibarra, a Fernández Vara lo llaman Guillermo para referirse a él. Llamar a alguien por su nombre y no por su apellido denota cercanía y simpatía.
Los Nuevos Tiempos demandan, por tanto, perfiles institucionales más empáticos, más accesibles, más afectivos, más afables y efectivos; y, por ende, menos resabiados, menos distantes, menos endiosados y menos fatuos y engreídos.
En cierta ocasión dije de Guillermo que encierra en sí una síntesis de lo mejor de Ibarra y de lo mejor de Zapatero. De Ibarra su ingenio y de Zapatero su talante. Este y no otro debe de ser el perfil de aquellos que sean elegidos, pues este es el perfil que la ciudadanía ha votado masiva y mayoritariamente. Creo recordar que en lo que llevamos de autonomía ningún candidato ha obtenido tan elevado número de votos como Guillermo, por algo será; y este algo es que su ingenio y su talante gustan.
La única sugerencia que desde aquí me atrevo a hacer a mi amigo Guillermo es que recomiende, a aquellos que como compañeros/as de trayecto elija en los ámbitos de responsabilidad, esto es, Consejeros/as, Secretarios/as Generales, Directores/as Generales, Jefes/as de Servicio y de Sección, que atentamente lean un texto altamente meritorio publicado por la Escuela de Administración Pública de la Junta de Extremadura, me estoy refiriendo al editado como material didáctico para el Curso de Información y Atención al Ciudadano. Este curso es el más demandado por esa magnífica plantilla de 35.000 empleados con que cuenta la Junta de Extremadura, también por algo será; y este algo es que propugna el fomento de las relaciones de simetría, de la comunicación, de la participación, de la satisfacción, de la motivación, de la calidad, de la simplicidad, de la eficacia, de la modernidad de la administración pública en definitiva, y lo hace desde una perspectiva ingeniosa y de talante.
Tenía ganas de decir lo dicho y mediante la presente constatado queda.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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