El problema de si puede atribuirse al pensamiento humano una verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico.
Javier Caso Iglesias (Para Kaos en la Red) [30.11.2006 20:51] - 175 lecturas - 4 comentarios
Como se dice acertadamente en uno de los comentarios de esta página, que asumo y destaco por su interés, el problema de si puede atribuirse al pensamiento humano una verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa en torno a la realidad o irrealidad del pensamiento -aislado de la práctica- es un problema puramente escolástico. Toda la vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen a la teoría al misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica.
Es por ello que no entiendo tanta pelea entre las diferentes familias que componen la izquierda transformadora, ni los intentos de abortar iniciativas de unos por parte de otros que, a diario, se llevan a cabo. Hay que dejar que cada cual pruebe en la práctica la realidad, el poder, la terrenalidad de su pensamiento.
Dejemonos de tanto cuestionamiento que no indica y muestra otra cosa más que impotencia, a más radical el discurso, más se flojea en la práctica y en la coherencia y firmeza de los principios. Parecemos plañideras. Reconozcamos nuestra incapacidad para conformar una minima y creible alternativa de poder. No justifiquemos esta impotencia diciendo que mira lo que hizo al Chile democrático y a la España republicana la burguesía. Existen actualmente otras experiencias victoriosas como la de Evo Morales o la de Hugo Chavez. Además, ahí está también el ejemplo de Lenin o de Mao.
Cada uno de ellos, así como las organizaciones en las que militaban, tenián y tienen perfectamente claro que hacer y, en la práctica, lo llevaron y lo llevan actualmente a efecto.
La diferencia de nuestra izquierda transformadora, en la cual me incluyo, es que no transforma nada. Es una izquierda inutil e inservible.
Estimado amigo IVA, no te obsesiones y entiende que para ganar elecciones no hay que tener dinero, lo que hay que tener es claridad en las ideas. El proletariado es más inteligente de lo que algunos representantes de esa llamada izquierda transformadora piensa. Si la cuestión es tener una alternativa más de izquierdas que Izquierda Unida, ahí está el PCPE, Corriente Roja u otros grupos que se presentan a las elecciones y que tienen vida organizativa. Sin embargo sus resultados en afiliación, organización y hegemonía entre las masas y en votos en los procesos electorales son más que escasos. Entiendo por ello que la solución no es ser más de izquierda que Izquierda Unida de la forma en que se está siendo en la actualidad en este país.
Mi pensamiento es que hay que volver a Marx, pero al Marx auténtico, al no dogmático, al dialéctico. Al Marx que exigía realizaciones prácticas y no mera charlatanería y muestras de impotencia. Al Marx que creía firmemente en el desarrollo de las fuerzas productivas y, para procurar ese desarrollo, entendía que había que eliminar todas las relaciones de producción que la limitaran.
Esto que digo es lo fundamental de Marx y que poca gente a lo largo de la historia ha entendido, comprendido y aplicado coherentemente en la práctica. Quienes así lo entendieron y lo entienden transforman realidades sociales, ejemplos: Lenin, Mao, Evo o Chavez.
Javier Caso Iglesias (Para Kaos en la Red) [30.11.2006 20:51] - 175 lecturas - 4 comentarios
Como se dice acertadamente en uno de los comentarios de esta página, que asumo y destaco por su interés, el problema de si puede atribuirse al pensamiento humano una verdad objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa en torno a la realidad o irrealidad del pensamiento -aislado de la práctica- es un problema puramente escolástico. Toda la vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen a la teoría al misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica.
Es por ello que no entiendo tanta pelea entre las diferentes familias que componen la izquierda transformadora, ni los intentos de abortar iniciativas de unos por parte de otros que, a diario, se llevan a cabo. Hay que dejar que cada cual pruebe en la práctica la realidad, el poder, la terrenalidad de su pensamiento.
Dejemonos de tanto cuestionamiento que no indica y muestra otra cosa más que impotencia, a más radical el discurso, más se flojea en la práctica y en la coherencia y firmeza de los principios. Parecemos plañideras. Reconozcamos nuestra incapacidad para conformar una minima y creible alternativa de poder. No justifiquemos esta impotencia diciendo que mira lo que hizo al Chile democrático y a la España republicana la burguesía. Existen actualmente otras experiencias victoriosas como la de Evo Morales o la de Hugo Chavez. Además, ahí está también el ejemplo de Lenin o de Mao.
Cada uno de ellos, así como las organizaciones en las que militaban, tenián y tienen perfectamente claro que hacer y, en la práctica, lo llevaron y lo llevan actualmente a efecto.
La diferencia de nuestra izquierda transformadora, en la cual me incluyo, es que no transforma nada. Es una izquierda inutil e inservible.
Estimado amigo IVA, no te obsesiones y entiende que para ganar elecciones no hay que tener dinero, lo que hay que tener es claridad en las ideas. El proletariado es más inteligente de lo que algunos representantes de esa llamada izquierda transformadora piensa. Si la cuestión es tener una alternativa más de izquierdas que Izquierda Unida, ahí está el PCPE, Corriente Roja u otros grupos que se presentan a las elecciones y que tienen vida organizativa. Sin embargo sus resultados en afiliación, organización y hegemonía entre las masas y en votos en los procesos electorales son más que escasos. Entiendo por ello que la solución no es ser más de izquierda que Izquierda Unida de la forma en que se está siendo en la actualidad en este país.
Mi pensamiento es que hay que volver a Marx, pero al Marx auténtico, al no dogmático, al dialéctico. Al Marx que exigía realizaciones prácticas y no mera charlatanería y muestras de impotencia. Al Marx que creía firmemente en el desarrollo de las fuerzas productivas y, para procurar ese desarrollo, entendía que había que eliminar todas las relaciones de producción que la limitaran.
Esto que digo es lo fundamental de Marx y que poca gente a lo largo de la historia ha entendido, comprendido y aplicado coherentemente en la práctica. Quienes así lo entendieron y lo entienden transforman realidades sociales, ejemplos: Lenin, Mao, Evo o Chavez.
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