viernes, 3 de abril de 2009

Sistema educativo y coerción según Lobrot

Nos decía ayer nuestra amiga Ruth, en relación al procedimiento de estampación característico de nuestro sistema educativo (y del que opinaba Francisco Giner de los Ríos que "por medio del cual se lucha a brazo partido con el alumno para hacerle repetir mecánicamente unas cuantas nociones - más o menos inexactas-, más parece artísticamente enderezado a anular en él la inteligencia que a proteger su gradual evolución") que "No se si a lo mejor lanzáramos una campaña los padres y los niños llevaran una camiseta al colegio donde dijera soy capaz de reflexionar y meditar por mí mismo, a lo mejor se daban por aludidos".

Qué debemos de hacer para que nuestras realidades educativas no sean como muy visiblemente las definía nuestro amigo Alfonso Vázquez: "Vas a una clase, te "enfrentas" a tus 25 fierecillas, vas a otra lo mismo y en serie, toda la mañana. Para los muchachos, los mismo: llegan a las 8:30, se sientan, aguantan un rollo, y así hasta seis horas diarias. Y en algunos casos, por la tarde más."

Michel Lobrot, eminente pedagogo, profesor de psicología y de filosofía, fundador del "Groupe pour Renovation des institutions pédagogiques" sostiene, sobre este tema que abordan Ruth y Alfonso en mi blog, que si consideramos un grupo autogestado, por ejemplo una clase, en un instante dado de su existencia, encontramos en él cierto campo motivación. De este campo motivacional, y de las variables que sobre él inciden, nos dice Lobrot lo siguiente:

Las motivaciones de los individuos pueden ser cualquiera. En eso reside el gran interés de ese procedimiento desde el punto de vista pedagógico.

De hecho, en una clase, los intereses pueden ser muy divergentes. Ciertos alumnos no se interesan para nada por el trabajo escolar o por un trabajo intelectual cualquiera, y sólo son capaces de trabajar si se les obliga a ello. Por otra parte, ni siquiera se muestran sensible a las sujeciones todavía existentes en tal sistema. Por ejemplo, no les importa fracasar en los exámenes creados por esa institución.

Otros alumnos, que no se muestran mucho más interesados son sin embargo sensibles a las amenazas latentes que resultan, por ejemplo, del fracaso en los exámenes. Esto no simplifica las cosas, pues sus intereses o motivaciones reales son perpetuamente contrarrestada por una angustia nacida de esta percepción que crea una especie de contramotivación o mala conciencia.

Estas dos categorías de alumnos son con mucho las más numerosas, y a menudo hasta constituyen la inmensa mayoría. En el sistema tradicional esto permanece oculto por la actividad impuesta gracias a una poderosa coerción, que da la impresión de calma y de trabajo. ¡Pero esto es una pura ilusión, que jamás se denunciará bastante, pues impide, de todas maneras, la lucidez y, por tanto, la búsqueda de los medios para remediarlo.

Quedándonos claro, tras estas palabras del eminente pedagogo Lobrot, que la inmensa mayoría de nuestros alumnos no se interesan para nada por el trabajo escolar a no ser que estén obligados por una poderosa coerción, palabras que vienen a confirmar las manifestadas por Ruth y por Alfonso; sólo queda preguntarse ¿si lanzáramos una campaña los padres y los niños, llevando estos una camiseta al colegio donde dijera SOY CAPAZ DE REFLEXIONAR Y MEDITAR POR MÍ MISMO, a lo mejor se daban por aludidos y derogaban el método de memorización y recitación mecánica de conceptos?

9 comentarios:

  1. Buenas tardes amigo javier.

    Hay que buscar metodos pedagogicos para que el aprendizaje sea atractivo para el alumno, no una presion que le produzca angustia. Tambien creo que se debe armonizar esa diversion, esa forma atractiva del aprendizaje, con la parte de responsabilidad y sacrificio que le compete al alumno. A partir de ahi, por supuesto, hay que darle creatividad al niño y al joven dandole campo e inciativa para su propia creatividad y toma de decisiones, siempre bajo una orientacion positiva de la convivencia y de los valores sociales.

    Un fuerte abrazo.

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  2. Buenas... joder niño, a nada que me lio y tardo en venir por esta tu casa, como que.. joder que es mucho, que no lo he leido todo, que me da pereza. ¡Cuaaantoo!
    AYYY, si hasta llevais razón y casi seguro que funcionaba, pero olvidáis la subespecie animal en la que entre unos y otros hemos convertido a los crios, y...a muchos padres de crios, joder, ¡qué padres! El problema no es ya si alguno de ellos es capaz de razonar solito, no es un problema de pedagogía aplicada es de pura y simple educación. Han perdido el "miedo" el respeto a padres, educadores y lo que le pongan por delante.¿ Alguno de ustedes se habría, con 10 u 11 años, enfrentado a un adulto, a un vecino, profesor? ¿Que le decían sus padres cuando se ponían pesados con el Quiero esto o el No Quiero aquello? ¿Cuantas veces tendremos que decir eso de "que buena vara..."
    Ese es ahora el gran reto, si lo acompañamos de una buena pedagogía, mejor.

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  3. De los comentarios de Ruth y Alfonso me gustaría extraer mi propia opinión si se me permite desde mi corta experiencia como docente.

    En primer lugar, Alfonso, creo que SÍ existen otras alternativas. La cuestión es ponerlas en práctica o al menos intentar que la Consejería de Educación nos permita hacerlo, ya que lo que buscamos, a fin de cuentas, es el bienestar de nuestros alumnos. Si te fijas bien existen otros métodos en Europa y en EEUU.

    Si es necesario hacer cambios y experimentar (en el buen sentido) habrá que hacerlo para dar con la tecla adecuada. Por otro lado, no olvidemos que lo que sirve para un aula puede no servir para otra, de ahí nuestra capacidad de adaptación.

    En cuanto al comentario de Ruth, sobre esa propuesta de llevar la susodicha camiseta, creo que anda un poco equivocada desde mi punto de vista. Una de las competencias básicas que propone el currículo extremeño es la competencia que permite que nuestros alumnos adquieran y desarrollen las capacidades y habilidades necesarias para manifestar sus opiniones y razonamientos (autonomía personal). El profesor que lo permite,que deberíamos ser todos, deja a sus alumnos reflexionar, debatir y manifestar sus ideas y opiniones, ya sea a través de su expresión oral como escrita. Los dejamos reflexionar, porque es algo que nos interesa a nosotros mismos principalmente: que reflexionen sobre sus conductas, que reflexionen sobre los temas sociales que nos importan, que reflexionen sobre los conceptos que se explican en clase...

    Creo que los docentes no necesitamos pancartas de nuestros alumnos, ya que ellos mismos se dan traza y maña para verter su pensamiento en el aula, incluso cuando no deben (esto es ya otro asunto).

    Que el sistema educativo necesita mejorar... SÍ, totalmente cierto, pero que nuestros alumnos nos pidan a gritos desarrollar su juicio crítico, creo que no es necesario a día de hoy. Lo hacen, y en total libertad, y doy por hecho que se les escucha.

    Un saludo.

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  4. ¡Buenas noches!

    De acuerdo con Malo, del respeto hacia los padres en algunos casos se ha pasado al coleguismo.

    ¿Xhandra? ¿entonces donde crees que falla el sistema educativo según tú?

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  5. Hola Ruth espero que no te haya sentado mal mi respuesta, simplemente pretendía darte mi opinión. Intentaré responder a tu pregunta ya que es bastante acertada y desde ya te digo que es bastante compleja como para contestarla en un comentario.

    En primer lugar opino que el primer error o fallo aparece desde el primer momento en que se mezclan alumnos de 11 años con alumnos de 18 (a pesar de que muchos digan que están separados físicamente en los centros). Por otro lado falla el sistema cuando se permite pasar de curso a alumnos que no han superado los objetivos de las materias. También el hecho de que desde la propia Consejería y los equipos directivos sigan a rajatabla algunos puntos del currículo mientras otros se pasen por alto (no en todos los centros, ojo).

    También te diré que debemos remontarnos a la primaria donde el maestro ha perdido gran parte de la autoridad de la que gozaba anteriormente. Los alumnos están mucho más protegidos y libres y las consecuencias de sus conductas negativas no traen consecuencias que permitan trasnmitir enseñanzas y valores. Estos problemas se amplían en la secundaria, etapa de la adolescencia, donde ya es bastante complejo "educar en valores", pues esos alumnos han aprendido que su mal comportamiento no es amonestado como se debiera, y esto se transforma luego en casos muy graves de violencia, acoso... que vemos habitualmente en las noticias, y que es real.

    Por otro lado te diré también que el alumno está superprotegido frente al profesor, que debe mostrarse siempre correcto sin la posibilidad de cometer ningún fallo. Además, muchos docentes están desmotivados por la situación frustrante que encuentran en algunas aulas, donde los alumnos mantienen una actitud insostenible para la que no están preparados. Ya no encuentran métodos suficientes.

    Otro punto esencial es la familia. Como sabemos vivimos en una sociedad donde el modelo de familia tradicional ha cambiado hasta el punto de que, como es necesario que trabajen ambas figuras, padre y madre, los niños están más desatendidos. Lo sé de buena tinta porque muchos padres me lo comentan. Esto ocurre por supuesto indirectamente, mientras que directamente otros padres no supervisan ni orientan el trabajo diario de sus hijos, también lo sé. La implicación de los padres es fundamental en la motivación de los alumnos, en el rendimiento y la educación en valores.

    Ni qué decir tiene que los alumnos de este periodo viven inmersos en una sociedad vacía y materialista donde la televisión ejerce una influencia considerablemente negativa. Mientras que temas como las drogas, el acoso, la violencia, pasan a un segundo plano, es decir, que no se le da la importancia que merece, y que sin embargo son problemas reales que también se dan en las propias aulas.

    Por supuesto no podemos olvidar la propia formación del docente. Muchos profesores aún no son capaces de utilizar un correo electrónico. El hecho de alejarse de nuestra realidad tecnológica no permite adaptarse a las necesidades de los alumnos y del buen funcionamiento de las aulas. Los propios adolescentes exigen el uso de estos medios TIC porque para ellos resulta mucho más ameno y atractivo emplear estos instrumentos para trabajar los contenidos de las distintas materias; además, se mueven como pez en el agua. Si el docente ignora o se niega a utilizarlos, está perdiendo una posibilidad preciosa de hacer suya una herramienta fundamental para desarrollar capacidades y habilidades que poseen nuestros chicos.

    Como puedes apreciar, no puedo considerar que nos centremos en un problema que creo que en realidad no exite: la libertad de expresión y reflexión de los alumnos. Creo que afortunadamente los métodos han cambiado y que nuestros chicos son hoy más participativos y autónomos que nunca y que por supuesto el docente está abierto al debate y a escuchar lo que opinan y piensan. Cuando yo estudiaba en el cole y en el insituto, no teníamos esas posibilidades, de hecho permanecíamos todo el tiempo callados escuchando al profesor.

    Espero Ruth que más o menos te haya servido mi respuesta. En la medida de lo posible he intentado sintetizar unos poquitos conceptos.

    Gracias.

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  6. Hola Cruz, hola Malo Malísimo, hola Xhandra, Hola Ruth:

    - Cruz, estoy de acuerdo con lo que dices, suscribo tus palabras, entiendo y defiendo que "hay que buscar métodos pedagógicos para que el aprendizaje sea atractivo para el alumno, no una presión que le produzca angustia".

    - Malo Malísimo, insisto tanto sobre los docentes por el hecho de ser los que tienen, o deberían tener al menos, la cualificación adecuada para formar a l@s alumn@s. Si no la tienen lo deben de decir de una forma pública. Yo creo que carecen de formación didáctica y pedagógica, no pasa nada por reconocer la evidencia. Si tuvieran una adecuada formación didáctica y pedagógica los problemas no serían para ellos dificultades, sino posibilidades de desarrollo. Cualquiera se puede preguntar en qué porcentaje funciona el sistema educativo, la respuesta es en un porcentaje idéntico al de número de madres y padres de alumn@s que hacemos en nuestros hogares la función de verdugos, esto es, obligando y haciendo adquirir hábitos de memorización mecánica a nuestros hijos para que aprueben y saquen buenas notas. Hay que empezar a reconocer desde ya que, como bien dice Lobrot, las materias, más bien los métodos como se le enseñan las materias a nuestros hijos no hacen de las asignaturas algo agradable, la educación no respeta el principio de significación. Las materias que se imparten no resultan significativas para nuestros alumn@s, y no lo son a ningún nivel. La ludicidad, otro principio básico pedagógico tampoco se respeta. Qué comportamientos vamos a cambiar de l@s alumn@s con haber introducido la asignatura de ciudadanía, pronto, sino ya mismo, será otra materia más que genera un aburrimiento pasmoso en l@s alumn@s.

    - Xhandra, la solución ha de venir de la mano de la evaluación del profesorado por parte de l@s alumn@s e incluso de los padres y madres de l@s alumn@s. Hay que establecer una relación de simetría. A lo largo de la historia ha habido docentes que eran adorados por sus alumn@s, desde María Montesori a Freinet, pasando por Makarenko o Pestalozzi. También eran adorados por l@s padres y l@s madres de esos alumn@s. Conseguían éxitos asombrosos con clases de más de 50 alumn@s. Por otra parte, desde los tiempos de Vigotsky, sabemos que tanto los niñ@s como l@s adolescentes tienen una predisposición innata para llevar a cabo cualquier tipo de aprendizaje, pero para que ello se dé se tiene que utilizar el método lúdico-creativo de que ya he tratado en este blog. Recomendaría a l@s docentes su conocimiento y aplicación. Por otra parte Xhandra, no se trata que el alumn@ se exprese puntualmente o de forma sistemática en clase, sino en el tipo de diseño de las tareas (no deseadas, sin significación para el alumn@), el tipo de diseño de los exámenes. No se suscita el interés en el alumn@, no se sabe crear el apasionamiento de l@s alumn@s por la adquisición de conocimientos. Si la predisposición al aprendizaje es algo innato en el ser humano, qué labor se lleva a cabo en los centros de enseñanza para erradicarla por completo de nuestros hij@s.

    - Ruth, respondo a tu certera pregunta: el gran problema de nuestro sistema educativo es que nadie goza en él y con él. L@s alumn@s padecen, l@s docentes padecen, l@s padres y madres de l@s alumn@s padecen y la propia administración pública no sabe ni donde meterse cuando aparecen publicados los datos desalentadores que genera. El actual sistema hay que modificarlo para que funcione, o en el sentido de ludificarlo y hacer de los procesos de enseñanza-aprendizaje algo grato para todos o en el sentido de transformar en verdugos a ese 37 por 100 de los padres y madres de alumn@s de la ESO que no son capaces de crear hábitos de memorización mecánica en sus hij@s que cursan este nivel, en el sentido de transformar en verdugos a ese 46 por 100 de de los padres y madres de alumn@s de Bachillerato y FP que no son capaces de crear hábitos de memorización mecánica en sus hij@s que cursan este nivel y, por último, en el sentido de transformar en verdugos a ese 50 por 100 de de los padres y madres de alumn@s de Universidad que no son capaces de crear hábitos de memorización mecánica en sus hij@s que cursan este nivel. El problema de hacer esto último está en que esos padres y madres de alumn@s, además de no saber como hacer lo que se les pide, probablemente no puedan, su perfil suele ser el de trabajadores no cualificados, perceptores de unos salarios de 800 euros al mes con lo cual han de trabajar los dos miembros de la pareja para alimentar y vestir a sus hijos, además lo harán con un contrato basura que si desean les sea renovado tendrán que hacer algunas horas extras diarias gratis para el empresario. Con lo cual, tras 9 o 10 horas de trabajo, ponte a explicar lecciones a los niñ@s.

    Recibid un muy fuerte abrazote amig@s y perdón por la extensión del comentario, pero hay cuestiones que hay que empezar a hablar alto y claro de ellas. Y gracias por vuestra participación en este blog.

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  7. Hola Xhandra:

    Tu respuesta es muy ilustrativa y facilita ese necesario debate en profundidad sobre el sistema educativo.

    Resalto de tu respuesta algunos párrafos muy significativos y que comento.

    Dices: "Por otro lado falla el sistema cuando se permite pasar de curso a alumnos que no han superado los objetivos de las materias".

    Ahí está el verdadero reto de un verdadero docente, crecerse ante la dificultad. Ahí es donde se necesitan intervenciones educativas. Lo que falla del sistema no son l@s alumn@s, todo ser humano tiene el mismo número de neuronas. Nuestras capacidades cognitivas son muy similares, ¿por qué entonces un alumn@ no supera un nivel determinado? Porque no tiene buenos docentes, carece de docentes que sepan realizar una adaptación curricular para extraer todas las potencialidades que ese alumn@ encierra, la mayoría de los docentes sólo utiliza ese antiquísimo método (al menos cuenta con 1.000 años, pues es el mismo que se utilizaba en las madrassas orientadas a enseñar el Sharia y tenían que ver principalmente con la memorización del Corán y de los hadiths -las enseñanzas orales de Mahoma-) de la clase magistral . Las técnicas de dinámicas de grupos o el aprendizaje cooperativo darían mejores resultados que la clase magistral y no generaría fracaso académico.

    Dices "el maestro ha perdido gran parte de la autoridad de la que gozaba anteriormente"

    Antes la letra con sangre entraba, en mis tiempos era raro el día que no recibíamos una verdadera paliza por parte del "docente", eso no era autoridad. Además, la autoridad se gana no se impone desde fuera de la relación del docente con el alumno. Existen muchos métodos para ganarse esa autoridad, el primero que se vea al docente como un facilitador, como un verdader@ entrenador que está al lado del alumn@ y que va a enseñarle como superar los retos a los que se enfrenta. El profesorado no evalúa, no sondea al alumnado; si lo hiciera se daría cuenta que se le percibe como al enemigo, así difícilmente se gana uno la autoridad de nadie, mas bien la hostilidad del resto de la comunidad educativa.

    Dices: "muchos docentes están desmotivados por la situación frustrante que encuentran en algunas aulas"

    Eso es sencillamente por el hecho de carecer de formación didáctica y pedagógica. La solución es sencilla, se solicite a la consejería de educación tal formación por parte de los sindicatos que representan a l@s docentes, o crear una plataforma para ello. Se contaría con el apoyo de padres y madres de alumn@s. Es tan fácil como decir públicamente que un@ sabe muchas matemáticas, o mucha geografía, o mucha literatura, y que por esos conocimientos fue seleccionado en una oposición, pero que no sabe transmitirlos adecuadamente por desconocer las técnicas al uso didácticas y pedagógicas. En un post que escribía hace algunos días decía lo siguiente: En 1918, el Partido Socialista Obrero Español acogió y aprobó la ponencia presentada por la Escuela Nueva de Madrid, de la que era autor Lorenzo Luzuriaga. En dicha ponencia se afirmaba que "el personal docente de todas las instituciones educativas -desde las primarias a las superiores- formará un cuerpo único, con una preparación análoga en cuanto a su intensidad, diferenciándose sólo por la especialidad a que se dedique. Para la formación de este personal se creará en las universidades la facultad de pedagogía, la cual tendrá las instituciones escolares necesarias anejas para las prácticas del personal que aspire al magisterio y al profesorado".

    Dices: "el modelo de familia tradicional ha cambiado hasta el punto de que, como es necesario que trabajen ambas figuras, padre y madre, los niños están más desatendidos".

    En el comentario anterior abordaba este tema. Ahí es por tanto dónde deben de estar l@s docentes, esta es la realidad que hay que abordar sin demora, educar a l@s hij@s de aquell@s que no pueden. Recientemente solicitaba la colaboración de algún o alguna mecenas para poner un centro educativo en marcha. Con los índices de fracaso académico existentes, poner en marcha un centro educativo con personal cualificado en técnicas didácticas y pedagógicas, además de su especialidad en la docencia, garantizaría unos niveles muy elevados de éxito a aquell@s alumn@s que cursaran sus estudios en ese centro. Reforzar la motivación del profesorado con salarios ligados a resultados académicos de l@s alumn@s y a la valoración de estos y de su familia.

    Dices "Ni qué decir tiene que los alumnos de este periodo viven inmersos en una sociedad vacía y materialista donde la televisión ejerce una influencia considerablemente negativa"

    Ahí hay otra oportunidad, ahí está el reto; desde el ámbito educativo se deben de posibilitar reflexiones para idear estrategias para contrarrestar esas influencias e incluso eliminarlas. No se trata de prohibir esas emisiones, se trata de desplegar una acción educativa que fortalezca al alumn@ hasta el nivel de ignorar la influencia de ese tipo de programas. Mi admirado F.B. Skinner también se ocupó del desarrollo de programas educativos para niños y adolescentes reforzadores de hábitos en el sentido de lo dicho.

    Dices: "Por supuesto no podemos olvidar la propia formación del docente"

    Aquí está la razón fundamental de ese elevado índice de fracaso académico. La administración es muy responsable de ello, nunca ha exigido en las oposiciones tener conocimientos y destrezas sobradas en el ámbito pedagógico y didáctico. Es normal que se falle cuando no se sabe. No obstante el profesorado debería de haber exigido esa formación, antes que frustrar el futuro de muchos niños y jóvenes evaluándolos y calificándolos sin saber.

    Dices: "el docente está abierto al debate y a escuchar lo que opinan y piensan. Cuando yo estudiaba en el cole y en el insituto, no teníamos esas posibilidades, de hecho permanecíamos todo el tiempo callados escuchando al profesor"

    A la mayoría en ese cole nos adoctrinaron más que a escuchar a oír y a repetir lo oído, pero no a escuchar, a reflexionar y a atender lo reflexionado. Cuantas veces un profesor/a ha sometido su propia acción docente a juicio y evaluación de su alumnado. La pedagogía y la didáctica recomienda encarecidamente esta práctica y, sin embargo, cuantos docentes la practican. Cuantos docentes preguntan y escuchan a l@s alumn@s sobre las formas de abordaje de un tema. Cuántas dinámicas y técnicas se emplean en una clase a lo largo del curso académico para fomentar este tipo de debates. Se discute con l@s alumn@s sobre las adaptaciones curriculares necesarias que se deben realizar. No, y no se hace porque los minusvaloramos y cuando a alguien se le minusvalora no se implica, ni participa; y alguien que no se implica, ni participa se termina por aburrir en clase y acaba reventando la clase. Así que el profesor/a no tiene autoridad porque no sabe enseñar, simplemente tiene conocimientos que transmite pero que no calan en el receptor. Incluso digo más, cuantos docentes han abordado el tema del fracaso académico con sus alumn@s y les han pedido a estos que piensen las razones del mismo así como soluciones evaluables y efectivas.

    Recibe un muy fuerte abrazote amiga y gracias por animar este necesario debate. Espero que mis palabras no te molesten.

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  8. ¡Buenos días!

    Madre mía menuda faena de leer y asimilar y comprender me habéis preparado entre Xhandra Y Javier, bueno dedicaré en lo que va de día tiempo para asimilarla y sacer más conclusiones, pero necesitaba decir que: Xhandra en ningún momento me he molestado, me encanta que me hallas contestado, y sin haber leído por completo toda la contestación, si que estoy completamente de acuerdo contigo en que los niños de 11 años no se pueden mezclar con los de hasta 18, esto es un grave error, los unos son niños, los otros adolescentes, y con 18 ya son adultos.

    Luego retorno con tranquilidad, que ahora me demanda el trabajo.

    Gracias y un abrazote enorme.

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  9. Esta mañana deje un mensaje que no se ha grabado.

    Este tema es muy difícil de consensuar puesto que son muchas ls partes implicadas y la mayoría de las veces nos echamos la culpa unos a otros sin parar a escuchar lo que tenemos que decirnos porque la verdad es que todos queremos y luchamos por lo mismo, que nuestro jóvenes crezcan sanos, felices, bien formados y educados con libertad de pensamiento y de expresión.

    El otro día le comentaba a mi alcalde, ya que él manifestaba que el diálogo es una pérdida de tiempo. Yo le decía que aveces parece que con el diálogo no conseguimos nada más que perder el tiempo, PERO luego cuando asa un tiempecito cada parte reflexiona sobre lo hablado y es probable que se comiencen a formar las bases de un consenso para lograr la solución.

    Por ello os digo que diálogo, diálogo y diálogo.

    Me gustaría manifestar que los jóvenes de 18 años son mayores de edad por ley, pero eso para mí no es ser adulto, una persona adulta ha alcanzado la suficiente madurez y experiencia y a estos chavales aún les queda para ello.
    No obstante no me parece acertado tenerlos junto a los de 11 años puesto que por edad difieren en gustos y comportamientos.

    Saludos y muakssss. Nieves.

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