La primera frase que da pie a este artículo de es nuestro soñador de guardia, de nuestro Paco Martín, es una frase que dice: "De pequeño me enseñaron unos maestros que el cielo estaba por ahí arriba. Apostaban por un infierno en las entrañas. Al principio lo de abajo tenia su lógica. Quienes trabajaban en las profundidades como los mineros salían sudando. Pero no me entraba lo de por encima".
Arriba y abajo, mi pasión, los contrarios. Epicuro abogaba por la superioridad de los placeres contemplativos sobre los hedonistas. Otro contrario es el yo-tú en oposición al yo-ello que diría otro Martín, en este caso Martín Buber. Ideas propias versus ideas ajenas, esta es la cuestión en este post.
Paul Feyeraben es el autor de una ingeniosa y lúcida frase que comparto: "A veces creía que tenia ideas propias; alguna vez todos somos víctimas de tales ilusiones".
Voy por tanto, siguiendo la tradición clásica, a parafrasear en este artículo. Y parafraseando descubriré mi pensamiento.
Empecemos por Alfred Korzybski el cual sostiene que las estructuras del lenguaje y los hábitos de pensamiento condicionan y provocan emociones destructivas; se trata, por tanto, de buscar el modo de reestructurar nuestro pensamiento.
Pues si de reestructurar nuestro pensamiento se trata, nada mejor para ello que llevar a la práctica la recomendación que nos hace el filósofo Charles Sanders Peice, el cual nos enseña que la verdad es una opinión en la que todos finalmente nos ponemos de acuerdo y representa una realidad objetiva.
En esas estamos cuando Lou Marinoff nos descubre una verdad en la que todos, a lo largo de la historia, nos hemos puesto de acuerdo. Dice Marinoff que Sócrates diría que, si se es capaz de dar un ejemplo de algo, ya se conoce (implícita o explícitamente) lo que es ese algo.
Este lúcido autor nos dice más, mucho más de nuestro gran Sócrates y de su arte de conocer; en concreto todo lo que a continuación os cuento:
Sócrates era famoso por sondear a las personas, mediante una serie de preguntas, hasta arrancar de ellas sus contradicciones.
Si usted ofreciera a Sócrates una definición irreflexiva de la justicia y si él, después, le llevara a admitir que su definición podría dar origen a la injusticia, se habría contradicho. En consecuencia, su definición no sería correcta.
A este método se le conoce como Socrático. Observará usted que el método Socrático muestra sólo lo que algo no es, no lo que es.
Por contraste, el diálogo Socrático apunta directamente a lo que algo es. Emplea la experiencia personal como base para encontrar una definición universal explícita y precisa el objeto examinado. Utiliza la duda individual y el consenso para permitirle responder a las preguntas que se plantee o que le planteen.
Ya puestos a preguntar, si nos preguntásemos sobre el proceso, diríamos que el primer paso en el diálogo socrático es decidir la pregunta que ha de responderse. El segundo paso consiste en que cada participante elija un ejemplo de su propia experiencia de vida que encarne la respuesta a la pregunta.
A continuación el grupo elije por consenso uno de los ejemplos, el más ilustrativo y significativo para todos; al objeto de analizarlo en profundidad. Después todos juntos desglosan la historia. Seguidamente, el grupo, formula una definición (por lo general en una sola frase) que corresponde al ejemplo examinado.
Una vez realizada esta definición, el grupo contempla las otras experiencias personales, comprueba si encajan en la definición que se ha deducido.
Por último se efectúa en la definición propuesta por consenso las modificaciones correspondientes y voilá! Acaba de ser articulada una definición universal para el grupo.
Que bien definen al alimón Lou Martinoff y Sócrates ese proceso que comparto de toma de decisiones por consenso, ello denota que Arthur Schopenhauer tenía razón cuando decía aquello de: "el hombre que piensa por sí mismo llega a familiarizarse con las opiniones de las autoridades sólo después de haberlas adquirido y meramente como una confirmación de las mismas, mientras que el filósofo de libro empieza con las autoridades en la materia, ya que construye su opinión reuniendo opiniones de otros: su mente, entonces, se compara con la de los anteriores, como un autómata se compara con un hombre vivo.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Arriba y abajo, mi pasión, los contrarios. Epicuro abogaba por la superioridad de los placeres contemplativos sobre los hedonistas. Otro contrario es el yo-tú en oposición al yo-ello que diría otro Martín, en este caso Martín Buber. Ideas propias versus ideas ajenas, esta es la cuestión en este post.
Paul Feyeraben es el autor de una ingeniosa y lúcida frase que comparto: "A veces creía que tenia ideas propias; alguna vez todos somos víctimas de tales ilusiones".
Voy por tanto, siguiendo la tradición clásica, a parafrasear en este artículo. Y parafraseando descubriré mi pensamiento.
Empecemos por Alfred Korzybski el cual sostiene que las estructuras del lenguaje y los hábitos de pensamiento condicionan y provocan emociones destructivas; se trata, por tanto, de buscar el modo de reestructurar nuestro pensamiento.
Pues si de reestructurar nuestro pensamiento se trata, nada mejor para ello que llevar a la práctica la recomendación que nos hace el filósofo Charles Sanders Peice, el cual nos enseña que la verdad es una opinión en la que todos finalmente nos ponemos de acuerdo y representa una realidad objetiva.
En esas estamos cuando Lou Marinoff nos descubre una verdad en la que todos, a lo largo de la historia, nos hemos puesto de acuerdo. Dice Marinoff que Sócrates diría que, si se es capaz de dar un ejemplo de algo, ya se conoce (implícita o explícitamente) lo que es ese algo.
Este lúcido autor nos dice más, mucho más de nuestro gran Sócrates y de su arte de conocer; en concreto todo lo que a continuación os cuento:
Sócrates era famoso por sondear a las personas, mediante una serie de preguntas, hasta arrancar de ellas sus contradicciones.
Si usted ofreciera a Sócrates una definición irreflexiva de la justicia y si él, después, le llevara a admitir que su definición podría dar origen a la injusticia, se habría contradicho. En consecuencia, su definición no sería correcta.
A este método se le conoce como Socrático. Observará usted que el método Socrático muestra sólo lo que algo no es, no lo que es.
Por contraste, el diálogo Socrático apunta directamente a lo que algo es. Emplea la experiencia personal como base para encontrar una definición universal explícita y precisa el objeto examinado. Utiliza la duda individual y el consenso para permitirle responder a las preguntas que se plantee o que le planteen.
Ya puestos a preguntar, si nos preguntásemos sobre el proceso, diríamos que el primer paso en el diálogo socrático es decidir la pregunta que ha de responderse. El segundo paso consiste en que cada participante elija un ejemplo de su propia experiencia de vida que encarne la respuesta a la pregunta.
A continuación el grupo elije por consenso uno de los ejemplos, el más ilustrativo y significativo para todos; al objeto de analizarlo en profundidad. Después todos juntos desglosan la historia. Seguidamente, el grupo, formula una definición (por lo general en una sola frase) que corresponde al ejemplo examinado.
Una vez realizada esta definición, el grupo contempla las otras experiencias personales, comprueba si encajan en la definición que se ha deducido.
Por último se efectúa en la definición propuesta por consenso las modificaciones correspondientes y voilá! Acaba de ser articulada una definición universal para el grupo.
Que bien definen al alimón Lou Martinoff y Sócrates ese proceso que comparto de toma de decisiones por consenso, ello denota que Arthur Schopenhauer tenía razón cuando decía aquello de: "el hombre que piensa por sí mismo llega a familiarizarse con las opiniones de las autoridades sólo después de haberlas adquirido y meramente como una confirmación de las mismas, mientras que el filósofo de libro empieza con las autoridades en la materia, ya que construye su opinión reuniendo opiniones de otros: su mente, entonces, se compara con la de los anteriores, como un autómata se compara con un hombre vivo.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Me gustan tus entradas. Conoces la Filosofía en profundidad.
ResponderEliminarEste curso mi hijo cursó 2º de bachillerato donde se estudia la historia de la Filosofía desde los primeros filósofos hasta nuestros días. Han tenido que realizar tres trabajos de gran contenido PERO nadie les enseñó CÓMO. Yo, como madre preocupada porque mi hijo entendiera esa parte de la asignatura le obligaba a buscar información, leerla y analizarla para hacer el trabajo. Todo ello nos llevó horas y horas, de mi tiempo y discusiones con mi hijo que quería copiar y pegar y yo no le dejaba. Sus notas siempre fueron de 6,7 para el profesor en los trabajos y como nota final en Filosofía no superó el 6,( yo no me lo creó). Pero cuando llegó la selectividad superó a algunos compañeros que durante el curso les habían puesto 8 y 9 y al examinarse en selectividad no superaron el 2, y mi hijo fue la cuarta mejor nota en Filosofía de su instituto.
Me siento orgullosa porque se lo ganó él con su trabajo y esfuerzo, y desde luego con el apoyo y la entrega de su madre. Pero es injusto que algunos padres le tengamos que dedicar nuestro tiempo y aveces sacrificio (yo me he visto obligada a tener que rechazar alguna oferta de trabajo porque sino mis hijos no salen adelante, yo les enseñé a leer, yo no les permito ninguna falta de ortografía, yo les haga leer y les obligo a redactar. Y alguna vez me ha tocado estudiar para luego explicarles lo que no entendían y el profesor ya no les explicaba).
Y para colmo, cuando he ido a hablar con los profesores, voy a verles a todo@s, para conocerles y que me conozcan, se han sentido ofendidos porque no soy una lela y sé de lo que hablo. Vivo en un pueblo pequeño y luego ha llegado a mis oidos que como yo soy abogado me creo algo. Ese es el miedo de aquel que sabe que no hace bien su trabajo. Gracias a mis padres tengo una cultura pero nunca he alardeado de ellos, grandes amigos míos no tienen acabado ni siquiera el instituto y he aprendido muchísimo de ell@s. Esa es la gran riqueza de la vida.
Me preocupa enormemente la educación y formación de mis hijos y por tanto de nuestros jóvenes, y no puedo consentir que la estropén algun@s cuantos sin ganas ni espíritu por trabajar. NUESTROS JÓVENES SON EL FUTURO DE NUSTROS PUEBLOS, NUESTRA REGIÓN, NUESTRA EXTREMADURA Y NUESTRA ESPAÑA, SON EL LEGADO QUE VAMOS A DEJAR.
NO PODEMOS CONFORMARNOS Y NO HACER NADA.
Quiero jóvenes activos, participativos, con opinión y libre pensamiento, jóvenes que estén dispuesto a cambiar este mundo si ello es necesario.
Hasta pronto y gracias Javier por tus palabras. Nieves.
Hola Nieves:
ResponderEliminarTienes toda la razón, es bueno además que cada día más y más madres y padres de alumn@s alcen su voz para manifestar el trabajo que realizan con sus hij@s, si no fuera por este trabajo los índices de fracaso escolar serían astronómicos. Esta es una evidencia que hay que hacer ver a la administración y al propio profesorado. Hacerles ver que de no ser por las madres y los padres de los alumnos su fracaso sería categórico.
Nuestro Paco Centeno dice en el blog de Xhandra unas palabras muy certeras que dan a conocer el estado de salud del sistema educativo, las cito literalmente:
"Es realmente sorprendente ver que mis alumnos en la Universidad no saben pensar. Es más, si los sacas de la lección magistral, se pierden. Cuando en clase desmitifico los dogmas de la Biología Molecular para decirle que los dogmas no dejan ver la nueva información, simplemente desconectan y te tachan de loco. Son auténticas máquinas de engullir información para grabarlas en su hipocampo hasta el examen, momento en él que la mayoría la pierde. Es una pena, pero es así."
L@s chic@s sólo saben copiar y pegar. Memorizar es en exclusiva copiar y pegar para luego, rápidamente, olvidar.
Recibe un muy fuerte abrazo de tu amigo Javier Caso Iglesias.
Gracias Javier, demás sabias que yo comulgo con la teoría de Martín Buber, de verdad que símplemente por haberte acordado de mi, ya se merece un abrazote, aunque sin ser extremista me encantaría que hubiera mas personas que creyeran en él yo-tu porque ayuda mucho en este andar diario.
ResponderEliminarUn saludo y un abrzo a todos y todas en esta tarde de verano.
Hola Ruth:
ResponderEliminarGracias a ti por sustentar tus ideas en bases tan sólidas. El siguiente post de mi blog te lo dedico.
Recibe un muy fuerte abrazo de tu amigo Javier Caso Iglesias.