Guillermo está que se sale

Quisiera resaltar dos cualidades de nuestro presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que son las responsables de esa confianza ciudadana que se dispensa a su persona.

La primera es el afecto que otorga a los demás, consecuencia de esa relación cercana y empática con la que trata a todos aquellos que a él se acercan, y cuyos resultados son la expectación y el cariño que despierta. Esto se pudo comprobar en la ciudad de Plasencia, en su visita al barrio de San Miguel; pues, como la prensa pública, algunos residentes de esta popular barriada placentina consideran un “lujo” poder verlo.

La segunda está relacionada con su claridad de ideas. Esto que afirmo lo pudimos observar en el discurso que pronunció con ocasión del acto de apertura del curso de la Universidad de Extremadura. En él apostó por satisfacer exigencias ciudadanas que tienen que ver con las metodologías de trabajo y con los retos más inmediatos y apremiantes en materia de innovación. Como resumen me quedo con el siguiente: Cambiar muchas de las mentalidades anteriores; Actuar con rigor y con objetivos evaluables para contribuir al desarrollo de la región; Apostar por dar importancia a la formación de cuadros intermedios y directivos de empresas; Puesta en marcha de parques empresariales y viveros de empresas de base tecnológica y servicios de apoyo a la investigación; Corregir desajustes y redimensionar la oferta de titulaciones para adaptarnos al Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES); Adecuar la universidad al EEES para hacerla competitiva y aprovechar sus grandes opciones, porque hasta ahora la empresa demandaba títulos, pero la sociedad de hoy demanda conocimiento y actitudes; Estamos en una nueva etapa y o nos adaptamos, o nos adaptan; El desarrollo y la innovación significa llegar antes para conquistar el futuro y para eso necesitamos estructuras, personas y equipos.

Gracias Guillermo por tu coherencia al lema que forjaste el día de tu investidura como presidente de todos los extremeños, esto es, trabajar, trabajar, trabajar y no defraudar a los ciudadanos.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)