lunes, 3 de noviembre de 2008

Como enseñar: Método magistral versus método dramatizado

El Doctor, y profesor titular de la UNED, Ramón Gonzalo Fernández mantiene dos ideas que me resultan interesantes. Con una dice que debemos desconfiar de las definiciones: son letra muerta. Sólo tendrán interés si son capaces de dinamizarnos de alguna forma. Con la otra expone que la diferencia entre un profesional bueno y otro mediocre puede ser muy pequeña, ambos poseen cualidades parecidas, pero el primero usa recursos.

También sostiene Ramón Gonzalo que si el catálogo de habilidades que pueden adornar a un educador es muy numeroso se comprende, por ello, que los recursos tendrán que ser casi infinitos, puesto que cada habilidad puede ser ayudada por muchos recursos diferentes. Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo:

El mismo día en que un profesor llamado Pedro tenía que dar una clase sobre legislación para técnicos de ocio y tiempo libre, otro profesional impartía la misma enseñanza a otro grupo similar de alumnos.

Pedro hizo dos grupos, el primero adoptaba el rol de responsables de un campamento que lo querían instalar en un pueblo norteño.

El segundo grupo se suponía que eran miembros del ayuntamiento, de ese mismo pueblo, que ponían todas las trabas posibles a la realización del campamento.

A ambos grupos les proporcionó varias copias de la normativa legal. Cada grupo disponía de seis minutos para aportar su solicitud y las alegaciones en contra o en pro. Los turnos de seis minutos su fueron sucediendo alternativamente durante todo el tiempo que duró la sesión.

El otro profesor que exponía las mismas enseñanzas de legislación lo hizo mediante el método magistral, consistente en contar los principales artículos de la ley que afectan a estas instalaciones.

Casualmente pudimos oír los comentarios de alumnos de ambos grupos. Los del método magistral acabaron preguntando al profesor si no había una forma más amena de exponer ese tema. Su respuesta casi literal fue: "La Ley es así. ¿O queréis que yo me invente una ley más divertida?"

Los alumnos del método dramatizado, los de Pedro, no querían terminar la sesión. Comentaron a su profesor que no sólo conocían muy bien la legislación, sino que habían aprendido algo mucho más importante: cómo enseñar.

Ambos docentes tenían la misma carencia: se enfrentaban a una materia árida. Uno de ellos la llevó a cabo con su capacidad oratoria, obteniendo unos mediocres resultados; el otro complementó sus dotes con un ingenioso recurso de los infinitos existentes, cosechando un éxito rotundo tanto en el aprendizaje de la legislación, como en algo aún muchísimo más importante para el desempeño y competencia personal y profesional de sus alumnos: cómo enseñar.

Recursos adicionales:
Rompehielos (29)
http://www.paralideres.org/section.aspx?section_id=63
Facilitador de grupos adolescentes
http://www.devida.gob.pe/documentacion/documentosdisponibles/facilitador.pdf
Inteligencia lúdica
http://www.uned.es/inteligencialudica/
Medios audiovisuales en la enseñanza
http://dewey.uab.es/pmarques/mav.html
Qué es que
http://www.edualter.org/material/dona/que2.htm

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho Javier. Como ya te dije hace tiempo en otro post tuyo, siento que ese es el gran problema de la educación en este país: la formación de los profesores. Porque realmente este tipo de estrategias sólo se pueden llevar a cabo cuando se conocen y cuando se es capaz de analizar las repercusiones que van a tener y de diagnosticar las necesidades del grupo con el que se trabaja.
    Por esta razón, porque la Educación y los procesos que en ella se dan son muy complejos, el conocimiento de la materia que se quiere enseñar no sirve como condición única para saber enseñar.
    Como Stenhouse ya apuntó: "un profesor es alguien que ha aprendido a enseñar y se halla capacitado para ello".
    con tu permiso, te enlazo en mi blog e incluyo tu post.

    Repito: muy bueno

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  2. Lección magistral la tuya pero de las que enseña a aprender.

    Eso es lo que viene ocurriendo, algunos docentes no son capaces de interesar a los alumnos y estos acaban odiando la asignatura.

    ¿Por qué son tan difíciles las matemáticas? porque el profesor no es capaz de hacerle ver al alumno lo divertidas que son, y lo digo convencida de ello. A mi me encantan las matemáticas porque tuve la gran suerte de recibir las clases de una profesora que hizo que disfrutáramos realizando ejercicios de matemáticas, era y es como resolver un jeroglífico. Al final del tabajo has dado con la clave del asunto.

    Y es que enseñar no se limita sólo a dar un contenido sino a que el contenido sea captado y recibido por los almunos. Esa debería ser la preocupación de padres y docentes, conocer si los alumno/hijos están recibiendo los contenidos curriculares de forma correcta para superar nivles académicos.
    Cuando en una clase de 20 alumnos una misma asignatura la suspenden 18 alumnos, es que el contenido de esa materia no llega a los alumnos, no se está enseñando de forma correcta. Habría que cambiar de método y eso la mayoría de las veces no se hace, se echa la culpa al alumnado y ya está. Y yo opino que en ese caso es el docente el que falla en la manera de enseñar porque no está llegando a 18 alumnos de 20.

    Es fácil tener un concimiento amplio y extenso sobre una materia y no tener ni idea de cómo enseñarla.

    Un saludo y besitos. Nieves.

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  3. Hola Domin, hola Nieves:

    Suscribo todo lo que decís. El gran problema es la falta de recursos, de habilidades didácticas del profesorado. A la mayoría del profesorado se lo saca de la clase magistral, de esa especie de pontificación desde el púlpito, y se pierden. No serían capaces de enumerar ni 10 recursos diferentes a la clase magistral para trasladar los conocimientos que poseen.

    Domin, procedo a enlazarte yo también a mi blog.

    Recibid un abrazote amig@s.

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