Centra mi interés, en este proceso permanente y sostenido en el tiempo que nunca abandono de formación continua, el aprendizaje de valores con técnicas grupales.
Se me enseña, y yo con vosotros comparto, que a través de las actividades de grupo se pueden transmitir distintos aprendizajes, especialmente todo lo relacionado con el aprendizaje de habilidades sociales.
Así como que las habilidades sociales son un conjunto de actitudes y conductas que nos ayudan a salir positivamente de las diferentes situaciones de grupo o de relación social que se nos puedan plantear.
Se me reseña especialmente la importancia que tiene la asertividad y la empatía. Estos son los dos valores más destacables entre las habilidades sociales. Por asertividad entendemos la habilidad para decir lo que uno piensa sin desarrollar una conducta agresiva o sumisa ante los demás; y por empatía la capacidad que tiene una persona para ponerse en lugar de otra.
Nunca está de más recordar, al objeto de afianzar estos preciados conocimientos, la definición que Alberty y Emmons tienen de la asertividad como la conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los otros.
Espero ser siempre coherente y consecuente con estas ilustrativas enseñanzas que posibilitan expresar todo lo que uno siente y piensa con comodidad, desde la responsabilidad y la consideración de los otros, y rechazando desarrollar tanto la agresividad como la sumisión ante los demás; espero que vosotros me acompañéis también en este apasionante viaje de ejercitación permanente de nuestras habilidades sociales.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Se me enseña, y yo con vosotros comparto, que a través de las actividades de grupo se pueden transmitir distintos aprendizajes, especialmente todo lo relacionado con el aprendizaje de habilidades sociales.
Así como que las habilidades sociales son un conjunto de actitudes y conductas que nos ayudan a salir positivamente de las diferentes situaciones de grupo o de relación social que se nos puedan plantear.
Se me reseña especialmente la importancia que tiene la asertividad y la empatía. Estos son los dos valores más destacables entre las habilidades sociales. Por asertividad entendemos la habilidad para decir lo que uno piensa sin desarrollar una conducta agresiva o sumisa ante los demás; y por empatía la capacidad que tiene una persona para ponerse en lugar de otra.
Nunca está de más recordar, al objeto de afianzar estos preciados conocimientos, la definición que Alberty y Emmons tienen de la asertividad como la conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los otros.
Espero ser siempre coherente y consecuente con estas ilustrativas enseñanzas que posibilitan expresar todo lo que uno siente y piensa con comodidad, desde la responsabilidad y la consideración de los otros, y rechazando desarrollar tanto la agresividad como la sumisión ante los demás; espero que vosotros me acompañéis también en este apasionante viaje de ejercitación permanente de nuestras habilidades sociales.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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