martes, 4 de octubre de 2016

Acerca del fetichismo mitologizante del discurso en el seno de Podemos

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político e Inscrito a Podemos

Fetichismo: Admiración exagerada hacia una persona o una cosa a la que se otorgan virtudes extraordinarias de las que carece.

Mitologizar: Conferir carácter mitológico a algo o a alguien. Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da un valor que no tienen en realidad.

Es obvio que consecuencia del fetichismo mitologizante del discurso en el seno de Podemos hemos caído, como organización, en la disonancia cognitiva.

Como podemos leer en la Wikipedia, que para estas cosas es muy socorrida, el concepto de disonancia cognitiva, en psicología, "hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, el término se refiere a la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas, todo lo cual puede impactar sobre sus actitudes".

Como se relata en ese texto, el concepto fue formulado por primera vez en 1957 por el psicólogo estadounidense Leon Festinger en su obra A theory of cognitive dissonance. La disonancia cognitiva implica cierta falta de coherencia entre actitud y acción. "Robert A. Baron y Donn Byrne escriben: 'Desgraciadamente, la disonancia cognitiva es una experiencia muy común. Cada vez que dices cosas que realmente no crees experimentas disonancia. En estas situaciones, hay un salto entre nuestras acciones y nuestras actitudes'. Puede decirse que la falta de coherencia que experimentamos en la disonancia se debe a la falta de coincidencia entre nuestro querer y nuestro pensar. De ahí que pueda considerarse que toda disonancia se produce cuando existe un conflicto interno entre nuestras componentes afectivas y cognitivas e implica falta de coherencia entre actitud y acción".

Puede que la disonancia cognitiva como concepto fuera formulado por primera vez en 1957, pero un siglo antes ya se hablaba alto y claro de las diferencias entre lo que se dice y lo que se hace a la hora de atribuir una verdad objetiva.

En la II Tesis sobre Feuerbach se indica que "el problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico". Escrito en alemán por Karl Marx en la primavera de 1845.

El defecto fundamental, se nos narra en este texto, es concebir las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica. Pero la esencia humana no es algo abstracto, es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales; y el individuo pertenece, en realidad, a una determinada forma de sociedad.

Para concluir diciendo que la vida social es, en esencia, práctica; pues "todos los misterios que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica".

En consecuencia, para no terminar alienados por el fetichismo mitologizante del discurso, lo que tenemos que hacer las personas inscritas a Podemos es evaluar la práctica concreta, esto es, las acciones, conductas y comportamientos concretos reales de los "suelta discursos" profesionales que pululan en el seno de la organización, pues haberlos haylos. En esto, para no equivocarnos, y siempre y por sistema, sigamos las sabia recomendación de uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro, Lope de Vega: "Obras son amores y no buenas razones".



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