martes, 20 de mayo de 2008

Si no se suscita interés en el alumnado, el sistema educativo seguirá muerto

Hola estimado amigo cuyo nick es Plan de Refuerzo: Agradezco, entiendo y comparto las palabras que insertas como comentario en este blog, pues son bastante clarificadoras de la postura que mantienes.

Las que entendía y entiendo como contrarrestables son las siguientes que se publican en tu artículo "Educación Secundaria Obligatoria, un problema político" y que dicen: "La obligatoriedad perpetuada en el tiempo -con o sin itinerarios- no es educativa, sino creadora de ineptitud, vagancia, irresponsabilidad y mansedumbre, uniformadora de conciencias y transformadora de futuros ciudadanos en súbditos potenciales."

Siguiendo estas palabras y el conjunto de tu artículo da la impresión de querer soltar lastre por parte del profesorado, entendiendo por lastre al alumnado que no progresa en función a un modelo educativo que no se cuestiona y que muchos consideramos obsoleto, al menos para el 50% del alumnado que lo padece; así como para unos padres y madres de alumnos que ven duplicada su jornada laboral teniendo que asumir el rol de profesor/a para explicar lo divino y lo humano -y además no les pagan por ello, cosa que si acontece con los docentes implicados en el Plan de Refuerzo-, cuando no convertidos en unos meros verdugos voceadores que se pasan todo su tiempo en casa diciendo a sus hijos e hijas reiterada y periódicamente: estudia, estudia, estudia, estudia.

En un post anterior decía que Aristóteles solía decir que sólo hay fuerza motriz en el deseo. Por otra parte el mismo Aristóteles afirmaba que todo hombre, por naturaleza, desea saber. Cual es la razón por tanto por la que no se despliega esa fuerza motriz del deseo innato por saber en un porcentaje elevado de alumnos/as.

A esta afirmación de Aristóteles han sumado sus evidencias científicas multitud de investigadores. Es por ello que insisto, si está probado empíricamente que el deseo, la pasión por aprendizaje es algo innato en los seres humanos no necesitamos pues técnicas aversivas para que las personas adquieran conocimientos. No necesitamos pues del suspenso, existen otras formas de educar que colgando la etiqueta de fracasado al 30% de los alumnos de la ESO, al 48% de los alumnos de Bachillerato y al 50% de los alumnos de la Universidad.

El problema de la educación en España, es, más que político, estructural. La estructura del edificio educativo está en ruinas, desde la parte administrativa hasta la ilustrada del mismo. No obstante soy una persona optimista, como Charles Sanders Peirce soy un falibilista contrito, entiendo que cualquiera de nuestras actuales certidumbres puede revelarse como errónea; pero, aunque nos apoyemos en ellas, eso no impide el progreso del conocimiento; los errores, cualesquiera que sean, emergerán con el tiempo.

Mi apuesta es por abrir vías de diálogo entre la Administración Pública, los/as docentes, los padres y las madres de los alumnos, así como con el propio alumnado. Mi deseo es trabajar por diseñar un nuevo sistema educativo, en el que se forme y seleccione a su personal docente con dotes pedagógicas y didácticas contrastadas. En la que un profesor/a no sólo sepa muchas matemáticas, por ejemplo, sino que además tenga destrezas para enseñarlas, para trasmitirlas con entusiasmo a su alumnado, contagiando a la par ese entusiasmo por la materia a estos/as.

Si no existe entusiasmo, si no se suscita interés en el alumnado, el sistema educativo seguirá muerto.

Si para ello hay que buscar fórmulas alternativas e innovadoras, habrá que buscarlas; aunque sea fuera de la estructura convencional pública/privada actual. Si para ello hay que fomentar cooperativas de docentes con dotes pedagógicas a los que la Administración Pública ceda aulas y pague en función de resultados, habrá que hacerlo. Si para ello la Administración Pública tiene que dejar su sempiterna tendencia a burocratizar, su inveterada tendencia a enredar con formularios, impresos y demás maraña oficinesca, tendrá, ineludiblemente, que dejar de hacerlo para centrarse en fomentar la consecución de logros y resultados por parte del profesorado, potenciando a quienes esos éxitos alcancen con incrementos salariales, traslados, ascensos, etc...

Gracias estimado amigo cuyo nick es Plan de Refuerzo por posibilitar esta reflexión sobre algunos aspectos del sistema educativo actual.

Atentamente, Javier Caso Iglesias.

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