lunes, 22 de enero de 2007

La dialéctica del devenir. Reflexiones sobre el pensamiento de Elizam Escobar.











El pensamiento de Marx y Nietzsche se puede sintetizar con dos frases lapidarias de estos autores: El "Yo odio a los dioses" de Marx y el "Dios ha muerto" de Nietzsche.

Dios: esto significa Dios, pero también todo aquello que, en rápida sucesión ha tratado de tomar su lugar, por ejemplo: la razón, la tradición, las creencias, la ideología, el nacionalismo, el estado, el partido, la historia, etc...

Esto es, todo aquello que no careciendo de valor, no tiene sin embargo ningún valor absoluto propio. En realidad, a donde se quiere llegar es al convencimiento de que no hay nada con lo que el ser humano pueda contar, nada de valor alguno más que aquel significado que se le da en un proceso infinito.

¿Qué sería, por tanto, el "nihilismo perfecto" de Nietzsche o la "dialéctica" de Marx? ¡Un mero humanismo! O el reconocimiento del hecho de que deprivado o liberado del ideal de algún sentido absoluto, concebido sobre el modelo de Dios (o de sus sinónimos: estado, partido, nación, tradición, creencias, ideología, etc...), de ahora en adelante el ser humano debe crear, por sí mismo, el mundo y darle sentido.

Ahora, la posibilidad de "salvación" dependerá de si somos capaces de destruir nuestros objetos de veneración; Dependerá de si terminamos de convencernos de que vale la pena la existencia de un "nuevo" mundo sin absolutos trascendentales y en continuo incesante devenir; Dependerá de si somos capaces de desligarnos de las ilusiones (desilusiones) que nos generan las propuestas de terminaciones que nos llevan a la confusión entre el fin relativo de una ideología/cultura en dominancia y el fin absoluto de toda cultura/ideología; Dependerá de si somos capaces de desligarnos, frente al vacío, del refugio en una fe irracional religiosa, idolátrica (llámese esta Dios, estado, nacionalismo, partido, historia, ideología, arte, metafísica, razón, o cualquier otro concepto o valor que sea transformado en fantasmagoría ilusa), y que no termina siendo más que una manifestación patológica de un ser humano que desconfía de sí mismo.

Marx y Nietzsche nos ofrecen sus modelos para un ser humano nuevo/superior en su desarrollo integral y pleno; sus estilos son polémicos, "arrogantes", sarcásticos: si Marx irónico expresó que él no era "marxista", Nietzsche sarcástico prefirió que lo tomaran por un "bufón" a que lo "santificaran".

Ambos se adelantaron por mucho a su época histórica y nos legaron una apabullante y demoledora crítica, así como un análisis valorativo de la historia y de las ideologías; y, similarmente, sus visiones del futuro han sido muchas veces unilateralmente desarrolladas como profetizaciones de carácter literario o reducidas a interpretaciones literarias.

Paráfrasis de Javier Caso.
http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=29773