Será porque televisión rima con transformación, pero la verdad es que el artículo de esta semana de mi buen amigo Paco Martín, el soñador de guardia -no confundir con el concejal que dirige la guardia-, me lleva y me hace pensar en la segunda transformación de Extremadura.
Aunque, a lo mejor, ha sido su alusión a "Los Santos Inocentes" la que ha traído a mi mente la segunda transformación de Extremadura.
Un amigo común decía, hace ya nueve meses -el tiempo en que tarda en gestarse un niño- que se abre una nueva etapa para Extremadura que exigirá aprovechar los medios y herramientas de que dispone para abrir nuevos caminos.
Hoy, nueve meses después, ya estamos "manos a la obra" dando vida a ese nuevo proyecto de segunda transformación de Extremadura, "porque Extremadura no ha cambiado aún lo suficiente como para no seguir cambiándola", "contando con recursos que no se pueden comprar con dinero", haciendo una política que incluye "la pasión por la igualdad de oportunidades", ejerciendo una política "que no olvida y que sirve para vengarse del pasado".
Una segunda transformación de Extremadura que "deje de lado los localismos" y en la que "no concebimos ser extremeños sin ser españoles, pues somos conscientes de que los derechos fundamentales están en función de la condición de españoles". Una segunda transformación integradora, "un cambio sin cambio" pero que no para de cambiar, una transformación ha hacer "entre todos por que es de todos y a favor de todos".
Mientras "los de la esquina", como mi buen amigo Paco dice, buscan su patria a sangre y fuego y son parte de la actualidad. O mejor como expresas en una de esas etiquetas -Silencio en el silencio- de tu blog: "No mueras por nadie que te pida que lo hagas por el" "Los imbéciles se creen de si mismos lo que nunca llegarán a ser, los prudentes no asumen lo que jamás serán"
Pero dejémonos de las gaitas de "los de la esquina". Nosotros a lo nuestro, a poner todo nuestro empeño y dedicación a esa segunda gran transformación de Extremadura, a ese gran cambio sin cambio que no para de cambiarlo todo; por cierto, nuestro proceso de transformación necesita de comentadores de su simbología. Seguro que pronto mi amigo Paco nos presta su ayuda en estos menesteres. Yo soy de los que con expectación ya esperan sus nuevos artículos para ver que dice al respecto.
Si nuestro amigo Guillermo afirma que "llega para Extremadura su segunda transformación" y que él se siente dispuesto y preparado para conducirla, de nosotros no se debe ni se tiene que esperar menos que estemos a la altura de las circunstancias y arrimemos el hombro todo lo que se pueda y más, el glosarla incluido; es por ello amigo Paco que te pido que si me ves flaquear o desviarme por caminos inconvenientes, me lo digas sin dudar y me tiendas tu mano amiga para emerger del atolladero. Pues tu ya me sabes eso mio de ser firme en los principios, pero flexible, afectivo, empático, emotivo y sensible en las formas.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Aunque, a lo mejor, ha sido su alusión a "Los Santos Inocentes" la que ha traído a mi mente la segunda transformación de Extremadura.
Un amigo común decía, hace ya nueve meses -el tiempo en que tarda en gestarse un niño- que se abre una nueva etapa para Extremadura que exigirá aprovechar los medios y herramientas de que dispone para abrir nuevos caminos.
Hoy, nueve meses después, ya estamos "manos a la obra" dando vida a ese nuevo proyecto de segunda transformación de Extremadura, "porque Extremadura no ha cambiado aún lo suficiente como para no seguir cambiándola", "contando con recursos que no se pueden comprar con dinero", haciendo una política que incluye "la pasión por la igualdad de oportunidades", ejerciendo una política "que no olvida y que sirve para vengarse del pasado".
Una segunda transformación de Extremadura que "deje de lado los localismos" y en la que "no concebimos ser extremeños sin ser españoles, pues somos conscientes de que los derechos fundamentales están en función de la condición de españoles". Una segunda transformación integradora, "un cambio sin cambio" pero que no para de cambiar, una transformación ha hacer "entre todos por que es de todos y a favor de todos".
Mientras "los de la esquina", como mi buen amigo Paco dice, buscan su patria a sangre y fuego y son parte de la actualidad. O mejor como expresas en una de esas etiquetas -Silencio en el silencio- de tu blog: "No mueras por nadie que te pida que lo hagas por el" "Los imbéciles se creen de si mismos lo que nunca llegarán a ser, los prudentes no asumen lo que jamás serán"
Pero dejémonos de las gaitas de "los de la esquina". Nosotros a lo nuestro, a poner todo nuestro empeño y dedicación a esa segunda gran transformación de Extremadura, a ese gran cambio sin cambio que no para de cambiarlo todo; por cierto, nuestro proceso de transformación necesita de comentadores de su simbología. Seguro que pronto mi amigo Paco nos presta su ayuda en estos menesteres. Yo soy de los que con expectación ya esperan sus nuevos artículos para ver que dice al respecto.
Si nuestro amigo Guillermo afirma que "llega para Extremadura su segunda transformación" y que él se siente dispuesto y preparado para conducirla, de nosotros no se debe ni se tiene que esperar menos que estemos a la altura de las circunstancias y arrimemos el hombro todo lo que se pueda y más, el glosarla incluido; es por ello amigo Paco que te pido que si me ves flaquear o desviarme por caminos inconvenientes, me lo digas sin dudar y me tiendas tu mano amiga para emerger del atolladero. Pues tu ya me sabes eso mio de ser firme en los principios, pero flexible, afectivo, empático, emotivo y sensible en las formas.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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