Hay que empezar a acostumbrarse a hacer las cosas fuera de los petites comités

En el día de hoy César Ramos dejaba constancia en la prensa regional de sus ideas. Le aplaudo por ello. Recientemente algunos sectores de la población demandaban un mayor acercamiento de la estructura política e institucional a l@s ciudadan@s al objeto de explicarles, a estos, cuales son sus proyectos y propósitos para esta nueva Extremadura. El gesto de César Ramos es por ello muy valorado, apreciado y significativo de por donde soplan los nuevos tiempos que está marcando Guillermo Fernández Vara. Deseo explicitado por la ciudadanía, deseo atendido con celeridad y eficiencia por el entorno político e institucional. Así se hacen las cosas.

César Ramos habla en su artículo de dos cuestiones muy importantes, la primera es relativa a la mentalidad que requiere la nueva economía: "La clave de esta nueva economía no está en guardar bajo mil llaves nuestro conocimiento para competir con los que no lo tienen. Ahora, lo importante es crear los mecanismos y herramientas para compartirlos para, entre todos, multiplicarlos por mil. Esta es la filosofía del software libre y de los cluster de innovación".

La segunda cuestión a reseñar es referente a los cluster :"La puesta en marcha del cluster, aprovechando el conocimiento y el Know How (buenas prácticas) de sus miembros, permitiendo el crecimiento conjunto de todos aprovechando sinergias, nos debe permitir crecer más y mejor, para obtener el mayor fruto de nuestras principales potencialidades".

En el día de hoy, y antes de conocer el artículo de César Ramos, le trasladaba a mi amigo Luis Fernándo de la Macorra ideas muy similares que much@s extremeñ@s albergamos; le decía que de los que se trata es de agrupar a las mejores mentes pensantes de Extremadura. Cada cual en su papel y tod@s estando cerca para sentirnos cerca. Tod@s cuidando de los demás, tod@s considerando a l@s demás no sólo necesarios, sino imprescindibles.

La cultura del siglo XX era diferente, entendía que nadie era imprescindible, ni siquiera necesario; desde esa perspectiva se termina cosificado. Kant pensaba algo diferente, Kant entendía al ser humano no como un medio, sino como un fin en si mismo. El siglo XXI tiene que retomar a ese Kant humanista y, por ello, asentar nuestras acciones en su principio categórico. Así que cuidémonos l@s un@s de l@s otr@s y, en vez de meter el codo para abrirnos paso, aprendamos a ceder el paso; aprendamos que aquí cabemos todos y sino no cabe ni .... como dice la canción.

Estamos en la fase de las ideas, atrevámonos a soñar el mundo que deseamos; quedemos constancia de él por escrito. Hagámoslo sin complejos, diseñando lo que pretendemos y lo que se necesitaría para llevarlo a efecto. Me gustó ayer amigo Fernandinho el análisis que hacías y la cuantificación del equipo humano que se requiere para llevar a buen puerto las magníficas ideas que sostienes. Animo a tod@s a seguir tu ejemplo y a iluminarnos con la luz de vuestras iniciativas. Hágase esto como se considere conveniente: En solitario o en grupo de afinidad. Lo importante es hacerlo. Os acordáis de aquél anuncio en el que se decía: Para los altos, para los bajos, para los gordos, para los delgados, para los de acá, para los de allá, ... para todos, si. Así debemos ser sin olvidar estar cerca para sentirnos cerca.

La forma ya llegará y proveerá, como el mar. Sea la que sea o el que sea. Un/a buen/a surfista cabalga en cualquier mar, se llame este como se llame; lo importante es que tenga olas. ¿Cuanto vale una idea? Los patrocinadores que las necesiten ya ofertarán. Ahora lo que toca es tener ideas, pensar ideas; la tabla de surfear tendrá que acomodarse a l@s surfistas, ser la más rápida, la más flexible, la más cómoda para quienes se suban sobre ella. Pero ahora toca tener ideas, escribir las ideas, madurar las ideas y hacer de este proyecto, se llame como se llame, un instrumento útil a la ciudadanía; un instrumento que satisfaga sus necesidades. Fábrica de Ideas o Taller de Mayéutica, lo mismo da; lo importante es su utilidad práctica a tod@s l@s que lo conformamos y l@s que lo conformarán que ha de ser toda la sociedad extremeña en su conjunto. Si esto es para tod@s ha de ser con tod@s y entre tod@s. Ha de ser muy incluyente pero altamente exigente. Exigencia en la inclusión.

Este último sentido, el de la exigencia en la inclusión, es el que me lleva constantemente ha decir lo que pienso de las formas que a más ciudadan@s llegue. Nuestro amigo Paco dijo en uno de sus 2x1 que nosotros, al contrario que los curas, no teníamos secreto de confesión. Si la tarea es que la ciudadanía se de forma a sí misma, que sea autoconciente, hay que empezar a acostumbrarse a hacer las cosas fuera de los petites comités; hay que empezar a acostumbrarse a hacer las cosas, todas las cosas, a la luz del día. Hacer que lo privado coincida con lo público y lo público con lo privado, empezando por lo que decimos. En ese sentido utilizo, por ejemplo, mi blog. Así como lo a hacer de lo individual, de lo particular algo colectivo, algo compartido; y de lo colectivo, de lo compartido, algo particular, algo individual; algo nuestro.

Tras leer el artículo de César Ramos me ratifico en lo dicho: Hay que acostumbrarse a hacer las cosas fuera de los petites comités, o expresado con palabras de César Ramos "la clave de esta nueva economía no está en guardar bajo mil llaves nuestro conocimiento para competir con los que no lo tienen. Ahora, lo importante es crear los mecanismos y herramientas para compartirlos para, entre todos, multiplicarlos por mil. Esta es la filosofía del software libre y de los cluster de innovación".

Esto es lo que necesita Extremadura, esto es en lo que se está ahora mismo trabajando en Extremadura; y además por parte de tod@s, pues es para tod@s. Por un cluster de la innovación, de los ciudadanos y de las ideas en red.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)