domingo, 26 de octubre de 2008

Globalización, esquema inferencial y lógica aymara

La realidad es construida a través del lenguaje. Cada sociedad o cultura ha desarrollado sus reglas y leyes basándose en su percepción de la realidad a través de su manera de nombrar los objetos, los eventos y los acontecimientos de la vida.

La cultura aymara no está ausente de esta teoría lingüística y, según Iván Guzmán de Rojas, la lógica de esta cultura para poder interpretar la realidad que nos rodea permitiría una mayor precisión para la concatenación de eventos y su evolución para convertirse en un hecho mayor a producirse en un tiempo venidero.

A esa ciencia se la conoce como Futurología.

La futurología es un arte y una ciencia. No es esoterismo. Permite construir escenarios futuros, sobre cualquier temática, para analizarlos y tomar medidas en el presente, de manera que lo que va a venir sea beneficioso. “No se trata -explica el ingeniero Iván Guzmán de Rojas- sólo de pronosticar lo que podría suceder, sino de ver qué eventos van configurando el futuro, cómo se van desarrollando y provocando nuevos eventos, concatenación que se conoce como escenario”.

En EEUU, el también denominado scenary planning (escenario de planificación) ha tomado mucho cuerpo en el último tiempo, afirma Guzmán de Rojas. “El éxito se ha dado fundamentalmente en la industria”, en vista de que “el gran problema en tiempos de globalización es adelantarse a hechos futuros con inversiones adecuadas”.

Tal capacidad para adelantarse no depende, pues, de la intuición, “sino de un estudio cuidadoso, no sólo sobre la base de las tendencias existentes, sino de una metodología que permita ver los escenarios posibles y el cómo influir en su evolución para evitar desastres”.

A esa metodología aporta el investigador, apelando a la lógica aymara que ha formalizado algebraicamente para llegar al terreno de la computación.

¿Por qué hablar de lógica aymara y no sólo de lógica?

El futuro es contingente, modal, no se puede aseverar nada sobre él con absoluta certeza, sino en virtud de la mejor posibilidad, la verosimilitud o la duda, explica el ingeniero. Entonces, los sufijos del aymara “me ayudaron a formalizar una lógica de tres valores de verdad”, y su forma de actuar derivó en un álgebra “que me sirve para calcular por computadora un esquema inferencial; o sea, si tengo un conjunto de premisas, y las formulo en términos modales, llego a una conclusión por medio de operaciones algebraicas”.

Ésta es la esencia del más reciente trabajo que ha desarrollado el creador del Atamiri, ese traductor electrónico de idiomas que también recurre al aymara.

“Estoy dando una herramienta para poder inferir”, resume. En detalle, con ejemplos, tal instrumento está explicado en su libro Futurología y Lógica Aymara.

2 comentarios:

  1. Lo que dan de si unas bolas enlazadas.
    ¿cual era el nombre? No lo recuerdo, algo parecido a quipus. El Pueblo Aimara tiene también unas historias muy curiosas en sus tradiciones. Por cierto creo que los Inuit del Gran Norte, también son de raza Aimara.

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  2. Hola amigo Malo Malísimo:

    Hemos de aprender mucho del pasado. Ya conoces uno de nuestros lemas: Aquellos pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.

    El otro día opinaba nuestro Docto Doctor Centeno sobre el atraso que supuso el pensamiento medieval en relación a los conocimientos existentes con anterioridad procedentes de egipcios, griegos y romanos.

    La amenaza actual al progreso, en relación a lo expresado, está en esos neocon que lidera Ansar.

    Recibe un abrazote amigo.

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