domingo, 23 de diciembre de 2007

Intervención desde la Pedagogía Social

Soy de los que creen que toda actividad que lleven a cabo los seres humanos, incluso la laboral, se ha de caracterizar por posibilitar su desarrollo integral, por reportarle unas vivencias personales de disfrute y satisfacción que incidan en su calidad de vida y que le produzcan un estado saludable y gratificante de bienestar físico, cognitivo y emocional.

Sólo desde este estado personal de bienestar podremos garantizar, con suficiencia, la eficacia y la productividad de nuestras acciones sociales y objetivos laborales.

El momento de desarrollo sociohistórico actual así claramente lo indica, una vez que las metodologías precarizadoras, alienantes, coactivas y aversivas de gestión de los recursos humanos han mostrado su absoluta y categórica impotencia para hacernos avanzar por una senda de progreso.

Un recurso de intervención que la Pedagogía Social nos ofrece en este sentido, y al objeto de posibilitar la potenciación de nuestras oportunidades, es el del trabajo en grupo.

El trabajo en grupo, por el sólo hecho de actuar en grupo, ya posibilita esas potencialidades y oportunidades, pues:
1.- Utiliza las ventajas del pensamiento en grupo. Es conocido el refrán que dice que dos cabezas piensan más que una, se supera así las limitaciones del pensamiento único.
2.- Aprovecha la diversidad de habilidades, pensamientos, emociones, experiencias previas de las personas que lo componen, más que marginar por las diferencias de estas personas.
3.- Favorece el aprendizaje de habilidades sociales, ya que cualquier situación de conflicto puede ser aprovechada positivamente para aprender a salir de ella.
4.- Facilita en proceso de socialización, al tener que aprender a respetar normas y reglas del propio grupo.
5.- Transmite el placer de trabajar en colaboración y cooperación, trabajo en equipo. Esta es una experiencia que al vivirla hace que experimentemos el placer de trabajar en grupo, experiencia que podemos transferir a todos los ámbitos de nuestra vida.
6.- Favorece la estructura del pensamiento, creando el hábito de organizar el pensamiento para conseguir un objetivo común a la hora de acometer la realización de tareas.
7.- Enriquece al tener que organizar cualquier acción teniendo en cuenta las posibilidades y limitaciones personales, y las posibilidades y potencialidades de los compañeros de grupo; pues un trabajo individual, en la mayoría de las ocasiones, contrapone y anula el esfuerzo de los demás. El trabajo en equipo, que supone trabajar y conocer a los demás, requiere un previo conocimiento y aceptación de sí mismo.
8.- Facilita el sentimiento gratificante de integración, de identificación, de pertenencia a un grupo de referencia.
9.- Y, sobre todo, se aprenden habilidades sociales, valores, actitudes positivas de convivencia, colaboración, respeto, diálogo, responsabilidad, sinceridad, afecto y empatía (posicionarse en el lugar del otro, comprendiendo su situación y valorando las circunstancias desde mi posición y la de la otra persona).

Espero que esta divulgación de las metodologías que desde la Pedagogía Social como ciencia se sustentan como las empíricamente más adecuadas, nos sirva para con profusión utilizarlas en el objetivo de posibilitar nuestro desarrollo integral como seres humanos, en el ámbito laboral incluido.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)

1 comentario:

  1. Felicitaciones por tu blog....no te rindas que no es imposible...segui trabajando por eso!!!!
    saludos desde:

    http://social-martinhem.blogspot.com/

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