miércoles, 21 de mayo de 2008

Izquierda Unida, el chiki-chiki, la corona y el crucifijo

Andan algo revueltas las aguas de Izquierda Unidad en Cáceres. Los primeros en glosar su errática actuación ha sido el entorno del PSOE, que ha versionado, adaptando el chiki-chiki de Rodolfo Chikilicuatre colocándole una letra sarcástica que ha generado un revuelo de órdago en la blogosfera por sus explícitas connotaciones machistas. Connotaciones machistas, bueno es decirlo y difundirlo, que la propia canción original contiene.

Las polémicas han continuado con la petición de retirada del crucifijo del salón de plenos del ayuntamiento de Cáceres y la moción de IU -se unieron para proponer debatir la proposición al PP de Cáceres, curiosa cuestión esta por lo que al PP atañe- sobre el alcalde de Puerto Real que quiere "sentar en el banquillo" al Rey al que tilda de "crápula" y "deleznable".

Todo ello ha motivado el surgimiento en el seno de Izquierda Unida de una corriente crítica con la denominación de Espacio de Renovación y Progreso que lideran Enrique Navarro, Juan Francisco Luis, Ildefonso Calvo y Francisco José Bernal entre otros. Corriente crítica que muestra su sorpresa porque mientras se debaten proyectos como el AVE o el centro de ocio, se suscita una polémica por algo que no es prioritario para Cáceres porque "atañe a Puerto Real". Acusan al concejal de la formación, Santiago Pavón, de "ir por libre", tomar decisiones "de forma unilateral, sin deliberar con el consejo político ni dar la opción a que los adscritos al partido participen de ella", cuestionan su gestión como teniente de alcalde y al frente de Cultura donde "no hay un proyecto claro a pesar de que varios adscritos del partido presentaron propuestas", manifiestan la sensación de "bloqueo institucional" en el ayuntamiento de Cáceres, que en este tiempo "solo se han conseguido tímidos avances de progreso por parte del actual tripartito", así como que "Pavón no está cumpliendo con el programa electoral con el que nos comprometimos con los ciudadanos".

Cuando se dará cuenta IU que lo importante es la esencia de las cosas, cuando aprenderá a interpretar los símbolos como lo que son, cuando IU optará por remover las estructuras, dejando que las superestructuras caigan por su propio peso cuando adolezcan de cimientos. Lo estructural es la democracia interna, la democracia participativa; lo estructural es centrarse en las preocupaciones de la gente: generar empleo (no veo el impulso de proyectos creadores del mismo por parte de IU de Cáceres), vivienda digna para todos (tampoco aquí se visualizan actuaciones prácticas), educación (nada tampoco en el sentido de elaborar propuestas o fomentar debates sobre la debacle de la misma), etc... Sólo una estéril lucha contra los símbolos, contra las fantasmagorías.

Cuando IU entenderá que la monarquía, el crucifijo o el Chiki-Chiki son los símbolos que permiten identificar las relaciones sociales y de producción vigentes en la sociedad que les postcede, igual que una señal de curva peligrosa indica la realidad que a continuación de ella un conductor va a encontrarse. Si eliminamos las señales, sin haber cambiado la realidad de las cosas, lo único que podremos darnos es un apoteósico trompazo ante la misma. Le suena algo de esto a IU tras los últimos resultados electorales cosechados.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

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