Muchos parecen haberse sorprendido con la noticia de que la mayoría de votantes de Ahora Madrid están a favor del proyecto Distrito Castellana Norte. Pero esto ha de tomarse con muy sana naturalidad e incluso con satisfacción si los partidos políticos salen de su autorepresentación y desean articular amplias mayorías sociales. Si esto comienza a ser así, esperemos que la tendencia no se invierta, los partidos políticos han de ubicarse en el lugar que les corresponde, el relativo a ser meras herramientas de representación y no fines en sí mismos como hasta ahora. El eje viejo-nuevo también está presente en ello. Los clichés del siglo XX están siendo, afortunadamente, superados.
En varias ocasiones he dicho que a Podemos le está comiendo la merienda Ciudadanos y esto es así por el hecho de que Podemos, en vez de representar y articular fielmente a una amplia mayoría social de cambio se ha dedicado a pastorear el voto de la vieja izquierda. Si Podemos, en vez de intentar ser una IU reformada hubiera hecho sus deberes de ser una herramienta para representar al conjunto de la ciudadanía, no hubiera bajado del 28% de simpatía electoral. Pero Podemos se ha dedicado a intentar pastorear a la vieja izquierda y se ha ubicado en el espacio de la autorepresentación, o sea, el 15% que actualmente le dan las encuestas.
Para representar amplias mayorías sociales, para representar y ubicarse en los nuevos espacios de representación del siglo XXI, Podemos debería de haberse transformado más en herramienta al servicio de la ciudadanía; haber adoptado un programa más transversal, un discurso más sosegado y sereno, haber apostado por una verdadera democracia interna y altamente participativa y haber adoptado una metodología sin listas y sin programas plancha y sin candidatos VIP elegidos y colocados en los puestos de salida de sus candidaturas sin contar con el refrendo de la ciudadanía a través de primarias ciudadanas sin restricciones ni avales.
O Podemos sigue el camino metodológico marcado por Ahora Madrid o terminará recorriendo el camino de la marginalidad autorepresentativa de la IU de Cayo Lara y Alberto Garzón con la que el sistema está muy satisfecha, pues ni por activa ni por pasiva cuestiona el liderazgo del orden establecido en el 78.
No hay comentarios:
Publicar un comentario