Desde luego no se podrá decir de mi que soy tacaño o escaso en aquello que dispenso cuando públicamente opino. Si he de criticar lo hago sin atenerme a lo políticamente correcto. Si algún responsable institucional o político se merece una llamada de atención por lo que hace, o más bien por lo que no hace, es probabilísimo que la reciba sin contemplaciones. Ahí están mis artículos que la prensa regional publica para dar explícita muestra de ello. En esto consiste la democracia participativa, en decir lo que se piensa en voz alta y sin condicionarse por las consecuencias. Eso sí, siempre desde el más absoluto respeto y consideración tanto a las formas como a los contenidos.
Pero igual de presto que se está para la crítica, se ha de estar para la alabanza cuando la persona o entidad institucional o política sobradamente se lo merece en evidencia y demostración de sus actos.
Esta última es la circunstancia que toca hoy realizar, o sea, halagar y agasajar a un servicio de la Junta de Extremadura por su sobresaliente actuación, por estar a la altura de las expectativas que como ciudadanos tenemos, por cumplir con su función y obligación, por posibilitar que nos sintamos orgullosos de nuestra institución regional, por hacernos ver que la rigurosidad y la escrupulosidad en el cumplimiento del deber impera y se provee con normalidad. El servicio en concreto al que me refiero es el de Inspección y Seguimiento de la Calidad. Enhorabuena por vuestro trabajo, del que seguramente también lo esté nuestro presidente; pues valedor sistemático es de las buenas prácticas.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Pero igual de presto que se está para la crítica, se ha de estar para la alabanza cuando la persona o entidad institucional o política sobradamente se lo merece en evidencia y demostración de sus actos.
Esta última es la circunstancia que toca hoy realizar, o sea, halagar y agasajar a un servicio de la Junta de Extremadura por su sobresaliente actuación, por estar a la altura de las expectativas que como ciudadanos tenemos, por cumplir con su función y obligación, por posibilitar que nos sintamos orgullosos de nuestra institución regional, por hacernos ver que la rigurosidad y la escrupulosidad en el cumplimiento del deber impera y se provee con normalidad. El servicio en concreto al que me refiero es el de Inspección y Seguimiento de la Calidad. Enhorabuena por vuestro trabajo, del que seguramente también lo esté nuestro presidente; pues valedor sistemático es de las buenas prácticas.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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