jueves, 1 de noviembre de 2007

La batalla de la basura

La basura es el campo de batalla elegido por el Ayuntamiento de Plasencia para confrontarse con sus ciudadanos.

Primero fue la señora Elia, alcaldesa de la ciudad, la que hace escasas fechas nos abroncó públicamente a los placentinos tachándonos de sucios e incívicos.

Después fue el primer teniente de alcalde y portavoz del gobierno municipal, señor Barbancho, quien nos dijo que en estos temas de la basura nada pueden hacer desde la institución más, si acaso, que subirnos los impuestos si los ciudadanos persistíamos en nuestra osadía de reclamar mejoras de estos servicios.

La tercera persona enviada para hacer callar a la ciudadanía ha sido el concejal de interior, señor Francisco Martín; el cual avalado por 28 expedientes de la policía local, de los cuales solo dos son relativos al tema de la basura, nos amenaza de nuevo a los placentinos con sanciones de a 100 euros por incívicos y sucios.

Señoras y señores del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Plasencia, no se empecinen en intentar desviar la atención ciudadana del lugar de donde radica y emerge el problema de la basura.

Saben Ustedes sobradamente que los placentinos somos en término general escrupulosos cumplidores de la ley y personas altamente concienciadas en el tema del reciclado, el cual practicamos. No somos, por tanto, unos sucios e incívicos delincuentes. No nos traten, por tanto, como tales.

El problema es suyo, del Ayuntamiento de Plasencia, que se deja acumular la suciedad en las calles por la tardanza en el tiempo de su limpieza.
El problema es suyo, del Ayuntamiento de Plasencia, por no atender la inveterada demanda ciudadana de recoger diariamente el contenido de los contenedores de basura y tenerlos soterrados.
El problema es suyo, del Ayuntamiento de Plasencia, por no dar servicios a sus ciudadanos a la altura de calidad que estos se merecen.
El problema es suyo, del Ayuntamiento de Plasencia, por priorizar más en las elevadas cuantías que deben de cobrar sus ediles liberados que por establecer un programa de trabajo con objetivos evaluables para estos.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

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