viernes, 9 de mayo de 2008

Vivimos tiempos de cambios, hemos de aprovecharlos sin dudar

Hola xhandra, totalmente de acuerdo contigo. Todos y al tiempo nadie somos responsables de lo que acontece en el sistema educativo. Lo bonito de la situación es que demanda de todos diálogo. Son tiempos que van a ver nacer un nuevo sistema educativo, se tarde más o menos la evidencia es la necesidad de cambios profundos; cambios dialogados entre todos. Incluso cambios en los que cuestionemos esa diferencia entre enseñar y educar; pues todo el mundo enseña y todo el mundo educa, incluso citando a Unamuno todo el mundo ha de aprender a domesticar antes que a civilizar, a sororizar antes que a fraternizar. Son buenos tiempos, son tiempos que diría Sócrates en los que la dialéctica (esa búsqueda colectiva de la verdad y del entendimiento) sustituye a la erística, a la discusión vana. Tiempos en los que la mayéutica ha de sustituir a la sofística.
Como tu bien dices, diálogo es la palabra, entendimiento entre el Gobierno, la Administración Pública, los partidos políticos, el profesorado, el alumnado y los padres y madres de estos alumnos. Diálogo sincero en el que se han de tener en cuenta las demandas de todos, sin desatender las de ninguno.

Se ha de apostar por el método comprensivo en sustitución de la memorización mecánica y escolástica; y no sólo en el sistema educativo, sino en los procesos selectivos de oposición (lo memorizado a los tres días olvidado, como expresa certeramente el dicho popular; o si queremos ser más académicos citemos a Noam Chomsky cuando dice "los estudiantes no aprenden por una mera trasferencia de conocimientos, que se engulla con el aprendizaje memorístico y después se vomite. El aprendizaje verdadero, en efecto, tiene que ver con descubrir la verdad, no con la imposición de una verdad oficial"; e incluso a Eisntein: "Para que quiero almacenar datos en mi cabeza, existiendo inmensas bibliotecas como tenemos"). Se ha de formar a toda la comunidad educativa, por tanto, en metodologías participativas, didácticas, pedagógicas que incentiven y estimulen, que posibiliten estudiar por vocación, por interés sincero y no por obligación.

Dicen desde la Red Maestros de Maestros que abundan profesores, pero escasean los buenos educadores. También se podría decir que abundan los progenitores, pero escasean los buenos padres y madres, asimismo como que abundan administradores, pero que escasean los buenos y buenas gobernantes. La cuestión clara, vistas nuestras deficiencias, es abrir sin dilación un proceso de mejora que nos saque de la momificación académica que diría también Unamuno. Que lleve a que nuestros hijos e hijas, a los beneficiarios del sistema educativo, a no ir a clase a por nota, sino a por conocimiento.

Vivimos tiempos de cambios, hemos de aprovecharlos sin dudar.

Recibe un cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

Atentamente, Javier Caso Iglesias.

5 comentarios:

  1. Javier a colación de su post he relacionado algo que comenta, con una situación personal que vivo; las oposiciones.

    Día tras día me voy cerciorando más y más lo absurdo de este método para seleccionar a unos cuantos docentes que tal vez muchos de los que lleguen no lo merezcan o no estén preparados. El sistema actual falla cuando dicen que preparemos 72 temas y lo más actualizados y originales posibles para demostrar los conocimientos que poseemos de la materia. Vuelvo a lo mismo, no sabe más el que saca una mejor nota, no es por ello más inteligente ni más merecedor, teniendo en cuenta lo subjetivo de tales selecciones.
    Por no decir, la tortura de los días de examen con las pertinentes encerronas donde más vale que no te pase nada urgente porque te tiras por la ventana.

    Considero que memorizar tal dimensión de temas y temas no sirve para el fin que realmente se pretende, cuando desde mi punto de vista en los tiempos y situaciones que vivimos más que conocimientos teóricos tendríamos que medir el aguante psicológico de las personas; seamos sinceros, no todos estamos preparados para enfrentarnos a un aula problemática, ni siquiera en los largos años de carrera nos han preparado para ello.

    Pero en definitiva, todo se acaba reduciendo a lo puramente memorístico y es lamentable. Yo al menos intento aprender de lo que estudio, actualizar mis datos, extaer nuevas conclusiones aunque he de ser sincera, si no memorizo, seguramente lo olvidaré todo... y aún así, no puedo prometer nada.(NO ES EL MÉTODO, NI LA FORMA)

    De lo que estoy segura es de que son mis primeras oposiciones y que de no superarlas no creo que vuelva a prepararlas ya que no creo en este sistema, no creo que sea el adecuado ni para nosotros ni para los futuros alumnos. Buscaré otros caminos, otras posibilidades, otras metas.

    De nuevo Javier, agradezco su atención sinceramente.Y que podamos ir concluyendo algunas cosas. Como bien dice quizás la solución definitiva esté en ese diálogo entre todos los entes de la sociedad y tal vez esté cerca, o necesariamente deba estarlo.

    Un gran saludo

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  2. Hola xhandra, las gracias te las tengo que dar yo a ti por posibilitar que este tema se debata públicamente.

    Ojalá pronto se sumen a este punto de vista más y más gente y podamos sensibilizar a la administración pública de la ineficacia como criterio selectivo (tanto en la enseñanza como en lo laboral) de la memorización mecánica.

    Metodos selectivos alternativos habría muchos, por ejemplo contratar a todo titulado universitario por una etapa (uno o dos cursos académicos) y evaluar sus destrezas prácticas, sus resultados prácticos, el nivel de conocimientos que alcanzan los alumnos, de la interacción con los alumnos. Previamente habría que formar a estos en didáctica, en metodología pedagógica.

    Poner en marcha también escuelas de padres y madres de forma generalizada, compatibilizandolas con sus actividades laborales y acreditando a estos con títulos homologados por el Ministerio de Educación como aliciente y estímulo.

    Elaborar currículos personalizados para los alumnos en función de sus áreas de interés, como ya se hace en otros países europeos.

    Gracias de nuevo por tus aportaciones a este necesario debate, recibe un cordial saludo.

    Atentamente, Javier Caso Iglesias.

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  3. Javier estoy sorprendida con los datos que aquí me has ofrecido. Creo que estas aportaciones son muy acertadas y dignas de que muchos las conozcan. Hoy ya no estaré muy disponible pero mañana si me lo permites me gustaría hacer un post en mi blog donde esponga tus ideas y si me lo permites también incluirlas en un foro de Xing donde participo sobre profesores y pedagogos, siempre claro remitiendo a tu blog. Creo que podrán extraerse opiniones válidas.

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  4. Hola Javier, hola Xhandra,
    No puedo estar más de acuerdo con vuestras reflexiones acerca de nuestro sistema educativo y la conclusión de que necesita una revisión consensuada entre todos los agentes participantes.
    No obstante, quiero hacer un par de comentarios sobre el tema. En primer lugar, acerca de los padres: se nota una mayoritaria inhibición de los padres. Son (somos) escasos los padres a los que nos ocupa y preocupa la progresión diaria de nuestros hijos, no sólo el día de las notas. Son (somos) pocos los que practicamos con el ejemplo, dedicando casi todos los días un poco de nuestro tiempo a seguir aprendiendo, educándonos y progresando. Esto no se cambia si no es con cultura, más cultura y mucho tiempo.
    En segundo lugar el método: llenar de contenidos la cabeza de los chavales es sólo una parte de los objetivos. El resto, su desarrollo intelectual, su desarrollo de habilidades manuales, el desarrollo de la curiosidad y las ganas de saber por saber, requiere mucho más. Además, cómo van a desarrollarlas si muchas veces carecen del nivel de comprensión lectora mínimo para poder memorizar. Si vieses el nivel con él que nos llegan algunos alumnos a la Universidad, os sorprendería. Para solucionarlo estoy seguro que promocionar la lectura y la comprensión lectora en la primaria y secundaria sería un notable avance.
    Por último, el profesorado. Comparto con Xhandra que el sistema actual no es el más justo, pero se acerca al más objetivo. A mi me gustaría introducir un término subjetivo en las oposiciones y que no sé cómo se valoraría: la motivación. Debería poder evaluarse porque sé por mis hijas y por experiencia propia, aunque a otro nivel educativo, que la desidia en las clases y en el comportamiento diario frente a los alumnos se transmite y es muy contagioso.

    En fin, un abrazo a los dos y me dejo mis comentarios sobre la administración educativa (la otra pata del sistema educativo) para posteriores ocasiones.

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  5. Estimado Paco, veo que somos muchos los que compartimos las mismas opiniones y más aún inquietudes. Lamentablemente esta es la realidad que vivimos hoy y veo que mucho del problema se genera en el núcleo familiar; claro es no quiere decir que sea en todos los casos pero si generalizamos los chicos hoy viven una "libertad" que está trayendo caras consecuencias.
    Imagino cómo deben ser los jóvenes que llegan ahora a la Universidad; siempre hubo de todo claro, pero no creo que vayan tan bien preparados ni con el nivel exigido.

    Que conste, que también creo que la Universidad tiene algunas carencias: los alumnos en un grupo-clase son muchos y el vículo entre docente y alumno es inexistente. Si a esto le sumamos el contexto de diversión y la falta de interés por las materias en los primeros años de carrera, muchos acaban por abandonar, otros pasan sin pena ni gloria... en fin..

    También la Universidad necesita un repaso y que los docentes de esta etapa se planteen que están ahí para formar y no para soltar un rollo e irse como los más grandes: lo sé me ha pasado... Aunque de nuevo quiero indicar que no son todos los que hacen esto.

    Lamento sinceramente estas situaciones y espero que poco a poco se vayan resolviendo estos problemas que si no se subsanan a corto plazo generarán otros más importantes.

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