lunes, 8 de enero de 2007

Alzheimer, obesidad, retraso mental: Síndromes genéticos

Este año 2007 ha sido declarado el de la Investigación Científica. Desde todos los ámbitos institucionales y sociales se ha mostrado interés por apoyar, financiar y difundir los logros de la ciencia. Espero que estos deseos se transformen en realidades concretas y tangibles no sólo durante este año 2007, sino también para lo que resta de siglo. Pues en la ciencia se encuentran muchas, por no decir todas, las claves para superar los síndromes que como humanidad y civilización padecemos.

Me gustaría centrarme en este artículo en los síndromes genéticos que la investigación científica, en este siglo XXI, puede llegar a resolver. Desde la segunda mitad del siglo pasado, la investigación científica ha ido abordando con rigor y éxito el estudio de la conexión entre genes y conducta. A día de hoy sabemos que enfermedades como el alzheimer, el parkinson, la obesidad, la artritis, la depresión, e incluso discapacidades como el retraso mental; así como las conductas agresivas, drogodependientes o de limpieza, o el mismo aprendizaje y la memoria, entre otros, están determinados, en gran medida, por genes concretos. Recordemos que son los genes los que codifican a las biomoléculas del organismo que activan o inactivan la transcripción de otros genes, de forma que la expresión de estos, en ámbitos morfológicos, fisiológicos y conductuales, y en términos de salud o enfermedad, depende de la de aquellos.

Siendo todo esto así, pues comprobado y constatado científicamente está, esperemos como ciudadanos que los recursos que como contribuyentes aportamos a las arcas del estado y como trabajadores a las de las empresas, se destinen, cada día más, al desarrollo, impulso y consolidación de la investigación científica. Pues el bien general, como nos dirían nuestros queridos clásicos Sócrates, Platón y Aristóteles, debe de anteponerse a los desviados intereses espúreos particulares.

http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=29044