El análisis que se puede hacer de las palabras pronunciadas por Rafael Lemus Rubiales, Vicesecretario General C.E.P. de Badajoz, en la presentación de las listas electorales del PSOE de Extremadura es el siguiente: El PSOE de Extremadura mantendrá el 20-N los tres escaños que tiene en cada cámara (Congreso y Senado) sin que se les despeine el flequillo ni se les arrugue la raya del pantalón o la faldita pedolibre de la americana.
Añade Rafael Lemus que para que hubiera una variación "se tendría que producir una diferencia de 15 puntos".
La moraleja que se puede sacar de estas afirmaciones es que la indignación de los ciudadanos no les afecta lo más mínimo y ellos seguirán haciendo más de lo mismo de siempre.
Creo que ya va siendo hora de plasmar en la realidad formas de comportamiento colectivo que hagan inviables este tipo de actuaciones de los componentes de los Partidos del Turno (PPSOE). La indignación ciudadana, para ser eficaz, ha de ser no solo movilizada en las calles; sino política y unitariamente en las urnas.
Pero esto que digo es más un deseo que una realidad, en Extremadura la izquierda alternativa es incapaz de conformar una respuesta movilizada política y unitaria en las urnas.
Aquí en Extremadura carecemos de personas con la altura de miras que están teniendo ahora mismo en Aragón. Le comentaba recientemente a mi amigo Herminio que Juan Manuel Aragüés Estragués, además de profesor titular de Filosofía en la Universidad de Zaragoza, es comunista. Creo que de los pocos comunistas que ahora están actuando consecuentemente en relación a la necesaria unidad de las fuerzas progresistas. Si esa unidad es una jota o no lo es ya se verá en la práctica. Primero hay que posibilitarla para ver sus capacidades reales.
Y quede claro que lo que queremos los ciudadanos es unidad, no uniformidad o delegacionismo.
En este sentido le digo a mi amigo Mateos, que yo tampoco creo en el delegacionismo; mi concepción de los partidos es similar a la que tengo de los mandos a distancia. Cuando utilizamos un mando a distancia nos facilitamos el trabajo, es una herramienta para hacer la vida más cómoda; no es el mando a distancia quién determina qué debemos de ver en la televisión, somos nosotros los que determinamos el canal, el mando a distancia se limita a ejecutar una orden.
Los partidos políticos tendrían que ser algo así, tendrían que representar fielmente la opinión de la ciudadanía. O sea, partidos como meras correas de transmisión de la opinión ciudadana. Como ahora no son así hemos de conformarlos/programarlos para que cumplan su función. Y si no valen hay que sustituirlos, como si de un mando a distancia se tratara. Lo que nunca hemos de hacer es tirar la toalla o darnos por vencidos por la dificultad que ahormarlos pueda entrañar.
Por tanto, nada de delegacionismo; nada de partitocracias que nos suplanten. Simplemente instrumentos que hagan nuestra voluntad ciudadana. Como diría un clásico, nuestra emancipación ha de ser obra de nosotros mismos; ni en dioses, reyes ni tribunos está el supremo salvador, nosotros mismos realizaremos el esfuerzo redentor.
Esperemos que este mensaje pueda ser decodificado por las actuales partitocracias que gestionan los intereses de la izquierda alternativa en Extremadura y, tras ello, surja en sus lúcidas cabezas alguna propuesta de movilización política UNITARIA en las urnas de cara al próximo día 20-N para que iniciemos -con tod@s y entre tod@s- esa necesaria y urgente revolución social desde las urnas que esta región necesita.
Extremadura está condenada. Aquí todo funciona de manera caciquil, y con esta estructura territorial, sin ciudades, con la población diseminada y poca movilización, no es posible.
ResponderEliminarAsí parece ser amigo Leónidad. Nos toca soportar más de lo mismo. A pesar de ello hemos de seguir insistiendo a ver si alguna neurona de los "jefes de partitocracia" se ilumina. Recibe un abrazote amigo.
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