viernes, 26 de diciembre de 2008

Lévy-Bruhl y los robos en la Nochebuena placentina

Las raíces sociales de la razón y la categoría afectiva son dos conceptos básicos para el filósofo, sociólogo y antropólogo francés Lucien Lévy-Bruhl.

Desde la perspectiva diseñada por Lucien Lévy-Bruhl se puede abordar no sólo el análisis certero de realidades sociales, sino también la previsión lógica de sus comportamientos colectivos; pues, si el hombre es un animal racional a causa de su vida en sociedad y de su elaboración de conceptos generales en cuanto colectivos, puesto que, forzado a comunicar sus ideas a otros semejantes, debe analizar y descomponer su propio pensamiento, ¿por qué no afirmar, entonces, que la estructura del grupo determina la del pensamiento?

Si la razón, así como el comportamiento, tienen raíces sociales; y si estos se conforman fundamentalmente por la interacción afectiva en el grupo; ¿por qué no conformamos estructuras grupales que faciliten una interacción afectiva intensa entre sus miembros al objeto de socializar y socializarnos mejor?

Hoy aparece una noticia en prensa que evidencia ese no-saber-hacer desde lo político-institucional, ese no-saber-construir lo afectivo para hacernos más sociales.

La noticia en cuestión es un nuevo robo, esta vez en Nochebuena, de cien bombonas de gas del almacén que Repsol tiene en Plasencia. Esta noticia no nos debería ya sorprender, pues cada semana son varias las sustracciones de bombonas que padece esta empresa; así como otros establecimientos de la ciudad que también son visitados asiduamente por los amigos de lo ajeno. El alijo de estos robos, como así nos informa la prensa, "contribuye a surtir el mercado negro instalado impunemente en San Lázaro y La Esperanza a cambio de droga".

Los métodos adoptados hasta ahora no han servido para nada. La policía no puede o no sabe hacer nada a pesar de que el propio encargado de la empresa localizó en San Lázaro el Peugeot 307 utilizado por los ladrones cargado de bombonas. Las cámaras de seguridad de la empresa, como las recientemente instaladas por el ayuntamiento de la localidad, sirven para dar testimonio de lo que acontece; sirven para hacer manifiesto lo latente. Pero las cámaras no evitan los delitos, sólo nos hacen más conscientes de su evidencia y de la necesidad de intervenir de forma efectiva. Optar entre la modalidad represiva o afectiva depende de nosotros según lo que entendamos por intervenir de forma efectiva.

8 comentarios:

  1. El problema es que el hombre, en sí mismo, es un animal que se guía por sus instintos.
    Al entrar en sociedad, no le queda más remedio que reprimir algunos de ellos.
    La utópica solución no sería la represión sino la absorción de conciencia para que esos instintos fueran canalizados adecuadamente.

    Las estructuras grupales de las que hablas podrían sin duda ser de gran ayuda para ayudar a canalizarlos y sobre todo para poder incrementar el nivel de conciencia que nos haría avanzar, sin duda, a un mundo más humano.
    ¿ Pero por quién estarían formadas ? ¿ Cómo podrían ser eficaces ?

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  2. estaremos ante una ciudad con ley pero sin autoridades que la ejecuten???

    dejemonos de cámaras, y dotemos de más recursos humanos...

    un saludo

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  3. Hola Gadiel Turi:

    Suscribo tus palabras. Se hace necesario incrementar el nivel de conciencia, únicamente así avanzaríamos.

    La conciencia ha de ser autoformada por el sentido común. Para ello, para su eficacia, ha de empezarse desde la más tierna infancia.

    Como decía Galileo, no se puede enseñar nada a nadie, simplemente lo podemos ayudar para que lo piense con su propia cabeza.

    Recibe un abrazote.

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  4. Hola Satine:

    Pienso que los recursos humanos también serían ineficaces, tanto como las cámaras; ello no quiere decir que me oponga a su incremento, sino todo lo contrario al objeto de demostrarnos que no resuelven el problema.

    Aquí lo que se necesita es intervención educativa y sociolaboral; y sólo como acompañante para que estas sean posibles, la coercitiva.

    El problema es vivir en un entorno social que degrada y pervierte a los seres humanos. Nacer en una familia con enormes carencias y sin capital cultural resulta altamente nocivo.

    No obstante estoy seguro que más temprano que tarde abordaremos y daremos solución a este problema.

    Recibe un abrazote amiga.

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  5. Este tema ya ha sido motivo de un reportaje televisivo, y cuando esto ocurre todos sabemos que es por su gravedad.
    Javier, la solución inmediata requeriría de más recursos policiales, humanos y metodológicos. La solución a largo plazo y más amplia pasa por la intervención educativa y social.
    Un abrazo

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  6. Hola Paco:

    Gracias por tu comentario. Planteas bien el tema, se requieren medidas a corto y medio plazo y acciones a largo plazo; todas ellas coordinadas en un plan que implique a todas las administraciones: local, provincial, regional y nacional. Casi todas las ciudades cuando llegan a cierto nivel padecen este tipo de problemas, es hora ya de pensar en solventarlos de raíz.

    Recibe un abrazote amigo.

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  7. Represivo o afectivo... menuda decisión. Siempre te pide el cuerpo lo afectivo pero, qué haces cuando hay sujetos sin corazón...

    Felices fiestas Javier. Un abrazo.

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  8. Hola Jesús:

    Gracias por tu aportación. Tus observaciones son siempre bienvenidas a este blog. Resultan altamente sugerentes.

    Sobre lo que dices pienso que optar por el término medio como sugería Aristóteles no estaría nada mal.

    Recibe un abrazote amigo.

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