jueves, 13 de octubre de 2011

La cooperativa política por Florent Marcellesi

Selecciono en este post los párrafos que, desde mi punto de vista, resultan más significativos del artículo de Florent Marcellesi titulado "Trucos de cocina para el movimiento verde del siglo XXI: la cooperativa política".

1.- La introducción al artículo de Daniel Cohn-Bendit.
"Los retos del siglo XXI están pidiendo una metamorfosis y un cambio de las formas políticas. La democracia exige una organización que respete la pluralidad y la singularidad de sus componentes. (…) Imagino una organización polinizadora, que aglutine las ideas y las transporte y fecunde con ellas otras partes del cuerpo social. (…) Ni partido-maquina, ni partido-empresa, preferiría que inventásemos juntos una 'cooperativa política'. Es decir una estructura capaz de producir significado y de transmitir sentido político y tomar decisiones estratégicas (…) para garantizar a cada uno la propiedad común del movimiento y la puesta en común de sus beneficios políticos."

2.- Salimos del túnel de la desorientación.
Asistimos a una desorientación ideológica y organizacional en las fuerzas transformadoras tanto institucionales como extraparlamentarias. Existen hoy nuevas ideas y nuevos movimientos (decrecimiento, grupos de consumo, software libre, etc.) y sectores de población (jóvenes, abstencionistas, desencantados de la política, etc.) huérfanos de representación política. (...) Existe una voluntad clara de los diferentes actores verdes de salir de la marginalidad, la desunión y la disolución en otras opciones políticas y entrar en un nuevo ciclo.

3.- Alternativa reticular, plural, horizontal y participativa.
La ecología política se ha forjado en el calor del pensamiento antiautoritario, desde una cultura de esencia libertaria y tolerante, alejada de las vanguardias, incluso si fuesen verdes (Gattolin, 2009). Se trata de generar una dinámica amplia, horizontal y participativa que huya de la verticalidad y monolitismo partidista y sepa adaptarse a la sociedad reticular y plural actual. En nuestro seno, tenemos que superar los sistemas representativos tradicionales que intentan canalizar la participación política hacia partidos burocráticos y oligárquicos, dirigidos por una élite activa y bien (in)formada (...) construyamos una organización que sea a la vez más que un partido y más que una red: un espacio de regeneración cívica y democrática que pueda, como afirma Cohn-Bendit, "repolitizar la sociedad civil al mismo tiempo que civiliza la sociedad política".

4.- Empoderamiento de las bases.
Además de esta indispensable dinámica arriba-abajo, la construcción de una organización perenne y sólida requiere una verdadera penetración de la sociedad civil en el partido-red. La dinámica abajo-arriba, a través del empoderamiento de las bases de forma cooperativa y deliberativa, es un requisito imprescindible para que el movimiento camine con pies y cabeza.

5.- Una red basada en competencias en vez de jerarquía, horizontal y con voluntad de consenso.
“la red” es ante todo una mentalidad y una forma de trabajar adaptada a la sociedad del conocimiento basada en la inteligencia colectiva y la propiedad común, como puede ser la lógica cooperativa del software libre o los “grupos inteligentes”. Es una búsqueda constante de sistemas organizativos basados en competencias en vez de jerarquía, con una fuerte especialización horizontal y voluntad de consenso, y donde todos los miembros pueden tener autoridad para tomar decisiones y llevar a cabo acciones. Asimismo la fuerza de las redes, físicas o virtuales, reside en su capacidad de mover y mezclar personas y organizaciones de diferentes intereses o círculos, con compromisos flexibles según objetivos y afinidades, desde lo territorial a lo sectorial.


6.- Sumar de forma generosa y policéntrica.
En este partido-red hay que sumar de forma generosa y policéntrica a todas las corrientes que conforman el movimiento ecologista: ecopacifistas, ecofeministas, ecosocialistas, medioambientalistas, conversacionistas, animalistas, etc. Además, con altura de miras y proyección de cara al futuro, no hay que tener miedo en la apertura "a quienes, provengan de donde provengan, piensan que la crisis socio-ecológica es el nuevo eje prioritario" (Coordinadora Verde, 2010). Dado que la ecología política amplía de manera considerable las posibles coaliciones sociales para combatir el desorden existente, necesitamos una estructura —y un espíritu— lo suficiente flexible y elástica para acoger individuos y colectivos con diferentes trayectorias vivenciales y/o políticas. Eso supone la construcción de un liderazgo colectivo y polifacético, así como de un ideario plural y no dogmático, que permita la correcta inclusión y representación organizativa y pública de las diferentes sensibilidades que sustentan el nuevo sujeto político.

7.- Decidir por la fuerza del mejor argumento y no por coacción.
volver a hacer de la gestión de la res publica algo más noble, donde según Habermas el resultado de un discurso no puede decidirse por coacción sino por la fuerza del mejor argumento.

8.- Objetivo: Transformación ecológica, social y democrática de la sociedad.
En términos concretos, definiríamos la cooperativa política como un movimiento socio-político estructurado en una red cooperativa, en un partido y en un vivero de ideas y debate. Se fijaría como objetivos: articular una visión y un programa en torno a la transformación ecológica, social y democrática de la sociedad, cambiar las instituciones sin rechazar el reto de su gestión, movilizar la sociedad y ser agente de educación popular sobre ecología.

9.- Red Cooperativa.
Su función sería favorecer todas las iniciativas y acciones individuales y colectivas que permiten crear y poner en común saber y saber-hacer ecologista. (...) La red cooperativa permitiría también la colaboración efectiva con partidos monotemáticos afines.

10.- El partido.
Sería la espina dorsal de la cooperativa política. (...) Sería además el lugar donde se tendría que producir el proceso de convergencia de los diferentes actores que reconocen al Partido Verde europeo como su referente político europeo supra-estatal para dar a luz a un único cuerpo político coherente.

5 comentarios:

  1. Ventajas de la democracia deliberativa.-

    El proceso de deliberación se caracteriza por los esfuerzos para incluir en el mismo a grupos marginales que suelen ser ignorados en otros procesos de decisión (procesos meramente representativos o meritocráticos).

    La deliberación pública obliga a tomar en consideración los intereses ajenos. La mayoría no puede simplemente ignorar las visiones de las minorías, argumentando que son intereses minoritarios. Esa actitud es tan irrespetuosa de la dignidad de los otros, que resulta poco defendible públicamente en una democracia. De esta manera, a la hora de tomar una decisión política, se tendrá como objetivo buscar un consenso entre todas las partes para definir la mejor opción en vez de someter el tema a votación, lo cual permite la posibilidad de la tiranía de la mayoría. Del mismo modo, la deliberación - sometida al principio de publicidad - obliga a presentar abiertamente las razones que sustentan la decisión adoptada, con lo cual ciertas motivaciones manifiestamente injustas quedan excluidas del debate político, precisamente por ser socialmente inaceptables. Por uno y otro motivo, la discusión pública estimula el desarrollo de cualidades democráticas importantes en los ciudadanos y en los líderes políticos, en especial la virtud de la imparcialidad, en la medida en que los obliga a ir más allá de sus intereses puramente personales.

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  2. ¿Por qué todos los partidos acaban igual de mal? ¿Por que todos los partidos acaban pareciéndose tanto?

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  3. Javier, lo que hace verdadera falta es una cooperativa de las ideas, y dejar a la política como un vicio del pasado que sólo aportó a la sociedad dolor y confrontaciones inútiles.
    Salud y libertad.

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  4. Hola amigos Nicolás o Rasputín. En el siguiente post doy respuesta a vuestras preguntas. El problema está en que hemos confundido democracia con policracia y las relaciones entre seres humanos en ambos modelos son diferentes. Un abrazote amigos.

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  5. Me parecen buenos los planteamientos; la cuestión que me preocupa es el funcionamiento. Llevo años intentándolo, pero siquiera he sido capaz de ponerlo en práctica en mi comunidad de vecinos. No quiero ser un aguafiestas, por el contrario, entré en Equo con una gran ilusión y sigo convencido que tenemos un escenario que hace urgente la puesta en práctica de una alternativa, en realidad no veo otra. Sugiero que construyamos el instrumento virtual, pero que éste se aplicara a situaciones concretas de forma que el municipio, el barrio, la comunidad de vecinos... fueran los resferentes a los que se aplicara la teoría y el campo en el que pudiéramos evaluar el funcionamiento de las mismas. Si os interesa la idea, puedo explicarla con más amplitud.

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