martes, 5 de diciembre de 2006

Sobre la postulación de candidatos en Izquierda Unida de Extremadura

Sobre la postulación de candidatos en Izquierda Unida de Extremadura
Ayer la prensa regional nos ofrecía un artículo titulado la lucha por la herencia de Cañada. En él se decía que después de que Manuel Cañada abandonase la política, Víctor Casco y Cristóbal Guerrero se postulan como candidatos, este último apoyado por el Partido Comunista.
Javier Caso Iglesias (Ateneo Valeriano Orobón Fernández) [14.06.2006 09:01] - 391 lecturas - 7 comentarios
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La continuación de este artículo, tras el que os mostraré mi opinión, es tal como a continuación sigue:

A falta de un año para las elecciones autonómicas los partidos extremeños apuran ya sus engranajes. El PP ya ha confirmado que Carlos Floriano repetirá como candidato y en el PSOE se da como segura la presencia de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. En esta ocasión el problema parece estar en IU, donde tras la salida del histórico Manuel Cañada ya se han postulado dos precandidatos: Víctor Casco y Cristóbal Guerrero.

Este último, diputado regional de IU-Siex y máximo responsable del Partido Comunista de Extremadura (PCEX), anunció ayer que esta formación le propondrá como candidato de IU a la Presidencia de la Junta. Según avanzó, la decisión fue acordada en el Pleno del Comité Central del PCEX celebrado el domingo y fue respaldada por el 91% de los asistentes a la reunión.

La propuesta del PCEX surge tras haber conocido "por la prensa" la "autopostulación" como candidatos a la Presidencia de la Junta de algunos miembros de IU, sin haberse abierto previamente un proceso de designación en el seno de la coalición.

Tras recordar la fuerte presencia del PCEX dentro de IU, insistió en que la elección de candidatos de IU debe ajustarse a las normas democráticas y contar con la máxima participación, por lo que reclamó la convocatoria de primarias.

El coordinador regional de IU, Víctor Casco, salió rápidamente a la palestra tras conocer estás declaraciones y acusó a Guerrero de querer "enfrentar y dividir" a la organización.

Casco añadió que la reunión del Comité del PCEX se celebró sin que en el orden del día figurase la propuesta de proclamar candidato a Guerrero y contraviniendo los Estatutos federales, que prohíben tomar esas decisiones.

El dirigente de IU añadió que ningún órgano del partido se ha posicionado al respecto, aunque tiene claro que, como coordinador regional de la coalición, piensa presentarse a las primarias del partido.

Hasta aquí el artículo aparecido en prensa sobre los postulados a encabezar la candidatura de IU a las próximas elecciones autonómicas. Mi opinión al respecto es, en síntesis la siguiente:

Pienso sinceramente, y así lo he manifestado en más de una ocasión, que el problema de Izquierda Unida, tanto en Extremadura como a escala nacional, no está en la elaboración de sus candidaturas, no es relativo a quitar a unas personas para poner a otras, o sea, no es de carácter formal; Si no que su problema es el mismo que padecemos toda la izquierda que nos autotitulamos de transformadora y que nos ubicamos a la izquierda del PSOE, esto es, la falta de una identidad clara fundamentada en unos principios sólidos y que al carecer de ella, como acontece en la actualidad, nos lleva a esa especie de radicalismo verbal, de negación permanente de todo, en el que estamos sumidos.

Es evidente y así se demuestra en la práctica, que tanto el PSOE como el PP tienen su identidad, una identidad clara sobre que es lo que quieren, sobre a quienes representan, y consecuencia de ello, saben muy bien hacia donde deben de dirigir sus políticas.

Estas identidades firmes y claras sobre lo que se es y a lo que se aspira, es lo que la ciudadanía capta y, cuando llegan las elecciones, respalda con su voto; Así como en el día a día ampara con su aceptación.

Esto es lo que le falta, esto es de lo que carece Izquierda Unida, así como el conjunto de la izquierda que se autotitula como transformadora. Nos encontramos en esa especie de nihilismo ideológico que Nietzsche anticipaba como característico de esta época.

El conjunto de la izquierda autotitulada de transformadora, el conjunto de la izquierda a la izquierda del PSOE, carece de identidad, no sabe cual es su función -el viejo Marx la llamaba función histórica-, es por eso que se encuentra invertida siendo firme en las formas y flexible en los principios y no al revés que es como debería ser. Es por eso que tiene miedo a implicarse, a comprometerse, a tender manos, a ser influyente, pues teme pasarse al otro bando en el ámbito que le queda, en el de la apariencia, pues en el de la esencia ya lo está.

Esta izquierda a la izquierda del PSOE, si quiere ser algo, si quiere ser referente, ha de dar un salto cualitativo, ha de proceder, sobre ella misma, a negar la negación que diría Engels, esa negación en la que está sumida; tiene que cambiar la opugnación por la propugnación.

Pero este cambio ha de ser de base, tiene que encontrar sus verdaderos principios, su identidad clara, sus objetivos y fines allí donde se hallan: en el mundo material, en el mundo real y concreto; y no en el ámbito ideal en el que actualmente se mueve y parece dormir el sueño de los justos.

De seguir así como estamos, nuestra historia como izquierda a la izquierda del PSOE será en el futuro tan pobre y triste como en el presente, esto es, quedará resumida a repartirse puestos en una lista electoral que además, como dicen los críos, no pita; pues sus incoherencias internas son evidentes.

Los ciudadanos no son tontos, saben, conocen y entienden más de lo que parece. En la actualidad el voto que obtiene Izquierda Unida es menos del diez por ciento del que podría recoger si ocupara el lugar que le corresponde, si tuviera una personalidad como grupo político definida, nítida y clara; si supiera que es lo que quiere y como conseguirlo; si perdiera el miedo escénico y se dejara de idealismos retardatarios.

Mientras esto no sea así la mayoría de sus votos irán donde actualmente van -a la opción que de una forma menos irracional, menos mala hace lo que Izquierda Unida debería de hacer- y que estoy seguro que es el mejor empleo que de ellos se puede concebir en aras de potenciar, reitero, lo que Izquierda Unida debería potenciar y no potencia, esto es, el desarrollo de las fuerzas y capacidades productivas tanto individuales como colectivas que como sociedad albergamos.

Izquierda Unida debe de elegir entre ser lo que actualmente es, algo que no hace ni cosquillas al irracional sistema que soportamos, algo que se mueve en el mundo de lo ideal, algo que, como en su día definió el periódico conservador ABC, imposibilita, cual cortafuegos, la aparición de otra izquierda más radical -no por ello más funcional- en la escena pública nacional; o elegir ser una clara alternativa de poder que cumpla operativamente, en esencia y sin complejos, teniendo en cuenta el mundo donde vivimos, la función que le corresponde cumplir: potenciar el desarrollo integral, armónico, racional y humano de las fuerzas y capacidades productivas y creadoras, tanto individuales como colectivas, que como sociedad albergamos; removiendo para ello todas aquellas relaciones sociales y de producción (superestructura) que lo impidan, empezando para ello conforme a lo que la sensibilidad social actual dicta.

En espera de no haber cansado con mi exposición y pretendiendo que esta se entienda no como una crítica sino como una aportación constructiva en aras de contribuir con mi granito de arena a esa alternativa que, a este modelo de sistema irracional de producción de la vida material que padecemos, entre todos tenemos que edificar, recibid un cordial saludo.

Atentamente,

Fdo.: Javier Caso Iglesias.

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