Pregunta.- ¿Qué son y cómo se organizan las
fundaciones filantrocapitalistas y cómo el gran capital se infiltra
en los movimientos sociales?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Las fundaciones
filantrocapitalistas internacionales como Ashoka
y AVINA han sido definidas
con tal adjetivo porque el gran capital es quien las financia.
Gracias a sus seductores objetivos de cambio y transformación
social, este tipo de fundaciones se ha convertido en la más eficaz
herramienta de la que dispone el sistema capitalista para llegar a
los movimientos sociales, es decir, a los sectores sociales capaces
de organizarse, porque justamente ahí es donde el capitalismo ve los
mayores peligros.
El objetivo de las fundaciones filantrocapitalistas es
mercantilizar los movimientos sociales. Que toda su actuación quede
impregnada de tintes económicos. Que la lucha social se convierta en
economía social. Que la economía sea quien transforme el mundo. Así
todo sigue siendo capitalismo y los activistas sociales quedan
narcotizados creyendo que, por esta vía, continúan con sus luchas.
Más que de activismo social, podríamos hablar de actividad social
mercantilizada. Éste es el cambio de concepto que pretende el
filantrocapitalismo.
Las fundaciones filantrocapitalistas propagan sus ideas
como los brazos de un pulpo. Lo hacen a través de los emprendedores
sociales y de las enormes influencias que éstos ejercen sobre
personas y organizaciones. No olvidemos que los emprendedores
sociales de Ashoka y los socios de AVINA son líderes sociales
cuidadosamente seleccionados por estas fundaciones, las cuales saben
que están ante auténticos flautistas de Hamelín.
O también propagan estas ideas a través de las que
podríamos llamar organizaciones portadoras, con las cuales las
fundaciones filantrocapitalistas mantienen acuerdos y estrechas
vinculaciones, de manera que el filantrocapitalismo ejerce su
influencia de un modo exponencial.
Pregunta.- ¿Se queda la lucha social, al ser
narcotizada y alienada por el filantromercantilismo, desactivada para
propugnar un sistema diferente al capitalista?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Obviamente. Los
activistas sociales mercantilizados nunca propugnan un sistema
diferente. Se integran en el sistema capitalista, al cual aceptan,
aunque en apariencia no sea así. Estas actividades sociales
mercantilizadas son aparentemente alternativas, solidarias, éticas...
pues con este tipo de palabras las difunden. Palabras vacías. Muchas
palabras vacías. En definitiva practican las mismas actividades
mercantiles que llevan a cabo las empresas convencionales. Sin
ninguna diferencia, salvo en el lenguaje. Lenguaje edulcorado y muy
atractivo para quienes tengan inquietudes sociales. Venden humo. Humo
al que se abrazan las personas aparentemente más críticas y
participativas. Como Ixión se abrazó a Néfele.
Y, claro, si la actividad social mercantilizada no
resultase rentable en términos económicos, no podría prosperar y
acabaría su recorrido. Como le sucedería a cualquier empresa
convencional. Sin embargo, la actividad social mercantilizada dispone
de mecanismos adicionales para lograr tan ansiada rentabilidad
económica.
El primer mecanismo adicional es la caza
profesionalizada de subvenciones. Subvenciones públicas y privadas.
Muy alternativo. La excusa es que las subvenciones te ayudan a
financiar tu proyecto de transformación social. Aunque, en realidad,
quien pone la pasta traza el camino que debes seguir. Lo dicen las
bases de cualquier convocatoria.
El
segundo mecanismo adicional es la búsqueda de financiación a través
de personas concienciadas y de de buena voluntad, pues estas dos
cualidades son decisivas para que pongan más dinero. Se trata del
'crowdfunding', los microcréditos y otras figuras similares. Y si la
campaña de 'crowdfunding' o de microcréditos la encauzas a través
de alguna organización que esté en la onda y que sea experta en
mercantilizar al máximo lo social (especialmente claros son los
casos de Goteo y Fiare),
para qué más. Y de este modo, además, esa organización pasará a
disponer de una base de datos con todas aquellas personas tan
conformes con tu proyecto, que incluso están dispuestas a
financiarlo.
Y el tercer mecanismo adicional es el voluntariado. ¿Que
no tienes dinero para iniciar, continuar o expandir tu actividad
social mercantilizada? Pues pon voluntarios para que lo hagan. Estas
personas tranquilizarán sus conciencias y además no cobran. Y si
encima están en el paro o en situación laboral vulnerable y les
brindas expectativas laborales, trabajarán como jabatos y se dejarán
la piel en tu proyecto.
Podría
pensarse que trabajar con voluntarios en una actividad mercantil es
ejercer competencia desleal sobre las pequeñas empresas
convencionales que desarrollan la misma actividad aunque con
asalariados. Qué va... la labor social que supone acoger voluntarios
es imposible de imaginar y valorar por quienes practican la economía
convencional.
Y
si, pese a estos mecanismos adicionales, tu actividad social
mercantilizada no terminase de ser rentable, despide a tus empleados
aplicando la reforma laboral de Rajoy. Eso sí, deja bien claro ante
tu Asamblea que es la decisión más dura y difícil que has tomado
en tu vida. Y si no hubiera que llegar a tanto, redúceles la jornada
y bájales el sueldo, que la economía social es economía honrada. Y
para cubrir los huecos que te puedan quedar por estos despidos o
reducciones de jornada, contrata autónomos. O aplica de nuevo el
segundo mecanismo, con el añadido de que tus empleados podrían
reconvertirse en voluntarios, incluso a tiempo parcial. Todo muy
ético y muy alternativo.
Pregunta.- ¿Qué tipo de estructuras crean y cómo se
coordinan los filantromercantilistas, o sea, los activistas sociales
mercantilizados para su camuflada práctica socio-ordoliberal ligada
a la Escuela de Friburgo y al concepto de "economía social de
mercado"?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Crean empresas, pero
evitan nombrarlas como tales, al menos en público. Bueno, si no
queda más remedio que reconocerlas públicamente como empresas, pues
las leyes que nos someten son así, su figura favorita es la
cooperativa. Y aunque las cooperativas son empresas, huyen de
llamarlas empresas. Insisten en llamarlas cooperativas. Y la
abreviatura 'Coop.' tiende a ocupar más tamaño en el logo que el
propio nombre de la empresa. Y es fundamental que la extensión de la
página web sea '.coop'. Las asambleas de estas cooperativas también
quedan narcotizadas con el discurso de quienes tiran del carro.
Aprobamos lo que nos propongan, nos sentimos partícipes en la toma
de decisiones, y después para casa.
Los activistas sociales mercantilizados tampoco cejan en
su constante empeño por crear 'coordinaciones', como ellos las
llaman. Se trata de coordinar los movimientos sociales del ámbito
que sea, aunque no exista la más mínima necesidad de que sean
coordinados. Esta tarea es muy fácil de vender: con esto logramos
apoyo mutuo, disminución de esfuerzos, servicios comunes,
colaboración, abaratamiento de costes, intercambio de información...
¿Intercambio de información? Sí, lo más importante. Es
fundamental recopilar la información que generan los movimientos
sociales que forman parte de estas coordinaciones. Y, de paso, quien
haya creado una coordinación innecesaria mantiene a su vera los
movimientos sociales que formen parte de la misma, observa
constantemente cómo respiran y los va llevando a su redil. Y si esta
coordinación careciese de actividad aparente, no pasa nada; la
reunimos una vez al año, cada cual cuenta sus cosas, tomamos nota,
nos damos unos abrazos y todos para casa.
Y si esta coordinación pudiese tener liberados, pues
mejor que mejor. De esta manera se logra que las organizaciones que
forman parte de la misma vayan dejando hacer a los liberados, y poco
a poco todo el mundo queda de nuevo narcotizado por la comodidad que
tal circunstancia supone.
Por otra parte estas coordinaciones multiplican la
proyección de quienes más intereses tengan puestos. Mediante ellas
logran contactos personales y abundantes clientes afines a sus
empresas, perdón, a sus causas, convencidos de que contratando sus
servicios estarán transformando el mundo. Pero la impecable imagen
pública de los filantromercantilistas queda sustentada por la
apariencia de loables objetivos comunes, de cooperación...
Apariencia
que publicitan decisivamente los medios de comunicación. Porque
continuamente publican dulces entrevistas, artículos reflexivos y
reportajes sobre los filantromercantilistas y sus movimientos
sociales mercantilizados y coordinados, y lo mucho que contribuyen a
cambiar el mundo y la sociedad. Parecerá información, pero en
realidad es publicidad. Publicidad gratuita, además. Los medios de
comunicación, dedicados a crear opinión filantromercantilista. La
voz de su amo. El pulpo también se extiende así. Y en muchas
ocasiones los medios de comunicación alternativos caen en la trampa.
Y bastantes de los medios alternativos que no caen en la trampa
porque ya saben lo que hay, lo publicitarán igualmente porque a sus
amos también les interesa. E incluso reciben dinero por ello. Uno de
los casos más destacables es el de eldiario.es, que mantuvo durante
años, y en portada, un blog llamado Inspira,
pagado por Momentum
Project (BBVA, Price Waterhouse Coopers, ESADE y Ashoka), cuyo
profuso contenido son amables publirreportajes dedicados a empresas
filantromercantilistas muy bien tocadas por el pulpo.
Pregunta.-
¿Cómo se han justificado los activistas sociales mercantilizados
cuando han recibido críticas de este tipo?
Respuesta
de Isidro Bustamante.- Para protegerse, más que para justificarse,
utilizan un discurso muy simple pero muy efectivo entre sus fieles.
Consideran que quienes los acusan de haber caído en las garras del
capitalismo son unos paranoicos y unos conspiranoicos. ¿Es que acaso
ha venido algún hombre de negro con maletines a decirnos lo que
tenemos que hacer en nuestros movimientos sociales? Consideran
igualmente que quienes los critican pretenden hundirlos y sembrar
dudas sobre ellos. Los activistas sociales mercantilizados trasladan
al estricto terreno personal todas las críticas recibidas, pues con
este argumento tienen mucho que ganar ante sus fieles y de paso
evaden el fondo de la cuestión. También afirman que vivimos en un
mundo en el que el purismo es imposible, que estos críticos son
puristas que viven al margen de la realidad y con ideas de imposible
puesta en práctica. Y que los críticos son, asimismo, peligrosos
desactivadores sociales. Matar al mensajero. Un clásico. Y a veces
con violencia, ya que el negocio está en juego. Y de ningún modo
mencionan la crítica documentada, pues no les conviene que se
conozca y difunda.
Pregunta.- ¿Cuál sería la conclusión, actuación o
consecuencia que los movimientos sociales deberían sacar de este
conocimiento que tenemos de la infiltración en su seno del gran
capital a través de fundaciones filantromercantilistas?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Es imprescindible que
cuando una organización se nos ponga delante y nos ofrezca las siete
maravillas, indefectiblemente le hagamos la prueba del algodón. Esta
prueba consistiría básicamente en informarse lo más a fondo
posible sobre los tres elementos esenciales de la citada
organización: quiénes la dirigen, cómo se financia y con qué
otras organizaciones tiene establecidos acuerdos, o "alianzas",
como les gusta decir. Si quienes dirigen, financian o se alían con
esta organización son personas o entidades vinculadas al
capitalismo, incluso a su lado más filantrópico o amable, mal
vamos. Dime con quién andas y te diré quién eres. Es indispensable
aborrecer a estos compañeros de viaje. Se debe seguir adelante, pero
sin ellos. Y evidenciarlo. Y en el seno de los movimientos sociales
hay que debatir siempre sobre esto. Callar es otorgar.
Pregunta.- ¿Nos puedes poner algunos ejemplos concretos
de cómo las fundaciones filantrocapitalistas actúan en nuestro
entorno?
Respuesta de Isidro Bustamante.- El pulpo está muy
extendido y en todos los ámbitos. Por resumir y por referirme
directamente a Ashoka en tu entorno o en el mío, en Extremadura
tenéis a la emprendedora social de Ashoka Beatriz Fadón,
seleccionada por esta fundación en 2008. Empezando por lo más
inmediato, en la web de Red Calea, principal empresa de Beatriz
Fadón, se dice "Participamos activamente en la creación de
redes alternativas específicas, con el objetivo de impulsar un
tejido social que trabaje para hacer del desarrollo rural
agroecológico una realidad". Y a continuación, Red Calea
destaca las siguientes "redes alternativas específicas" en
las que "participa activamente": Ashoka, Extremadura
Sana-ASAP (red de producción y consumo ecológico de Extremadura),
Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos CLM-Extremadura,
Red Extremeña de Semillas, y REAS Extremadura.
Aquí, en Valladolid, el emprendedor social de Ashoka
más influyente es Jerónimo Aguado, seleccionado por esta fundación
en 2007. De hecho, la ciudad de Valladolid es el principal campo de
influencia de Aguado. Como promotor de la agroecología que también
es, creó y participa activamente en organizaciones idénticas o
similares a las de Fadón, pero en este caso con influencia en
Castilla y León: soberanía alimentaria, red de semillas, REAS,
coordinación de productores y consumidores ecológicos, etc., etc.
El imán con el que Aguado ejerce su liderazgo social es
el discurso. Palabras tan atractivas como huecas. Humo. En el pueblo
al que supuestamente ha redimido del abandono y que pretende sea
paradigmático, Amayuelas de Abajo (Palencia), creó unas cuantas
empresas, financiadas en gran medida a base de subvenciones.
Subvenciones que desde siempre ha rastreado felinamente. Y también
está especializado en atraer voluntarios para trabajar en sus
empresas. Empresas cuyo tipo de actividad, publicitado pomposamente y
hasta la saciedad como alternativo y de alto contenido social, es
semejante al de las pequeñas empresas convencionales en sus
respectivos sectores: construcción con materiales tradicionales,
pequeña producción ecológica, panadería, matadero de aves,
turismo rural, albergue, restaurante, cursos de formación, etc. Y
empresas, en su mayor parte, hoy maltrechas pese a tanta subvención,
tanta publicidad gratuita y tanto voluntario trabajando en ellas.
Mucho discurso, pero mal ejemplo.
Pregunta.- ¿Y algunos casos cercanos de movimientos
sociales mercantilizados?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Son tantos... Si hay
una organización cuyo único objetivo es reemplazar el activismo
social por la economía social, ésa es la Red de Economía
Alternativa y Solidaria REAS,
organización estrechamente vinculada a Ashoka y AVINA (véase el
trabajo documental Ashoka AVINA
REAS Fiare). La herramienta que REAS ha creado para hacerse más
visible es el Mercado Social, muy publicitado en los medios
alternativos.
Pero, posiblemente, quienes más están catalizando en
la actualidad la mercantilización de los movimientos sociales son
las financieras éticas, las cuales se encuentran cómodamente
instaladas en el sistema financiero, del que forman parte y al que no
cuestionan. Y la necesidad de una banca pública ni la mencionan.
La banca ética Fiare,
de origen jesuítico y también vinculada a Ashoka y a AVINA (véase
el mismo trabajo documental antes referido), impregna su discurso y
se publicita extensamente mediante la expresión "banca
cooperativa", cuando en realidad está inscrita en el Registro
Mercantil como la sucursal en España de Banca Popolare Etica y
también como una S.L. Y por si esto fuese poco, Fiare además es una
fundación. Y, por supuesto, la expansión de Fiare se lleva a cabo
mediante una legión de voluntarios que trabajan gratis para esta
empresa.
Otra financiera ética que cuenta con gran prestigio e
influencia entre nuestros movimientos sociales es Coop57.
Cuatro emprendedores sociales de Ashoka son socios de Coop57. Está
en "alianza" con CREAS, un fondo de capital riesgo social
estrechamente vinculado a Ashoka y AVINA. Y Coop57 también es socia
de REAS y Fiare.
Otra empresa ampliamente publicitada en los medios es
Som Energia,
cooperativa cuyo atractivo discurso está calando muy hondo en los
movimientos sociales. Se dedica a comercializar electricidad llena de
adjetivos ecológicos y éticos, valiéndose del sistema energético
establecido. También se dedica al discurso esplendoroso y vacío de
la soberanía energética sin autoconsumo ni balance neto. Y a través
de una empresa paralela genera una escasa cantidad de energía
renovable, al igual que la generan tantas y tantas pequeñas
productoras que no van de éticas ni de alternativas por la vida. Som
Energia es destacado e influyente miembro de REAS y de su Mercado
Social, con quienes tiene firmado un "acuerdo de
intercooperación". La presidenta y dos vocales de Som Energia
están vinculados a Fiare, REAS, Coop57 o ECODES (siglas de Fundación
Ecología y Desarrollo, principal bastión de AVINA en España). Som
Energia es, además, socia de Coop57.
Éstos no son más que unos mínimos ejemplos que
ilustran lo enredado y extendido que está el pulpo.
Pregunta.- ¿Y el pulpo también desembarca en la
política?
Respuesta de Isidro Bustamante.- Evidentemente. La
política es otro de los objetivos fundamentales del
filantrocapitalismo. Por seguir refiriéndonos a Ashoka, desde que
esta fundación comenzó su actividad en España, en 2005,
tradicionalmente ha coqueteado con la cúpula del PSOE. En el trabajo
documental enlazado anteriormente hay algunos ejemplos al respecto.
Por volverme a referir a los emprendedores sociales de
Ashoka de los que antes he hablado, Beatriz Fadón ha intervenido en
2015 en mesas de trabajo y actos electorales de Podemos. Y Jerónimo
Aguado acaba de ser nombrado candidato al Senado para las elecciones
del 26 de junio por parte de Izquierda Unida - Unidad Popular, para
la coalición Unidos Podemos en la provincia de Palencia.
Precisamente Aguado hizo de anfitrión en Amayuelas de
Abajo, en julio de 2015, en el primer encuentro que Unidad Popular
mantuvo para constituirse en la provincia de Palencia. Y exactamente
éste fue el primer grupo de Unidad Popular que se constituyó en
Castilla y León.
Si me refiero a mi entorno más inmediato, es conocido
el apoyo institucional del Ayuntamiento de Valladolid a las
organizaciones que mercantilizan los movimientos sociales, y en
especial a REAS y Fiare. El grupo municipal que más se significa al
respecto se llama Valladolid Toma la Palabra (coalición electoral
entre Izquierda Unida, Equo y movimientos sociales afines), en cuyo
programa electoral a las municipales de 2015 hay un punto específico
dedicado al "apoyo a la economía social y solidaria", en
el que figuran, entre otros, los siguientes apartados:
"Se facilitarán los medios para crear un Mercado
Social en Valladolid y realizar ferias periódicas de Economía
Solidaria y Alternativa". Es decir, se facilitará el apoyo
institucional a REAS.
"Se apoyarán las finanzas éticas insertadas en la
economía solidaria". Es decir, apoyará institucionalmente a
Fiare.
"Se aplicarán exenciones y bonificaciones fiscales
a empresas que formen parte de redes de economía social y
alternativa, bajo criterios sociales y medioambientales". Es
decir, más apoyo institucional a REAS.
"Se aumentará la dotación presupuestaria para el
Fondo para el Emprendimiento Social en Valladolid (FONDESVA)".
Se trata de un fondo municipal para fomentar el emprendimiento social
en la ciudad, que está gestionado directamente por Fiare mediante un
convenio firmado con el Ayuntamiento. Más apoyo institucional a
Fiare.
Regresando al ámbito estatal, y en lo que se refiere a
Podemos como tal partido, puede destacarse que el sistema de
microcréditos mediante el que financia sus campañas electorales
generales y autonómicas está canalizado en exclusiva por Fiare. En
los contratos de suscripción de estos microcréditos se especifica
que Fiare, además de ser la entidad depositaria, es "la entidad
que supervisará el préstamo" y que "El suscriptor
autoriza la cesión de sus datos personales a la entidad financiera
encargada del depósito de las cantidades entregadas y supervisar
todo el proceso". Vamos, que Fiare maneja la base de datos con
las personas que han financiado las campañas electorales de Podemos.
Vuelvo a repetir que esto no es más que un puñado de
ejemplos. La lista sería interminable. Cada ejemplo podría tomarse
como una mera casualidad. Pero hay demasiados ejemplos y todos
apuntan en la misma dirección. Demasiadas casualidades como para que
todo sea casualidad. El pulpo quiere tocarlo todo.
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