lunes, 27 de octubre de 2008

La necesidad de participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

Nos dice el catedrático de universidad Emilio López-Barajas que la persona es esencialmente comunicación y referencia a otros. Su experiencia básica es la comunicación. Existir es coexistir; es existir con los demás. No sólo se vive, se convive.

A continuación referencia a Medina Rubio quien entiende la educación como el principio del propio proyecto vital de la persona. La actividad discente permite que el acto de un hombre o de una mujer sea verdaderamente humano.

El principio de actividad insiste en la necesaria participación del educando como origen de sus propias acciones y agente primordial de su propia educación, en el desarrollo del proceso educador y, por tanto, en la necesidad de estimular la actividad del sujeto que se educa.

Como reacción a la pasividad y al carácter impositivo de la educación tradicional, el principio de actividad destaca la necesidad de que la persona que se educa observe, actúe, descubra, investigue, tenga iniciativas.

Que el alumnado aprenda haciendo; que el conocimiento surja de la acción deliberada, no impositiva, realizada por el propio aprendiz; que en el orden del conocer la acción preceda al pensamiento.

El alumnado debe participar de su proyecto personal de educación, aun más: deben ser oídos por la administración y los directivos de las organizaciones educativas, ya que las necesidades no sólo derivan de los grupos sino también de cada persona en concreto.

El principio de originalidad, propio del pensamiento divergente, informa de la necesidad de establecer procesos de enseñanza-aprendizaje que favorezcan, por medio de la participación, el pensamiento divergente o creador. La acción docente debe favorecer y potenciar las capacidades innovadoras de los alumnos.

5 comentarios:

  1. ¡Buenos días amigo!
    hay una expresión popular que incesantemente se repite desde que nuestros niños son bien pequeños, solemos decir: dejarlos hacer, ya les enseñará la vida. Pues de la misma manera debemos dejar fluir aquellas inquietudes y curiosidades que vienen a nuestros niños a su mente en edad escolar, no son sandeces son sus inquietudes, aquello que despiertan en ellos curiosidades que son apoyo por parte de los docentes y los padre, pueden alimentar ese torrencial de ideas de esencias que albergan nuestros niños en su persona.
    Espero haberlo plasmado bien, si alguien no lo entiende, no dude en preguntar, ya que ha venido por si sólo a mi mente.
    Un abrazote amigo, buena y necesaria esta entrada, al igual que sigo reivindicando la involucración de los padres de los alumnos en todo este entramada, porque las dos van unidas, sino no da el buen resultado que este debería.

    ResponderEliminar
  2. Ya lo hemos dicho en varias ocasiones, no queremos alumnos que se muevan como autómatas, queremos alumnos, jóvenes con capacidad para pensar por si mismos, para actuar conforme van aprendiendo, por llo es tan importante y necesario que a nuestros alumnos se les enseñe a pensar por si mismo. Hoy día es quizás pronto, ya que la comunidad educativa no está aún concienciada de ella pero creo que es determinante crear estos debates para que todas/os y cada una/o de nosotras/os vayamos concienciandonos de que es lo que hay que hacer, educar enseñando a los alumnas/os ha pensar por si mismos.
    A muchos no les gustará pero es lo que hay y lo que se debe hacer.

    Hasta pronto Javier. Te sigue a diario, Nieves.

    ResponderEliminar
  3. Javier, un ejemplo de los que dices. In illo tempore, son muchos años, por eso lo digo en latín, mi profesor de esta lengua nos enseñó sin enseñarnos, con 18 0 19 años y las hormonas revolucionadas tuvo la ocurrencia de enseñarnos latín traduciendo los poemas eróticos de catulo y las canciones de borrachos de los cármina burana. Fue un éxito y aprendimos. Esa debe ser la filosofía de la escuela. Interesar al alumno, el resto ya vendrá dado.

    ResponderEliminar
  4. Hola Ruth, hola Nieves, hola Malo Malísimo:

    Tenemos un sistema educativo invertido. Con lo fácil que sería partir de las inquietudes y del deseo de conocer del alumnado. El ser humano, y más los niños, son inquietos por naturaleza; desean saberlo todo, comprenderlo todo, transformarlo todo. Es una lástima que esta voluntad por saber sea castrada por un sistema educativo tradicional, mecánico y memorizador. Es una lástima que se confunda saber con memorizar. Ese es el principar error de nuestro modelo educativo.

    Recibid un abrazote amig@s.

    ResponderEliminar
  5. Hola Javier, estupendo post, y siempre de acuerdo contigo en que hay que hacer al alumno más participativo y creador de sus propios aprendizajes. La pena es cuando topamos con alumnos que se entierran en la pasividad de una forma casi grotesca y totalmente voluntaria. Un docente se puede esforzar en atraerlo, pero cuando se cierran es imposible; esta acción para los maestros y profesores a veces se convierte en frustración porque no se consigue lo pretendido. Pero sí es cierto que debemos potenciar en los alumnos esa creatividad necesaria. Yo por ejemplo suelo darles mucho margen en sus opiniones hacia un texto literario o sobre juicios de valor a la hora de elaborar una redacción; es preciso y necesario que vean que sus ideas y opiniones pueden escucharse libremente siempre y cuando estén adecuadamente justificadas (obvio).

    Un abrazo.

    ResponderEliminar