Queridos amigos de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, la verdad es que un triunfo sin paliativos, como el cosechado por el PSOE en Extremadura, avala su política. Nos guste o no eso es así. Igual que un triunfo del PP en las pasadas elecciones generales hubiera supuesto un respaldo a la guerra.
Pero queridos amigos, hay que hacer un análisis más profundo. Desde una perspectiva dialéctica es el desarrollo actual de las fuerzas productivas el que marca el paso a las formas de conciencia. Como consecuencia de ello la ciudadanía demanda lo que demanda. No encierran las formas de conciencia mayores secretos.
Un ejemplo, hace 10 o 20 años ya había grupos ecologistas reclamando una variación de las políticas energéticas de los países más desarrollados, alertando sobre el cambio climático. De que les valió en esos momentos todo el empeño que pusieron y ponían en el asunto; pues, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas existente en ese momento no posibilitaba un desarrollo general de las formas de conciencia, del conjunto de la ciudadanía, que propiciara una adecuada percepción de esa realidad. Hoy en día todo el mundo, así como los gobiernos, están sensibilizados sobre el tema; elaborándose normativas que limitan considerablemente los efectos de las políticas energéticas de los países desarrollados.
Seguramente, queridos amigos de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, os parezcan limitadas y escasas esas normativas. No hay que preocuparse, a más contaminación más normativas aparecerán. Nos va la vida en ello. El ser humano parece regirse por el dicho de a cuanto peor mejor, que le vamos a hacer. Además, habrá que adoptar, ante las paradojas de la vida, una perspectiva como la de Engels, el cual se preguntaba y, al tiempo se respondía, sobre la siguiente cuestión: ¿Qué ocurriría si sucediera un cataclismo tal en la tierra que esta llegara a desaparecer?, pues, a nivel de universo, absolutamente nada.
En fin, queridos amigos de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, no os enfadéis conmigo por mantener una opinión diversa a la vuestra; pues, tanto unos como otros tenemos que refrendar en la práctica aquello que decimos; como también decía Engels, no hay extravagancia teórica que no sea corregida por la práctica. La práctica es ese gran tribunal que todo lo pone en su sitio. Disipando con ello todo tipo de metafísica. Además, mi propósito no es discrepar, pues, como otras veces he dicho, no tengo ideología que realizar; lo mio es, exclusivamente, descubrir las leyes que guían el desarrollo social y atenerme a ellas.
En espera de que estas líneas os sean útiles, recibid un cordial y fraternal saludo.
Atentamente,
Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Pero queridos amigos, hay que hacer un análisis más profundo. Desde una perspectiva dialéctica es el desarrollo actual de las fuerzas productivas el que marca el paso a las formas de conciencia. Como consecuencia de ello la ciudadanía demanda lo que demanda. No encierran las formas de conciencia mayores secretos.
Un ejemplo, hace 10 o 20 años ya había grupos ecologistas reclamando una variación de las políticas energéticas de los países más desarrollados, alertando sobre el cambio climático. De que les valió en esos momentos todo el empeño que pusieron y ponían en el asunto; pues, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas existente en ese momento no posibilitaba un desarrollo general de las formas de conciencia, del conjunto de la ciudadanía, que propiciara una adecuada percepción de esa realidad. Hoy en día todo el mundo, así como los gobiernos, están sensibilizados sobre el tema; elaborándose normativas que limitan considerablemente los efectos de las políticas energéticas de los países desarrollados.
Seguramente, queridos amigos de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, os parezcan limitadas y escasas esas normativas. No hay que preocuparse, a más contaminación más normativas aparecerán. Nos va la vida en ello. El ser humano parece regirse por el dicho de a cuanto peor mejor, que le vamos a hacer. Además, habrá que adoptar, ante las paradojas de la vida, una perspectiva como la de Engels, el cual se preguntaba y, al tiempo se respondía, sobre la siguiente cuestión: ¿Qué ocurriría si sucediera un cataclismo tal en la tierra que esta llegara a desaparecer?, pues, a nivel de universo, absolutamente nada.
En fin, queridos amigos de la Plataforma Ciudadana Refinería NO, no os enfadéis conmigo por mantener una opinión diversa a la vuestra; pues, tanto unos como otros tenemos que refrendar en la práctica aquello que decimos; como también decía Engels, no hay extravagancia teórica que no sea corregida por la práctica. La práctica es ese gran tribunal que todo lo pone en su sitio. Disipando con ello todo tipo de metafísica. Además, mi propósito no es discrepar, pues, como otras veces he dicho, no tengo ideología que realizar; lo mio es, exclusivamente, descubrir las leyes que guían el desarrollo social y atenerme a ellas.
En espera de que estas líneas os sean útiles, recibid un cordial y fraternal saludo.
Atentamente,
Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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