miércoles, 30 de mayo de 2007

Víctor Casco y la estrategia del NO

Estimado amigo Víctor:

En la noche del pasado día 27-M planteastes tu dimisión. Respeto tu decisión, pero considero que no mereces dimitir; pues la experiencia vivida, sin duda, te habrá hecho madurar y crecer como persona, mejorándote, en todos los aspectos, la calidad humana que ya posees.

Cuales son las razones que esgrimo para que te replantees tu dimisión, sencillamente las siguientes:

1.- Entiendo que los errores, como en otras ocasiones te he trasladado, hay que entendernos como procesos de aprendizaje. El aprender como no debemos de hacer las cosas es un paso necesario para empezar a adoptar un rumbo correcto y efectivo en esta paradójica vida.

2.- Entre los errores que se han debido aprender a superar está el de la estrategia del NO. Ya decía Freud que para el cerebro el NO es inexistente, es algo que no puede aprehender. Por ejemplo, si yo te digo: NO te imagines un elefante; rápidamente tu mente elabora una imagen de un elefante. Esto se debe a que el NO es una construcción social, es lenguaje. Al haber IU elaborado su estrategia sobre el NO, los mensajes subliminales que llegaban a la ciudadanía han sido los contrarios a los que se pretendían. Los NO a la refinería, los NO a las térmicas, los NO a las autovías, etc... Han sido transformados por el cerebro emocional de los electores en refinería, térmicas y autovías. Buena parte del triunfo de Guillermo se debe a todos los que estaban instalados en la estrategia del NO, entre ellos IU y el PP.

3.- También se ha debido entender que hay que aprender a relativizar las cosas. Si desde una perspectiva dialéctica sabemos que las formas de conciencia son consecuencia del grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas, así como que no existe contradicción que no disuelva el desarrollo de esas fuerzas productivas; Siendo esta la naturaleza material de las cosas. No tenemos más -esta debe de ser nuestra función- que, conociendo las leyes que rigen del desarrollo social, potenciar ese desarrollo de las fuerzas productivas y creadoras del ser humano, lo que elevará su autoconciencia; así como, paralelamente, trabajar por eliminar todas aquellas contradicciones en las relaciones sociales, laborales y de producción que lo limiten.

4.- Por último, y como solía recomendar Leucipo de Mileto, todo ocurre necesariamente y por alguna razón. Busquemos por tanto esas razones orientadoras de las cosas que nos acontecen. Iniciando esa búsqueda como nos recomendaba Heráclito cuando nos decía que no podríamos apreciar el día si no existiera la noche, que no podríamos apreciar la salud si no existiera la enfermedad, ... La victoria que nos espera será más valorada cuando, tras los aconteceres padecidos, llegue.

Es en base de todo lo dicho en lo que se sustenta mi opinión relativa a que reconsideres tu decisión de dimitir.

Sin más por el momento, recibe un cordial y fraternal saludo.

Atentamente.

Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

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