domingo, 2 de noviembre de 2008

Creer en la vida

Se ha conformado un colectivo cuyo nombre es ¡Me río de la crisis! Yo también me río de la crisis, me da igual que la llamen estanflación o recesión, o un simple constipado económico. En realidad es un fenómeno ilusorio.

Cuánto mas difícil parece la respuesta, mas sencillo es el planteamiento que nos dará la respuesta. Es mas importante creer en la vida, que luchar. Es más importante vivir por lo que se cree, que luchar. La vida es gozo. Cuando se vive no hay crisis, cuando se vive no hay lucha, cuando se vive se manifiesta uno en concordancia con lo que Jesús de Nazaret decía: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, ¡sígueme!". Dejemos que aquellos que creían en el modelo liberal y no en la vida entierren su modelo. Lo nuestro es la imaginación al poder.

No perdamos tiempo pensando en el problema, busquemos la solución. Demos las gracias incluso al problema, pues este nos induce a buscar nuevas perspectivas. A no dar nada esencial por perdido. Decía Henry Ford que si crees que puedes, puedes; si crees que no puedes, no puedes. Apostemos por poder, pues podemos. Vivimos en la era de la Teoría M, de la undécima dimensión. En palabras de Einstein: "Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro".

La teoría de cuerdas, según nos dice la Wikipedia, es un modelo fundamental de la física que básicamente afirma que todos los bloques de materia son en realidad expresiones de un objeto básico unidimensional extendido llamado "cuerda" o "filamento". Las membranas existen, según la teoría de cuerdas, en la undécima dimensión, en realidad son infinitas; se dice que cada membrana corresponde a un universo. Una cuerda puede hacer algo además de moverse, puede oscilar de diferentes maneras. Si oscila de cierta manera, entonces, macroscópicamente veríamos un electrón; pero si oscila de otra manera, entonces veríamos un fotón, o un quark, o cualquier otra partícula del modelo estándar. Esta teoría, ampliada con otras como la de las supercuerdas o la Teoría M pretenden alejarse de la concepción del punto-partícula.

En definitiva, que cada cual puede tocar con esas cuerdas la sinfonía que mejor le parezca. Según como interpretemos la partitura, así serán los resultados. Si la partitura es: Crisis, Crisis, Crisis, Crisis, Crisis, Crisis el sonido que obtendremos de esas cuerdas que conforman el universo será estridente. Por qué no hablamos de cooperación, de armonía, de progreso, de desarrollo, de empatía, de afectividad, de amor; seguro que nos iría mejor, mucho mejor.

"La energía no se crea, siempre existe, y no se destruye, solamente se transforma por medio del pensamiento o voluntad de quien la maneja". Esta es otra maravillosa frase de Albert Einstein. Todo está compuesto de energía. Materialización se llama al proceso de transformación o condensación de la materia a partir de la energía; y según Einsteín esta se transforma por medio del pensamiento o voluntad de quien la maneja. Si tan sencillo es el planteamiento que nos dará la respuesta, por qué nos empecinamos en transitar por caminos erráticos. Toquemos, por tanto, la sinfonía que más nos convenga. Toquemos la sinfonía del gozo, de la armonía, del estar juntos para sentirnos juntos, de la colaboración, de la cooperación.

Y, por otra parte, no nos preocupemos por lo que tengan los demás. Pues cuanto más tienes, menos eres. "La verdad os hará libres" (Jn 8,32). Esta frase evangélica establece una estrecha relación entre la verdad, la libertad y la provisión de todo aquello que necesitemos. "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis" (Jn 15,7). La única forma conocida de permanecer en el otro es a través de la simpatía, del cariño, del amor al prójimo, de la cooperación, de la colaboración, de la cercanía. Esas son las palabras y las prácticas que deben de guiarnos en este nuevo mundo glocalizado. Con estas prácticas todo lo que pidamos lo conseguiremos.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

5 comentarios:

  1. ¡Maravillosa la entrada Javier!

    Debemos creer en la vida con todo lo que nos da. La vida es bella, es gozo, es amistad, es compañía, es sentirnos iguales, es amarnos las/os unas/os a las/os otras/os con una total entrega, es ayuda mutua, es solidaridad, es cooperación, es respeto, es ...

    Todos los días debemos dar gracia por tener el bien más preciado, y éste ES LA VIDA.
    Hay que olvidarse de bienes materiales y protagonismos y disfrutar de cada momento. alejar de nosotras/os la envidia y querernos por lo que somos, PERSONAS, da igual el color, el status social o económico, la formación... cada una/o de nosotras/os tiene algún defecto que mejorar y alguna virtud que enseñar.

    Abrazos, Nieves.

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  2. Mil gracias javier, que preciosa entrada, llena de positividad, de ganas de hacer, de crear o descubrir, puesto que ya sabes yo pienso que todo está creado lo que ocurre es que debemos creer y conocer nuestra propia esencia para ver lo que no sonseguimos ver. De la misma manera que a todos los versículos y principios añadiría uno fundamental y que no todo el mundo lo quiere entender y mira que es sencillo, "Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre, pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea cumplido"(Jn 16:24). Si pedimos para nuestra conveniencia no teniendo en cuenta que no se deb pedir así, que pensamos recibir, hemos de estar juntos, unánimes, sabedores de que es por y para todos, ya no el individualismo, ese egoísmo desgarrador, que no nos conduce a ninguna parte, tristemente mientras los haya que no lo vean n o lo crean o no lo entiendan así, seguiremos teniendo indiferencias, ni crisis ni na, bueno que no sigo que me enciendo y me pierdo, mas hoy que ya está una cansada de aquellos y aquellas egoitas que sólo piensan en ellos, en su ombligo, en su supervivencia y andan causando daño, dolor y no les importa pisarte hasta el cuello.
    Recibe un gran abrazo y gracias por esta entrada, que me viene como anillo al dedo, después de las circunstancias que sin comerlo ni beberlo tenemos que ir solucionando, pero se que se arreglara, así que te dejo que me voy manos a la obra a intentar aportar y poderlo arreglar.

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  3. Tal y como están las cosas, todos como los gatos con el pelo erizado y las uñas fuera, por mucho que apelemos a eso que el zen llama "sentarse y dejar a las cosas ser", no lo conseguiremos.

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  4. Puede que sea como tú dices juntaletras, aunque yo no soy partcidaria de esa postura, porque como no se consiguen las cosas e por las malas, con individualismo, la unión siempre se ha dicho que hace la fuerza, pero no unidos para hacernos daño, arrañarnos com tú bien has escrito, sino unidos y con unos principios humanos, que van mas allá de las envidias, y de todo lo demás, es la única manera, y sino mira todo lo que está aconteciendo por culpa del egoismo.

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  5. Hola amig@s Nieves, Ruth y Juntaletras:

    Habéis entendido bien mis palabras. No se trata de no hacer nada, sino de centrarse en las soluciones. De consensuar y aplicar medidas, así como evaluar su funcionalidad práctica. Y, en función a los resultados de la evaluación, reforzar las medidas o proponer y llevar a cabo otras.

    Recibid un abrazote amig@s.

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