Plasencia, los cacos y el cobre

El Ayuntamiento de Plasencia pide colaboración ciudadana para controlar una situación que, esa es la impresión ciudadana, les sobrepasa, desborda y no pueden dominar; me estoy refiriendo a la que les genera los ladrones de cable de cobre.

En esta ocasión reparar el estropicio va a suponer, a las arcas públicas, 10.000 euros. Sin contar en ellos los que han de desembolsar los empresarios afectados por el robo del cable de cobre en el PIR de la Data y que, al no estar recepcionada, sufragarán de sus propios bolsillos.

Estas actuaciones de los cacos se vienen sucediendo con una gran asiduidad e impunidad en la ciudad de Plasencia. Hace escasos meses los medios de comunicación nos informaban de otro importante alijo de cobre sustraido al cableado de la ciudad.

Además de estos robos, estos cacos de la furgoneta aprovechan para recabar todo lo que pillan a su paso, de San Juan a San Miguel, de forma reincidente en Ciudad Jardín o en la céntrica calle Trujillo como así nos informa la prensa.

Esperemos que desde el Ayuntamiento de Plasencia se adopten las medidas oportunas, como por ejemplo colocar cámaras en las zonas afectadas para garantizar su protección, así como que se preocupe de custodiar la Casa Consistorial, pues dado que estos amigos de lo ajeno campan a sus anchas y se permiten sustraer lo que les apetece hasta en el mismo centro de la ciudad, no sería extraño que su próximo objetivo sea el hilo de cobre de los equipos informáticos de la Alcaldía.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)