Hace unos días nos llegaba una reflexión de Fidel Castro sobre el aferramiento al poder, en concreto enunciaba sus causas. Lo hacía a través de un discurso suyo leído ante la Asamblea Nacional Cubana por el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón.
Decía Fidel que las causas de todo aferramiento al poder, incluso el suyo, son debidas a dos factores, uno es el exceso de juventud y el otro es la escasez de conciencia.
Expresa el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena, y buena es la dicha de Fidel Castro en la actualidad pues, desde hace un tiempo a esta parte y no sólo por motivos de salud, está tomando distancia del poder; una distancia del poder que significa madurez y seguridad.
Toma Fidel la senda desbrozada por el Sup Marcos de acompañar sin vanguardizar, seguro y maduro en que el destino del pueblo cubano será el que el mismo pueblo cubano determine y marque; seguro y maduro en que sus excesos de juventud y la escasez de conciencia han sido los excesos y las escaseces del pueblo cubano; seguro y maduro para comprender que esos excesos y escaseces son las mismas que tenemos y padecemos todos los que, como humanos que somos, siempre estamos aprendiendo como no se deben de hacer las cosas.
Seguro y maduro está Fidel en que nadie aprende por cabeza ajena y que el pueblo cubano, como el español, el ruso o el venezolano y todos los pueblos que habitan sobre la faz de la tierra, han de aprender, instruirse y ejercitarse, como el zapatista-mexicano, por sus propias experiencias; debiendo por tanto transformarse, cada integrante de esos pueblos, en su propio redentor.
La emancipación de un pueblo, de una clase social o de la propia humanidad ha de ser obra de ella misma y de no ser así no será. Los atajos terminan siempre por llevarnos al inicio del camino, a encontrarnos a un proletariado sujeto por dictadura, desposeído pues de los recursos y de las herramientas necesarias para su manumisión.
Esta obra al ser para todos ha de ser entre todos. Bien es verdad que esto lo sabemos ahora cuando el desarrollo de las fuerzas productivas lo hace evidente. Hasta ahora hacía evidente otras cosas que han sido las que en realidad han acontecido.
La historia Fidel te absolverá, como nos absolverá a todos, pues todos somos hijos de la circunstancia y nada más.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Decía Fidel que las causas de todo aferramiento al poder, incluso el suyo, son debidas a dos factores, uno es el exceso de juventud y el otro es la escasez de conciencia.
Expresa el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena, y buena es la dicha de Fidel Castro en la actualidad pues, desde hace un tiempo a esta parte y no sólo por motivos de salud, está tomando distancia del poder; una distancia del poder que significa madurez y seguridad.
Toma Fidel la senda desbrozada por el Sup Marcos de acompañar sin vanguardizar, seguro y maduro en que el destino del pueblo cubano será el que el mismo pueblo cubano determine y marque; seguro y maduro en que sus excesos de juventud y la escasez de conciencia han sido los excesos y las escaseces del pueblo cubano; seguro y maduro para comprender que esos excesos y escaseces son las mismas que tenemos y padecemos todos los que, como humanos que somos, siempre estamos aprendiendo como no se deben de hacer las cosas.
Seguro y maduro está Fidel en que nadie aprende por cabeza ajena y que el pueblo cubano, como el español, el ruso o el venezolano y todos los pueblos que habitan sobre la faz de la tierra, han de aprender, instruirse y ejercitarse, como el zapatista-mexicano, por sus propias experiencias; debiendo por tanto transformarse, cada integrante de esos pueblos, en su propio redentor.
La emancipación de un pueblo, de una clase social o de la propia humanidad ha de ser obra de ella misma y de no ser así no será. Los atajos terminan siempre por llevarnos al inicio del camino, a encontrarnos a un proletariado sujeto por dictadura, desposeído pues de los recursos y de las herramientas necesarias para su manumisión.
Esta obra al ser para todos ha de ser entre todos. Bien es verdad que esto lo sabemos ahora cuando el desarrollo de las fuerzas productivas lo hace evidente. Hasta ahora hacía evidente otras cosas que han sido las que en realidad han acontecido.
La historia Fidel te absolverá, como nos absolverá a todos, pues todos somos hijos de la circunstancia y nada más.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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