Como sabéis creo en lo que decía Leucipo de Mileto, esto es, todo ocurre necesariamente y por alguna razón. En este marco inserto lo del ahorro energético que, si bien se tiene que dar en el presente, puede resultar absurdo y contraproducente en el futuro. Os explico:
La nueva revolución energética, como afirma la Agencia Internacional de la Energía, es la del hidrógeno; una revolución similar a la que en su día supuso la máquina de vapor o el carbón.
Esta es una nueva revolución industrial que sólo produce como desecho agua. Por lo tanto, si dispusiéramos de ella, lo inadecuado, para el cambio climático inclusive, sería no consumirla masivamente.
El único problema con que se encuentra la implantación de esta nueva energía segura, interminable y no contaminante es la relativa a la voluntad política de los gobiernos por hacer los esfuerzos inversores necesarios al objeto de hacerla plenamente viable. En estas cuestiones la Unión Europea está por detrás de Estados Unidos en cuanto a financiación de proyectos, donde el gasto en este sector es entre cinco y seis veces superior al que la UE. Japón es otro de los países que está apostando fuerte por el desarrollo de esta nueva fuente energética.
Como conclusión, en relación a la cuestión del ahorro energético, hemos de hacer caso a Alfred Adler, el cual sostenía que todo puede ser así como también todo lo contrario.
No se si os pasa a vosotros, pero la ciencia y la técnica nos abren unas puertas y posibilidades jamás soñadas. Cada día me apasiona más este mundo paradójico en el que vivimos.
Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
La nueva revolución energética, como afirma la Agencia Internacional de la Energía, es la del hidrógeno; una revolución similar a la que en su día supuso la máquina de vapor o el carbón.
Esta es una nueva revolución industrial que sólo produce como desecho agua. Por lo tanto, si dispusiéramos de ella, lo inadecuado, para el cambio climático inclusive, sería no consumirla masivamente.
El único problema con que se encuentra la implantación de esta nueva energía segura, interminable y no contaminante es la relativa a la voluntad política de los gobiernos por hacer los esfuerzos inversores necesarios al objeto de hacerla plenamente viable. En estas cuestiones la Unión Europea está por detrás de Estados Unidos en cuanto a financiación de proyectos, donde el gasto en este sector es entre cinco y seis veces superior al que la UE. Japón es otro de los países que está apostando fuerte por el desarrollo de esta nueva fuente energética.
Como conclusión, en relación a la cuestión del ahorro energético, hemos de hacer caso a Alfred Adler, el cual sostenía que todo puede ser así como también todo lo contrario.
No se si os pasa a vosotros, pero la ciencia y la técnica nos abren unas puertas y posibilidades jamás soñadas. Cada día me apasiona más este mundo paradójico en el que vivimos.
Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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