Daimon, Rizoma y Tribunales de Selección

Nos ilustra la wikipedia sobre el inconsciente colectivo diciéndonos que "es un concepto básico de la teoría desarrollada por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. La teoría de Jung establece que existe un lenguaje común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psiquis que está más allá de la razón".

A continuación expone un párrafo de la obra "Recuerdos, sueños, pensamientos" de C. G. Jung mediante el cual se nos ilustra y aclara ese argénteo, rutilante y funcional concepto de rizoma que sostiene este autor para explicar la vida: "La vida se me ha aparecido siempre como una planta que vive de su rizoma. Su vida propia no es perceptible, se esconde en el rizoma. Lo que es visible sobre la tierra dura sólo un verano. Luego se marchita. Es un fenómeno efímero. Si se medita el infinito devenir y perecer de la vida y de las culturas se recibe la impresión de la nada absoluta; pero yo no he perdido nunca el sentimiento de algo que vive y permanece bajo el eterno cambio. Lo que se ve es la flor, y ésta perece. El rizoma permanece".

- Javier, parece que cambias de tema; ya has dicho todo lo que tenías que decir sobre el educativo.

- No amigo Daimon, aún quedan cosas en el tintero; pero son cosas como las que califica C. G. Jung como inconsciente colectivo. Son rizomas de recuerdos, sueños, pensamientos. Son aportaciones que quedan en mi/nuestro inconsciente colectivo.

- Javier, ¿y tu inconsciente colectivo que es nuestro inconsciente colectivo es accesible?

- Siempre está abierto, sus puertas son infinitas; es por ello que no es extraño que siempre alguna esté abierta y por ella podamos descubrir lo que encierra.

- Y ¿qué encierra en el ámbito de la educación que aún no nos haya dicho tu/nuestro inconsciente colectivo?

- Fundamentalmente se pregunta. Una de sus preguntas es sobre los sistemas de selección del personal docente, esa pregunta que se hace es la siguiente: ¿Entonces, después de que alguien ha estudiado 5 años de Física, Inglés, Matemáticas o Historia en la Universidad, que se supone que tiene conocimientos de sobra para lo que hay que enseñar a chicos de menos de 18 años, ustedes les hacen estudiar 70 temas sobre lo mismo que se supone que han aprobado?

- Es cierto, tu/nuestro inconsciente colectivo percibe evidencias que a nuestras administraciones públicas le pasan por alto, será porque no ven el rizoma. Hay veces que yo también me pregunto acerca de esa miopía institucional ¿Cómo es posible que no se den cuenta que cada dos años -cada vez que se convocan pruebas selectivas- ponen en tela de juicio su propio sistema universitario? ¿No ven que lo que hacen cada dos años es no fiarse de lo que enseñan en las universidades y tienes que refrendarlo de nuevo?

- Amigo Daimon, que sugerirías tu para concluir con esta kafkiana situación; tu inconsciente es mas colectivo y poderoso que el mio. Pues, como afirmaba Sócrates, el Daimon o los Daimones griegos no sois unos dioses/almas/espíritus nuevos, inventados por él; sino que os identificaba con los dioses/almas/espíritus a los que acudían los adivinos cuando profetizan, al modo de la Pitonisa del Oráculo de Delfos. El único mérito de Sócrates fue descubrir vuestra ubicación interior en el ser humano.

- Esta bien amigo Javier, inquiriré algo sobre las pruebas selectivas a las que se enfrentan nuestros doctos titulados, que saber ya saben de lo suyo, para ver si de lo que también tienen que saber -y sobre lo que desgraciadamente no se los forma en su proceso de aprendizaje ni en el opositor- saben algo. Para descubrir sus dotes pedagógicas y didácticas les diría: prepare en una hora una clase de 50 minutos para explicar la velocidad, la voz pasiva o los logaritmos neperianos, teniendo en cuenta de que tiene tantos alumnos en la clase con estos problemas y tantos con estos otros. Dentro de una hora nos da la clase y la grabamos en vídeo. Posteriormente, el tribunal ve si ha usado métodos, herramientas, recursos, adaptaciones, motivaciones, etc, etc, etc... En definitiva, si ese opositor/a a docente sabe enseñar lo que sabe. Las actuales pruebas selectivas no descubren estas capacidades, simplemente refrendan lo que se supone que ya sabe el/la licenciado/a: Matemáticas, Inglés, Filología, etc...

- Daimon, tu que sabes más que yo, cuales son los actuales criterios de los tribunales; puedes poner un ejemplo sencillo que todo el mundo pueda entender.

- Desde mi humilde punto de vista entiendo que hay muchos tribunales que van de exquisitos por el mundo. Creen que será mejor profesor de inglés el que ha estudiado tres años en Oxford y tiene un acento casi británico, que aquel que se ha dedicado a la pedagogía de las lenguas extranjeras y habla un inglés correcto sin ser perfecto. Resultado: que nuestros niños no aprenden inglés pero sus profesores pronuncian como los de la BBC.

- Comparto tu sabio criterio, criterio que por otra parte también suscriben los padres y las madres de los alumnos cuando se les pregunta. Yo, como padre, no quiero tener los profesores más sabios y eruditos del mundo, lo que quiero es que trasmitan la pasión por aprender, que despierten a sus alumnos en cada actividad, en cada clase, en cada idea.

Antes de terminar quiero dejaros esta nota para entender los conceptos de Daimon, de Rizoma así como otros que utilizo: A diferencia de los tiempos actuales, donde todo se mercantiliza, en la antigüedad clásica los autores no sólo se copiaban entre ellos, sino que consideraban un honor que otras personas tomaran prestadas sus ideas, reflexiones y expresiones. El “derecho de autor” era inimaginable.

Como comparto esa visión de la antigüedad clásica de la obra escrita -Creative Commons se la llama ahora-, debo de ser, por tanto, de los que no considero reprobable tomar prestadas las ideas que la sociedad produce. Para mi también, "el derecho de autor", es inimaginable.

Además sostengo que si alguien ha expresado de una forma bella y magistral un pensamiento, nadie tiene derecho a expresarlo de nuevo si no es para superar en claridad, precisión y concisión lo que ese pensamiento encierra. Ratifico con ello de nuevo, como válida para la sociedad actual, la práctica de los autores de la antigüedad clásica.

Un abrazote de vuestro amigo Javier Caso Iglesias