La Iglesia quiere en la cruz a aquellos que luchan por la justicia social

Buen tema aborda nuestra amiga Rosdelcar en su blog. Esto de la Iglesia es curioso, muy curioso. Primero rehízo al completo la biografía de Jesús de Nazaret, declarándolo hijo de Dios, cosa que Jesús jamás dijo. Esto aconteció en el Primer Concilio de Nicea celebrado 325 años después de la muerte de Cristo.

Además está documentado que Jesús era Esenio, y que su comportamiento era el propio de su congregación. No creían en la propiedad privada y se dedicaban a socorrer a los más necesitados, eran vegetarianos y todos tenían una gran formación en medicina, filosofía y ciencias.

Incluso es curioso el símbolo que la Iglesia ha adoptado, la cruz. Un instrumento de muerte. En ese instrumento de muerte nos representan a Jesús. ¿Cuál es el mensaje que lanza con este símbolo? Obviamente el contrario al que dicen predicar, sus símbolos los delatan. Quieren en la cruz a aquellos que luchan por la justicia social.

Además, por qué ese empecinamiento de la Iglesia en legislar, por qué no trata de convencer. Obviamente porque actúan de forma antagónica a como lo haría Jesús.

Es sólo una reflexión. Una reflexión que complemento con una maravillosa frase de Giordano Bruno, ese gran pensador religioso, filósofo, astrónomo, y poeta italiano. Ese Giordano Bruno que fue conducido a Roma en el mes de febrero de 1600, compareció ante el Tribunal del Santo Oficio establecido en el Convento de Santa María de la Minerva, y fue condenado a ser quemado vivo, después de haberle sido arrancada la lengua. Al serle leída la sentencia, aquel esqueleto aún vivificado por obra de una voluntad sobrehumana, abochornó a los jueces con su frase: ¡Tembláis más vosotros al leerme esta sentencia que yo al escucharla!. La frase a la que me refiero es la siguiente:

"Prefiero estar vivo en la muerte antes que muerto en la vida... Si tomamos los mismos métodos que los inquisidores, si utilizamos la violencia y el dolor; tarde o temprano nos volveremos como ellos. Así como el licor al cuerpo, la crueldad hace al alma acostumbrarse a ella y gozar del sopor moral que le sigue. Debemos controlar nuestra imaginación. Habéis entrado en el círculo vicioso de pensar e imaginar tan sólo mis sufrimientos, pero olvidáis los frutos que darán en el futuro. No me han enterrado a mi en los "Piombi", sino a una humilde semilla de la filosofía, que germinará en los siglos venideros. ¡No lloréis la semilla; presentid el árbol! Día, llegará, hermanos, en que la Sabiduría de civilizaciones más antiguas que ésta renovará en nosotros la tumba del conocimiento. Ese día caerán las concepciones dogmáticas y separatistas que hoy me mantienen encerrado porque afirmo que la Tierra es esférica, el Sol el centro del sistema, y cada estrella el eje de otro sistema semejante, con sus habitantes particulares y sus especiales conceptos de la Divinidad. Lloro por vosotros que permaneceréis viviendo entre ellos, más os envidio; haréis mucho por la humanidad. La "santa ira" es sólo permitida a los puros de corazón, porque ya no la utilizan para destruir, sino construyendo. ¡Cuídate de odiar!".

Guiordano Bruno fue una prueba de esto que digo, de ese querer en la cruz a aquellos que luchan por la justicia social y la verdad.