martes, 5 de diciembre de 2006

¿Sabéis por qué gobierna Ibarra en Extremadura?

¿Sabéis por qué gobierna Ibarra en Extremadura?
Paseando días atrás por las calles de mi ciudad, llegó a mis oídos la pregunta que un ciudadano formulaba al grupo de conocidos con los que amigablemente charlaba: ¿sabéis por que gobierna Ibarra en Extremadura?
Javier Caso Iglesias (Ateneo Popular Valeriano Orobón Fernández) [12.04.2006 09:05] - 595 lecturas - 5 comentarios


No alcancé a escuchar la respuesta que el ciudadano daba a sus amigos, pero inquietado por la cuestión he decidido reflexionar sobre ella.

Si entendemos, como nos diría Aristóteles, que la naturaleza, así como los seres que agrupa, tienden al desarrollo que es el fin inmanente que a su sustancia le es propio. Esto es, que todo no-ser tiende a ser y que toda potencia tiende a devenir en acto que es autorrealización plena.
Si entendemos, también según el estagirita, lo virtuoso como el medio entre dos extremos viciosos, uno por defecto y otro por exceso: la valentía es el medio entre la temeridad y la cobardía; la modestia es le medio entre la timidez y el descaro.
Es seguro que estaremos muy cerca de la respuesta a la pregunta ¿Sabéis por qué gobierna Ibarra en Extremadura?

Entonces ¿Por qué Rodríguez Ibarra gana los proceso electorales?
Primero: Se ha de saber que muchas personas que manifiestan su malestar con ciertas limitaciones e inercias evidentes del gobernar de Rodríguez Ibarra, terminan siempre votándole por el simple hecho de que es la alternativa más creíble de las tres con opciones que se presentan (PSOE, PP e IU) para llevar a cabo, lo que en palabras de Aristóteles decía más arriba, o sea, hacer que las potencialidades de la sociedad extremeña se desarrollen.
Segundo: Ibarra y el PSOE extremeño ocupan bastante bien ese medio aristotélico del continuo entre dos extremos que a la ciudadanía se le presentan como viciosos por la radicalidad crispada de sus mensajes tensos e irritados. Téngase en cuenta que cuando digo radicalidad no me estoy refiriendo a lo íntimo, a lo esencial de la concepción ideológica que tienen los contendientes que desde la oposición pugnan por conseguir el gobierno regional, sino a lo externo. Alguien radicaliza la expresión externa cuando lo interno no es firme.

Esta es sencillamente la evidente realidad que percibe la ciudadanía extremeña: Ibarra, aunque sea a un nivel que a muchos ciudadanos les parezca insatisfactorio, traslada al electorado, con su gestión y propuestas, una firmeza y una confianza, en el proceso de desarrollo de las potencialidades de Extremadura, del que carecen otras opciones políticas; opciones políticas de las que el ciudadano de a pie desconfía, pues opina que de estar en el gobierno regional ni siquiera serían capaces de llegar a ese escaso nivel de progreso del que disfruta. Y muestra evidente de que esto es así es la inseguridad de los mensajes que las opciones políticas que desean sustituir a Ibarra formulan y que, como he dicho, abundan tanto en la radicalidad exterior como en la inconsistencia interior que el elector obviamente advierte.

Resumiendo: Ibarra gobierna no solamente por lo que su gobierno y su partido hacen (que es insatisfactorio para muchos evidentemente), sino fundamentalmente por lo que la oposición política no hace o no sabe hacer.

Quiero terminar diciendo que quien la presente suscribe es un anhelante ciudadano que como muchos desearía poder contar con una opción política, pues el ser humano como también nos diría Aristóteles es un animal político, que represente no en potencia sino en acto una garantía de desarrollo integral y armónico de todas las potencialidades y capacidades creadoras del pueblo extremeño, tanto individuales como sociales.

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