sábado, 14 de marzo de 2009

Me gusta la idea del salario social, asociado a la libertad individual de obtener mayores beneficios

Vuestros comentarios a la entrada anterior evidencian nuestras limitaciones como seres humanos. Ayer vosotr@s amig@s y asiduos colaboradores y comentaristas de este blog disteis con la clave que nos hace padecer lo que padecemos. Luego, lo que hacemos como humanos, es intentar racionalizar esta realidad y proyectar sus deficiencias sobre otros, fundamentalmente los políticos y responsables institucionales; pero el problema no es de ellos, el problema es fundamentalmente nuestro, de la ciudadanía que no termina/terminamos de asumir nuestra responsabilidad y el control de la situación.

Ruth lo explicaba de una forma clara, sencilla y muy comprensible "Una de dos o nos falta confianza en nosotros mismos, en ese fuerte poder que somos y tenemos la ciudadanía, o nos conformamos con aquello que otros decidan por nosotros mismos, asumiendo lo mandado pero oponiéndonos por detrás, que de nada nos sirve".

Ana completaba esa exposición cuando dice "me quedaría con tu frase 'que cada día nos hemos de caracterizar por aceptar las opiniones de los demás y valorarlas y tenerlas en cuenta, vengan estas de donde vengan. Creo que sería algo muy positivo y enriquecedor para tod@s.' Me parece que esta frase resume el sentido de esta entrada, que la verdad me ha gustado Javier, si bien ya sabés que no soy tan optimista como vos. Dice Satine en esa misma línea ¿tendríamos la suficiente humildad para aceptar opiniones y valorarlas, fuera de donde fuere que viniesen? Sería como empezar a mirar al otro que hay a nuestro lado... Creo que es bien difícil que bien individual y bien general sean la misma cosa, diría que imposible, pero no queda otro remedio que comenzar el cambio por nosotros mismos...".

Aquí está la clave, en comenzar el cambio en nosotros mismos; y fundamentalmente en creernos capaces de imprimir ese cambio a la sociedad, pues es la sociedad en su conjunto (incluyámonos) la que deseamos ese cambio. Es algo, por lo demás, natural; es una simple fase de crecimiento social. Los cambios asustan, a much@s niñ@s no les gusta crecer, son como Peter Pan; pero es una fase de ineludible necesidad. Tampoco a muchos padres y madres les satisface que sus niñ@s crezcan y más temprano que tarde abandonen el hogar, pero esta es una inexorable ley natural. A nivel social ocurre lo mismo, el modo de producción capitalista es una simple fase de desarrollo; ahora toca pasar a otra. La característica fundamental del sistema capitalista es la toma de decisiones por unos pocos. La reificación del capital es una cortina de humo para mantener su poder de tomar las decisiones al margen de los demás. Hora es ya de cambiarlo. Esto es de tod@s y ha de ser entre tod@s.

La herramienta que propone Nieves es muy adecuada para avanzar en este camino "Respetar las opiniones y opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente y piensan diferente. No juzguemos sin conocer. Podríamos intentar COMPRENDER y por qué no, CONSENSUAR".

Otra clave, consensuar. Consensuando he de ceder, pero también ha de ceder la otra parte. La otra parte desea sentirse cómoda con la decisión, pero nuestra parte también se ha de sentir satisfecha. Mientras no exista satisfacción por las dos partes el problema no estará resuelto y hay que seguir negociándolo.

La aportación de Ricardo también es muy significativa y a tener en cuenta "Hablar (o escribir) con frases conjugando los verbos que la componen en modo POTENCIAL suena muy atractivo. Pero son frases que en lógica se denominan 'hipótesis contrafácticas', es decir, no las podemos probar. Cuando esos verbos se conjugan en presente, o futuro (inmediato), por ejemplo: “Desde hoy establezco, o estableceré”, las frases tienen “otro cantar”, en mi forma de ver".

Más que el potencial lo que realmente ha puesto de manifiesto Ricardo ha sido el singular con el que elaboré la frase. Ese debo de ser yo, el ego, quién "establecería" o "estableceré" hay que subvertirlo, hay que cambiarlo y evitarlo. Hemos de ser tod@s l@s que establezcamos. Además el presente o futuro (inmediato) que recomienda Ricardo me gustan más que ese potencial hipotético. Nos compromete más con nuestro destino.

Dejo para el final la brillante aportación de nuestro amigo Chuly "Me gusta la idea del salario social, asociado a la libertad individual de obtener mayores beneficios. Pero el salario social nunca debe ser una subvención, si no trabajo productivo".

Debemos de formar una comunidad con unos vínculos más estrechos entre nosotr@s, no estaría nada mal que tod@s fuéramos asalariad@s del estado y, de este mismo, percibiéramos un salario social de carácter productivo. Este salario social implicaría desarrollar una actividad productiva que puede ser la misma que venimos llevando a cabo, la diferencia es que sería el estado quién nos pagaría; las empresas para las que trabajamos, en vez de pagarnos directamente a nosotr@s, lo haría mediante el estado. La negociación se establecería con ese estado que seríamos nosotr@s mism@s. El incremento de la cuantía del mismo vendría ligada a la productividad que consiguiéramos de nuestra actividad, deberíamos ser libres para tomar las decisiones que condujeran a ese fin (tanto en el ámbito de las metodologías como de los fines) de forma democrática; sin imposiciones de esas personas de carácter avinagrado fomentadoras del pelotismo y la improductividad que suelen ser llamadas "Jefes/as". L@s actuales desemplead@s serían asignad@s a empresas en función de las necesidades productivas de la comunidad.

Esta propuesta puede ser mejorada y en mucho, es por ello que espero vuestras aportaciones, comentarios y contribuciones al desarrollo teórico de la misma; y, a poder ser, de su práctica.

5 comentarios:

  1. Buenas tardes amigos Javier.

    Se me ocurre una triple via de comunicacion: empresa-trabajador-Estado. Riesgo de inversion compartido por el Estado y el capital privado. Asignar un limite de beneficios para la empresa. Es decir, de un 100% de beneficios, 50% para la empresa y 50% para el Estado. El trabajador recibe el salario, al 50%, de la empresa y del Estado con la suma de un porcentaje salarial relativo a los beneficios de la empresa. Con el 50% que el Estado percibe de los beneficios de la empresa habria suficiente cobertura económica para dar trabajo en el sector público a todos los trabajadores en paro. por lo tanto el paro desapareceria y desapareceria el subsidio de desempleo ya que todo obrero en paro pasaria automaticamente a ser trabajador del Estado con la obligacion de reintegrarse a la empresa publico-privada cuando las circustancias económicas lo permitiesen.

    En cuanto a la participacion, creo que los gobiernos deben ser, unicamente, cauces selectivos para llevar a la práctica las decisiones consensuadas de la sociedad. Para ello habria que crear esferas sociales de debate y entendimiento. Estas esfera, y sus decisiones, deberian tener una constante comunicacion con los gobiernos que tendrian la obligacion, en base a un control selectivo y con arreglo a la capacidad estatal, de llevarlas a la practica.

    Un fuerte abrazo compañero.

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  2. Querido Javier, en tu entrada anterior había dejado una pregunta pero no la has visto, ya que la dejé al final. La re escribo, ya que en esta entrada esbozas algo de lo que te pregunto:
    "Querido Javier, se te ha pasado responderme esta pregunta, que no he terminado de entender en tu entrada: Lo que planteás lo estás basando en un modelo de estado intervencionista, de estado hegemónico o estado mixto con empresas privadas, no me quedó claro en la explicación.
    Un abrazo!
    Otro abrazo

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  3. ¡Buenas noches!

    Entre otras muchas dudas que me surgen al respecto de esta nueva idea, de este nuevo proyecto que no es inviable, sencillamente debe ser mejorable y cuando esté formado, poderlo llevar a la practica, creo que es indispensable, que la ciudadanía entendiera que seríamos asalariad@s del estado, que la ciudadanía serviría al estado, de la misma manera que el estado está para servir a la ciudadanía, mismos derechos, mismas obligaciones, no siempre entendemos que el estado somos todos, y que no es para unos si, o para otros no, que debe entenderse como un bien plural, social, e igualitario, si nos perjudicamos, nos perjudicamos todos, si nos beneficiamos, nos beneficiamos todos, sin excepción.

    Retornaré.

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  4. Hola Cruz, hola Ana, hola Ruth:

    - Cruz, suscribo por entero tus palabras; es cierto que con un salario social universal "el paro desapareceria y desapareceria el subsidio de desempleo ya que todo obrero en paro pasaria automaticamente a ser trabajador del Estado con la obligacion de reintegrarse a la empresa publico-privada". También suscribo tu aportación sobre participación "En cuanto a la participacion, creo que los gobiernos deben ser, unicamente, cauces selectivos para llevar a la práctica las decisiones consensuadas de la sociedad. Para ello habria que crear esferas sociales de debate y entendimiento. Estas esfera, y sus decisiones, deberian tener una constante comunicacion con los gobiernos que tendrian la obligacion, en base a un control selectivo y con arreglo a la capacidad estatal, de llevarlas a la practica".

    - Ana, para mi quién es verdaderamente intervencionista no es el estado, sino la empresa privada, la empresa privada es altamente intervencionista, siempre desea que la empresa pública se retire para dejarle todo el terreno a ella para ser ocupado; la empresa privada es tan intervencionista que incluso quiere que los negocios se monten con dinero público y luego, una vez son rentables, sean quedados en sus manos para explotarlos hasta el agotamiento. Una vez agotadas las posibilidades de explotación y obtenido el máximo beneficio piden al sector público que intervenga para hacerse cargo del pago de los expedientes de regulación de empleo y de aquellos proveedores a los que la empresa privada ha quedado en la estacada. La empresa privada a más grande en tamaño más avariciosa suele hacerse y menos responsabilidades tiene. Siempre hay excepciones que confirman la regla. Es por ello que ahora todo el mundo parece coincidir -tras esta crisis global que padecemos- en regularlas y evaluarlas más rigurosamente; sobre todo las financieras. En relación al sector público decir que siempre es manifiestamente mejorable su gestión, en concreto: eliminando burocracias, evitando clientelismos varios, erradicando métodos obsoletos de ordeno y mando, etc. Pero mi apuesta es por la ciudadanía, mi deseo es una ciudadanía cada vez más intervencionista en lo público y en lo privado.

    - Ruth, muy buena tu aportación, altamente clarificadora: "no siempre entendemos que el estado somos todos, y que no es para unos si, o para otros no, que debe entenderse como un bien plural, social, e igualitario, si nos perjudicamos, nos perjudicamos todos, si nos beneficiamos, nos beneficiamos todos, sin excepción".

    Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.

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  5. Acuerdo con vos totalmente en el papel de las empresas privadas, lo que no entiendo es, como la ciudadanía que hasta ahora no ha podido ni por intermedio del estado ni por democracia en las urnas, controlar semejante expansión capitalista, como lo hará? No entiendo tu propuesta, entiendo tu DESEO, pero no veo cual es la propuesta en concreto...no la entiendo ni la veo.
    Un abrazo amigo y disculpa que sea tan dura de entendederas....

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