Aborda Guillermo Fernández Vara esta semana en su Blog el interesantísimo tema de la educación, de nuestra escuela. Para mi la escuela es unos de los ámbitos más determinantes y conformadores de la vida del ser humano. Comparto con mi admirado filósofo José Antonio Marina que "lo que no resuelva la educación tendrá que resolverlo la policía y los médicos".
En el sistema educativo lo que falla, como en todo sistema (el constitucional, el administrativo e incluso en el productivo), son las metodologías y el ámbito e intensidad de aplicación de esas metodologías, de esas didácticas.
Analicemos primero lo que tenemos ahora como sistema democrático, pues en este se incluyen todos los otros subsistemas (productivo, educativo, administrativo...). Nuestra democracia es una democracia institucional, política, esto es, ilustrada (mesocrática); y consecuencia de este modelo democrático elitista (por el lugar y la forma en la que se toman las decisiones, esto es, todo para el pueblo pero sin el pueblo), tenemos unas prácticas que generan exclusión institucional; Entiendo por exclusión institucional las consecuencias de nuestras prácticas: Fracaso escolar del 30%; Bajos índices de productividad; Precariedad; Mileurismo...
Estas son las consecuencias claras de cualquier tipo de democracia ilustrada. Consecuencias que sólo un modelo de Democracia Participativa puede corregir; pues sólo cuando hagamos todo entre todos porque es de todos conseguiremos una implicación activa de las personas en los asuntos que le atañen. A esto estamos abocados pues, como decía Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
En el sistema educativo lo que falla, como en todo sistema (el constitucional, el administrativo e incluso en el productivo), son las metodologías y el ámbito e intensidad de aplicación de esas metodologías, de esas didácticas.
Analicemos primero lo que tenemos ahora como sistema democrático, pues en este se incluyen todos los otros subsistemas (productivo, educativo, administrativo...). Nuestra democracia es una democracia institucional, política, esto es, ilustrada (mesocrática); y consecuencia de este modelo democrático elitista (por el lugar y la forma en la que se toman las decisiones, esto es, todo para el pueblo pero sin el pueblo), tenemos unas prácticas que generan exclusión institucional; Entiendo por exclusión institucional las consecuencias de nuestras prácticas: Fracaso escolar del 30%; Bajos índices de productividad; Precariedad; Mileurismo...
Estas son las consecuencias claras de cualquier tipo de democracia ilustrada. Consecuencias que sólo un modelo de Democracia Participativa puede corregir; pues sólo cuando hagamos todo entre todos porque es de todos conseguiremos una implicación activa de las personas en los asuntos que le atañen. A esto estamos abocados pues, como decía Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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