Se me pregunta si puedo explicar qué es la teoría política de la orquesta en relación al PSOE de Extremadura.
Dado que no rechazo opinar con respecto a nada -pues tengo una filosofía infalible y que se resume, como hoy le decía a mi amigo Ricardo Royo-Villanova en un comentario que subía a su blog, en esa indiscutible frase de Alfred Adler que dice: "todo puede ser así, pero también todo lo contrario"-, pues lo dicho, a continuación os dejo mi punto de vista, abierto a ser cuestionado y rechazado obviamente si no convence, sobre esa enigmática, sobre ese arcano que representa la teoría política de la orquesta en relación al PSOE de Extremadura.
En el pasado proceso electoral autonómico celebrado el 27 de Mayo de 2007, los extremeños apostaron resueltamente por el "cambio sin cambio" que consiste, como dice Guillermo, en ser "nada conformista y sumamente incluyente", en actuar "cambiando las formas de hacer de las personas, pero con permanencia de las ideas, los principios y las convicciones". Esta es la partitura con que Guillermo Fernández Vara se presentó a los comicios y que los ciudadanos extremeños avalaron mayoritariamente y, por ello, lo que en el momento histórico actual toca hacer sin dilaciones.
Guillermo sustituía así, al frente del gobierno regional, a Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el cual tenía otra partitura, idéntica en las ideas, en los principios y en las convicciones, pero diferente en las formas de hacer las cosas. La partitura de Ibarra -aunque a algunos nos hubiera gustado con un mayor número de notas o de páginas incluidoras de un mayor número de perspectivas, sensibilidades y personas- funcionaba bien. Como en las orquestas había quienes la interpretaban por vocación y quienes por salario o recompensa, pero existía una total armonía y el que desafinaba -utilizando la frase atribuida a Alfonso Guerra- "no salía en la foto".
En la etapa actual, así lo comentaba el otro día con mis amigos tertulianos, Guillermo debe de hacer entender al PSOE de Extremadura, aprovechando su congreso regional, que la partitura con la que ganó las elecciones autonómicas es innegociable; que no se puede desafinar ni estar en desarmonía con respecto a ella; que es una partitura que hay que asumir no sólo en lo teórico sino en la práctica, pues sin práctica su teoría está muerta; que es una partitura que se puede interpretar según las únicas indicaciones de su director (Guillermo) como así determinó el electorado; y que las únicas licencias que se pueden consentir es hacerlo por vocación o por salario o recompensa. A partir de ahí, quien no baile al son que impone el pueblo soberano que se atenga a las consecuencias, consecuencias que deben de ser el no salir en la foto.
Algunos se preguntarán, ¿por qué suscita interés la teoría política de la orquesta en relación al PSOE de Extremadura? Pues porque hay miembros, de la orquesta actual que compone el PSOE de Extremadura -así nos lo parece a algunos ciudadanos que pululamos por múltiples blogosferas y tenemos infinitos oídos-, que no actúan en armonía y consonancia con la partitura que en el momento histórico actual se debe de interpretar; y que se debe de interpretar con cadencia, acorde, concierto y evidencia práctica para que no tengamos que decirles a las próximas generaciones, a las sociedades que vengan con posterioridad a la nuestra que "no pudimos". Nuestra "responsabilidad" y la de Guillermo Fernández Vara es aprovechar la sociedad actual en la que "se trata de innovar y de atreverse", como certeramente dijo Juan Carlos Rodríguez Ibarra al recibir la medalla de Extremadura.
Atrévanse por tanto en el PSOE de Extremadura a llevar a cabo una práctica consecuente con la partitura a interpretar. Eso es lo que actualmente se evidencia que ocurre, eso es lo que actualmente se evidencia que falla ostensiblemente en el PSOE de Extremadura. Eliminar burocracias ralentizadoras y fomentar la participación es tarea de todos y hay que creérselo. El próximo congreso regional es una oportunidad histórica para remover esos obstáculos, el próximo congreso regional es una oportunidad histórica que hay que saber aprovechar.
Y, por cierto, amigo Guillermo, recoge el testigo que deja Ibarra y transformate en la nueva voz de Extremadura; es, como se dice en lógica, una condición necesaria y suficiente para que la teoría que se recoge en tu partitura se complemente con su necesaria práctica. Tanto los amigos, como los enemigos, así como los compañeros de partido la necesitan.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Dado que no rechazo opinar con respecto a nada -pues tengo una filosofía infalible y que se resume, como hoy le decía a mi amigo Ricardo Royo-Villanova en un comentario que subía a su blog, en esa indiscutible frase de Alfred Adler que dice: "todo puede ser así, pero también todo lo contrario"-, pues lo dicho, a continuación os dejo mi punto de vista, abierto a ser cuestionado y rechazado obviamente si no convence, sobre esa enigmática, sobre ese arcano que representa la teoría política de la orquesta en relación al PSOE de Extremadura.
En el pasado proceso electoral autonómico celebrado el 27 de Mayo de 2007, los extremeños apostaron resueltamente por el "cambio sin cambio" que consiste, como dice Guillermo, en ser "nada conformista y sumamente incluyente", en actuar "cambiando las formas de hacer de las personas, pero con permanencia de las ideas, los principios y las convicciones". Esta es la partitura con que Guillermo Fernández Vara se presentó a los comicios y que los ciudadanos extremeños avalaron mayoritariamente y, por ello, lo que en el momento histórico actual toca hacer sin dilaciones.
Guillermo sustituía así, al frente del gobierno regional, a Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el cual tenía otra partitura, idéntica en las ideas, en los principios y en las convicciones, pero diferente en las formas de hacer las cosas. La partitura de Ibarra -aunque a algunos nos hubiera gustado con un mayor número de notas o de páginas incluidoras de un mayor número de perspectivas, sensibilidades y personas- funcionaba bien. Como en las orquestas había quienes la interpretaban por vocación y quienes por salario o recompensa, pero existía una total armonía y el que desafinaba -utilizando la frase atribuida a Alfonso Guerra- "no salía en la foto".
En la etapa actual, así lo comentaba el otro día con mis amigos tertulianos, Guillermo debe de hacer entender al PSOE de Extremadura, aprovechando su congreso regional, que la partitura con la que ganó las elecciones autonómicas es innegociable; que no se puede desafinar ni estar en desarmonía con respecto a ella; que es una partitura que hay que asumir no sólo en lo teórico sino en la práctica, pues sin práctica su teoría está muerta; que es una partitura que se puede interpretar según las únicas indicaciones de su director (Guillermo) como así determinó el electorado; y que las únicas licencias que se pueden consentir es hacerlo por vocación o por salario o recompensa. A partir de ahí, quien no baile al son que impone el pueblo soberano que se atenga a las consecuencias, consecuencias que deben de ser el no salir en la foto.
Algunos se preguntarán, ¿por qué suscita interés la teoría política de la orquesta en relación al PSOE de Extremadura? Pues porque hay miembros, de la orquesta actual que compone el PSOE de Extremadura -así nos lo parece a algunos ciudadanos que pululamos por múltiples blogosferas y tenemos infinitos oídos-, que no actúan en armonía y consonancia con la partitura que en el momento histórico actual se debe de interpretar; y que se debe de interpretar con cadencia, acorde, concierto y evidencia práctica para que no tengamos que decirles a las próximas generaciones, a las sociedades que vengan con posterioridad a la nuestra que "no pudimos". Nuestra "responsabilidad" y la de Guillermo Fernández Vara es aprovechar la sociedad actual en la que "se trata de innovar y de atreverse", como certeramente dijo Juan Carlos Rodríguez Ibarra al recibir la medalla de Extremadura.
Atrévanse por tanto en el PSOE de Extremadura a llevar a cabo una práctica consecuente con la partitura a interpretar. Eso es lo que actualmente se evidencia que ocurre, eso es lo que actualmente se evidencia que falla ostensiblemente en el PSOE de Extremadura. Eliminar burocracias ralentizadoras y fomentar la participación es tarea de todos y hay que creérselo. El próximo congreso regional es una oportunidad histórica para remover esos obstáculos, el próximo congreso regional es una oportunidad histórica que hay que saber aprovechar.
Y, por cierto, amigo Guillermo, recoge el testigo que deja Ibarra y transformate en la nueva voz de Extremadura; es, como se dice en lógica, una condición necesaria y suficiente para que la teoría que se recoge en tu partitura se complemente con su necesaria práctica. Tanto los amigos, como los enemigos, así como los compañeros de partido la necesitan.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Hola Javier,
ResponderEliminarMuy bueno tu comentario, que suscribo totalmente. Ojala sea así y podamos hacerlo.
Un abrazo
Estimado Javier, suscribo todas tus palabras, y en mí tienen una socialista que les apoyará
ResponderEliminarbesos
Gracias amigos, esperemos que pronto existan en esta tierra instrumentos políticos progresistas con los que la ciudadanía se sienta totalmente identificada, representada e incorporada.
ResponderEliminarRecibid un cordial saludo y un muy fuerte abrazo de vuestro incondicional amigo Javier Caso Iglesias.
Estimado:
ResponderEliminarAyer mismo comentaba en mi casa el ambiente de "nada" que me inspira el gobierno de Vara; me explico: tengo la extraña sensación de que no se está haciendo nada...
Ibarra se fue con la cabeza alta habiendo dejado atrás un camino hacia los nuevos tiempos que Vara debía rematar... pero parece que estamos retrocediendo, ¿o e lo parece a mí?
Si además a esto sumamos el hecho de que no existe la armonía de la que hablas en este post, entre los miembros políticos que conforman esa orquesta, lo tenemos "crudo".
Reafirmo el último párrafo de esta publicación. Y añado, que mucha culpa la tenemos los propios ciudadanos por no exigir, por seguir conformándonos, por dejar correr las cosas sin más y no tomar posturas al respecto.
Como de costumbre, se promete mucho y se hace poco.
Hola Xhandra:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Mi deseo sería que esa nueva gente que apunta en el PSOE, esas personas de Iniciativa Socialista Cacereña y de Socialistas cerca de ti, fueran capaces de insertar ideas, de insertar propuestas, de insertar prácticas consecuentes con las demandas ciudadanas. Esas personas fueran capaces de dar dinamismo práctico a esas ideas expresadas por Guillermo de ser "nada conformista y sumamente incluyente", de actuar "cambiando las formas de hacer de las personas, pero con permanencia de las ideas, los principios y las convicciones".
De no ser así "el cambio sin cambio" perderá fuelle, desilusionará a la ciudadanía y las próximas elecciones en el alero. Además se necesita un movimiento amplio, pues a nivel local Badajoz, Cáceres o Plasencia están de UVI.
Recibe un cordial saludo y un fuerte abrazo de tu amigo Javier Caso Iglesias.
La verdad, no sé si son los apuntes o es la teoría lo que son confusos, pero llamar a eso "teoría política" de la orquesta me parece cuando menos algo presuntuoso, ¿no?.
ResponderEliminarEs más, si dicha teoría política se sintetizan en las ambigüas frases "cambio sin cambio", "nada conformista y sumamente incluyente", "cambiando las formas de hacer de las personas, pero con permanencia de las ideas, los principios y las convicciones", vamos apañados, pues creo que apelan más a sentimientos que a razones o argumentos de una posible teoría política. Y en ese caso estaríamos hablando de algo más próximo a un dogma de fé, doctrina religiosao sentimiento religioso.
A anónimo:
ResponderEliminarEs que en realidad si lo piensas bien la política no deja de ser también una religión que necesita de creyentes y actua de igual forma.
Además, la religión siempre ha venido de la mano de la política; por eso nos tocan el punto sensible: para captar nuestra fe, es decir nuestro apoyo y en definitiva nuestro voto.
Si sólo pensamos en política dejando al lado los sentimientos vamos apañados; me acuerdo ahora de la ideología peronista, que profesaba por encima de todo el sentimiento y el cuidado de los ciudadanos más que de imponer doctrina política en sí misma, puesto que su máximo representante siempre tuvo a su lado consejeros incluso de la misma oposición: pensaba, si esta persona me da lo que necesito, no me importan sus ideas aunque sean contrarias a las mías; sin duda un ejemplo modelo de integración y colaboración, además de inteligencia.
Si nuestros políticos no se preocupan de nosotros como personas si no como simples votos, ¿a dónde vamos a llegar?
Aunque ojo, quizás me equivoco en este razonamiento...
La fé, la fidelidad o la confianza creo son capacidades humanas dirigidas hacia una persona amada, un hecho religioso, o un amigo, y si me apuras hacia un equipo de futbol (cosa esta que nunca he experimentado). Y en cierta medida trascienden la voluntad y la razón de las personas. Cuando no hay interés de por medio la confianza es un valor que construye la personalidad de los individuos. Cuando se pierde la confianza en alguien, ni la voluntad, ni la razón logran recuperarla.
ResponderEliminarPero en política, donde las pasiones, intereses y voluntades de los individuos son plurales, antagónicos e incluso ilegítimos, la razón se ha de imponer a la confianza. Que la confianza sustituya a la razón supone el asesinato político de la sociedad. Es más, sin la natural desconfianza del individuo al poder o quien lo ejerce, serían inviables unas instituciones políticas democráticas que ante todo deben ser garantistas de los derechos y deberes de la persona.
Querer incluir o integrar en un mismo proyecto a distintas voluntades e ideologías políticas antagónicas y distintas va en contra de la política, pues se pide traicionar a las propias ideas y principios. Es el disenso y no el consenso o el pacto el que hace avanzar a las sociedades con instituciones democráticas. En democracia, no hay peligro a la confrontación de las ideas, pues la libertad política de los ciudadanos, la representación de estos y el control del poder quedan garantizados por las instituciones que son democráticas formalmente. Cuando no hay democracia, la defensa de las propias ideas amenaza la supervivencia del régimen, por ello, se apela al pacto o al consenso que simula una convergencia de posiciones contrapuestas, pero en el fondo supone un reparto de intereses, a costa de renunciar todos a los propios ideales.
Actualmente, como no cabe defensa radical (que no violenta, sino irrenunciable) de ningún tipo de idea, los líderes sólo pueden apelar a la confianza o la fé de los ciudadanos.
Estimado amigo anónimo:
ResponderEliminarMi opinión es similar a la de Xhandra. Me comprometo amigo anónimo a dedicarte un artículo en mi blog explicativo de esa metáfora, de esa alegoría, de ese símbolo que es esa otra teoría, inserta en la teoría de la orquesta, del "cambio sin cambio", del "nada conformista y sumamente incluyente", del "cambiando las formas de hacer de las personas, pero con permanencia de las ideas, los principios y las convicciones".
Además lo voy a hacer desde una perspectiva ortegiana, hablando de ese maravilloso método de José Ortega y Gasset.
Recibe un cordial saludo.
Atentamente, Javier Caso Iglesias.
Nota: Me gustaría, amigo anónimo, que si fuera posible te identificaras; pues en este blog se puede decir lo que se quiera sin necesidad de ocultar la identidad. Soy admirador de Adler, aquél brillante pensador de lo cognitivo que decía a sus alumnos de la Universidad, tras dictarles apuntes, que todo puede ser así, pero también todo lo contrario.
Hola anónimo:
ResponderEliminarSi has seguido los diferentes artículos que he subido a mi blog desde que empecé a escribir en él, te darás cuenta que la presencia de análisis objetivos es permanente; así como la complacencia nula totalmente. No soy persona que guste de la complacencia a nadie.
Cuestión aparte es el respeto total de aquello que deciden los ciudadanos, para mi las decisiones de la ciudadanía hay que respetarlas. En la actualidad esta ciudadanía desea el modelo democrático que tenemos y eso es lo que hay. Si la ciudadanía quisiera otra cosa, igualmente la tendría. Sus decisiones dependen de su grado de desarrollo, de este también depende el modelo político y social que tenemos.
Mi función es convencer de las potencialidades que llevamos dentro, convencer que modificando ciertas metodologías nos puede ir mucho mejor, convencer incluso de eso que planteas con mucho acierto, esto es, la necesidad de separar los procesos electorales al ejecutivo y al legislativo.
Pero hemos de convencer, no imponer. Igual a nivel de partido, de cualquier partido. El problema no son los partidos, sino las metodologías que las personas aplicamos para resolver las cosas y para relacionarnos. Si ahora mismo se creara otro partido, nuevo nuevísimo, si las personas siguen arrastrando los mismos vicios de comportamiento, ese nuevo partido padecerá los mismos males más temprano que tarde.
La cuestión no está en cambiar de vestimenta, sino cambiar nuestra propia naturaleza comportamental; y eso depende de nuestro grado de desarrollo. Como decía Sócrates, no hay personas malas, sino simplemente personas ignorantes de sus propias potencialidades, potencialidades que se desarrollarían si trabajaran activamente por ser autoconscientes. Si trabajaran por analizar que hábitos habría que modificar para ser mejores personas, para obtener lo que deseas permitiendo al tiempo que los demás también lo consigan. Centrarse más en lo inmaterial que en lo material. Valorar más la cercanía, la empatía, el cariño, el afecto, la solidaridad, el amor que cualquier posesión material.
Estimado anónimo, espero haber despejado tus dudas. Antes de terminar este comentario decirte que comparto el objetivo de Guillermo de ser muy exigentes, pero altamente incluyentes. Y por ello soy muy, muy exigente incluso con el propio Guillermo.
Recibe un cordial saludo y un muy fuerte abrazo de tu incondicional amigo Javier Caso Iglesias.