miércoles, 27 de febrero de 2008

Modelo de coerción y conducta antisocial

Patterson elaboró el llamado modelo de coerción que intenta explicar como se va formando la conducta antisocial. Se refiere a la inadaptación que se produce desde edades tempranas y se desarrolla en cuatro etapas a cuyo conjunto se viene denominando como itinerario vital conducente a situaciones de exclusión.

Etapas de Patterson
En la familia: Prácticas educativas inadecuadas, donde el niño aprende a manipular a su familia. Sus conductas negativas tienen recompensa: escapar de algo negativo, u obtener algo agradable. Se agrava con la precariedad económica, familias desestructuradas, padres separados, etc.

En la escuela: Si las pautas familiares que deben ser la base de socialización del niño no han quedado bien interiorizadas, el niño carece de habilidades de interacción válidas para las nuevas situaciones, con lo cual es probable que sea rechazado por sus compañeros. Además no se ha de olvidar que si ha evitado tareas difíciles, le costará también desarrollar habilidades académicas.

Con los iguales desviados: En esta tercera etapa aparece el aprendizaje con los iguales desviados y el perfeccionamiento de habilidades antisociales. Cuando se sienta excluido por sus compañeros y viva el fracaso académico buscará relacionarse con individuos semejantes a él.

La edad adulta: En esta etapa, el autor afirma que se manifiestan dificultades para adquirir distintas habilidades y aprendizajes, que faciliten lograr un empleo estable. Esto favorece el desarrollo del proceso antisocial duradero.

Patterson no plantea que el fracaso en una etapa sea irreversible ni tampoco que se pasen por todas las etapas. Algunos individuos interrumpen dicho proceso por cualquier motivo.

En lo que sí pone mucho énfasis es en las experiencias disciplinarias dentro del seno familiar para impedir este proceso coercitivo. La adquisición, pues, de normas en la infancia favorecerá, qué duda cabe, el desarrollo positivo.

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