Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
Las nuevas tecnologías, y un poquito de organización, permiten cosas impensables hace unos años. Por ejemplo, dar un toque de atención a aquellos partidos políticos que han dejado de representarnos para suplantarnos.
En este caso le ha ocurrido a Podemos, pero en cuando se ensaye la herramienta puede ser puesta en práctica con cualquier formación política que desencante a sus votantes.
Lo primero los mensajes en Twitter: 1.- "Me da por convertirme en votante fijo-discontinuo y publicitarlo en las redes sociales y se lía una a nivel nacional impresionante". 2.- "Parece que, a partir de ahora, van a aparecer más votantes fijos-discontinuos. ¡¡¡Que vayan tomando nota nuestros políticos!!!"
Y segundo, estas son las consecuencias del voto fijo-discontinuo expresada en algunos titulares de prensa que recogen la noticia del día:
"El misterio de los 1,2 millones de votos de izquierda desaparecidos"
"Podemos, aún noqueado, reconoce que no sabe qué ha pasado"
"¿A dónde se ha ido el millón de votos perdidos por Unidos Podemos?"
"La suma Unidos Podemos pierde más de un millón de votos"
"Las fuerzas de Unidos Podemos pierden más de un millón de votantes respecto al 20D"
"Podemos pierde más de un millón de votos pese a la coalición con Izquierda Unida"
"GAD3 y Sigma Dos achacan el 'fallo' de las encuestas a la abstención de un millón de votantes de Podemos"
Como respuesta a esta realidad, Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, ha señalado que "todos los sondeos y los analistas políticos se han equivocado durante las últimas semanas. No sólo Podemos".
También convendría recordar a Pablo Echenique que otros ya lo habíamos previsto. Y como prueba de ello no tiene más que abrir el propio Pablo Echenique su correo-e y seguro que encuentra alguna comunicación mia en la que le anticipo esto que ha ocurrido.
Por otra parte sería positivo, como hace Arsenio Escolar, director editorial de 20 minutos, hacerse preguntas sobre las razones que han podido originar este comportamiento, este toque de atención en masa, de un nutrido grupo (más de un millón) de votantes de Podemos: "¿Será simplemente que la abstención ha cambiado de zona ideológica, y que en diciembre pasado se abstuvo mucho la derecha y ayer se abstuvo mucho la izquierda? Nos lo dirá la postelectoral del CIS, pero probablemente ya será pasado el verano… Y si así fuera, ¿por qué? Los abstencionistas de derechas de diciembre, probablemente por castigar al PP de la corrupción y los recortes. ¿Y los abstencionistas de izquierdas de ayer? ¿Por cansancio, por desidia, por vértigo y miedo tras el brexit y el apocalipsis que relataban algunos medios, por reacción indignada a lo mal que gestionó la izquierda -Pedro Sánchez y sobre todo Pablo Iglesias, que es el que más votos pierde- la oportunidad de marzo pasado de sacar a Rajoy de la Moncloa…?"
Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, ha realizado, el día después de las elecciones generales del 26-J, una dura crítica al partido morado. Una crítica que sirve como respuesta a las preguntas que están surgiendo sobre esa pérdida de más de un millón de votos. Monedero ha afirmado que "no basta hacer un discurso hueco, adornado con una labia simpar y embellecido con el oropel de las televisiones si no planteas una alternativa clara", a lo cual ha añadido que "a Podemos le falta calle (...), movilización popular, identificarse en los problemas sociales, con los estudiantes, con los dependientes, con las mareas, con los autónomos, con los damnificados de las multinacionales". "A Podemos le hace falta ser menos brillante en la televisión -ya lo es de sobra- y ser más útil a la gente en la calle".
Por mi parte añadiría que Podemos debe de retornar a sus orígenes y recuperar la creencia en la democracia (y que vuelvo a insistir en no confundir con poliarquía, pues son cosas diferentes), tanto interna como en relación con la ciudadanía; y, tras ello, dotarse de mecanismos eficaces para ejercerla. Así como equipos de trabajo comprometidos con este objetivo y no tanto con el de buscarse y garantizarse un estatus personal y una mamandurria. Si esto no es así en las próximas elecciones autonómicas y municipales Podemos puede recibir otro severo tirón de orejas electoral.
Las nuevas tecnologías, y un poquito de organización, permiten cosas impensables hace unos años. Por ejemplo, dar un toque de atención a aquellos partidos políticos que han dejado de representarnos para suplantarnos.
En este caso le ha ocurrido a Podemos, pero en cuando se ensaye la herramienta puede ser puesta en práctica con cualquier formación política que desencante a sus votantes.
Lo primero los mensajes en Twitter: 1.- "Me da por convertirme en votante fijo-discontinuo y publicitarlo en las redes sociales y se lía una a nivel nacional impresionante". 2.- "Parece que, a partir de ahora, van a aparecer más votantes fijos-discontinuos. ¡¡¡Que vayan tomando nota nuestros políticos!!!"
Y segundo, estas son las consecuencias del voto fijo-discontinuo expresada en algunos titulares de prensa que recogen la noticia del día:
"El misterio de los 1,2 millones de votos de izquierda desaparecidos"
"Podemos, aún noqueado, reconoce que no sabe qué ha pasado"
"¿A dónde se ha ido el millón de votos perdidos por Unidos Podemos?"
"La suma Unidos Podemos pierde más de un millón de votos"
"Las fuerzas de Unidos Podemos pierden más de un millón de votantes respecto al 20D"
"Podemos pierde más de un millón de votos pese a la coalición con Izquierda Unida"
"GAD3 y Sigma Dos achacan el 'fallo' de las encuestas a la abstención de un millón de votantes de Podemos"
Como respuesta a esta realidad, Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, ha señalado que "todos los sondeos y los analistas políticos se han equivocado durante las últimas semanas. No sólo Podemos".
También convendría recordar a Pablo Echenique que otros ya lo habíamos previsto. Y como prueba de ello no tiene más que abrir el propio Pablo Echenique su correo-e y seguro que encuentra alguna comunicación mia en la que le anticipo esto que ha ocurrido.
Por otra parte sería positivo, como hace Arsenio Escolar, director editorial de 20 minutos, hacerse preguntas sobre las razones que han podido originar este comportamiento, este toque de atención en masa, de un nutrido grupo (más de un millón) de votantes de Podemos: "¿Será simplemente que la abstención ha cambiado de zona ideológica, y que en diciembre pasado se abstuvo mucho la derecha y ayer se abstuvo mucho la izquierda? Nos lo dirá la postelectoral del CIS, pero probablemente ya será pasado el verano… Y si así fuera, ¿por qué? Los abstencionistas de derechas de diciembre, probablemente por castigar al PP de la corrupción y los recortes. ¿Y los abstencionistas de izquierdas de ayer? ¿Por cansancio, por desidia, por vértigo y miedo tras el brexit y el apocalipsis que relataban algunos medios, por reacción indignada a lo mal que gestionó la izquierda -Pedro Sánchez y sobre todo Pablo Iglesias, que es el que más votos pierde- la oportunidad de marzo pasado de sacar a Rajoy de la Moncloa…?"
Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, ha realizado, el día después de las elecciones generales del 26-J, una dura crítica al partido morado. Una crítica que sirve como respuesta a las preguntas que están surgiendo sobre esa pérdida de más de un millón de votos. Monedero ha afirmado que "no basta hacer un discurso hueco, adornado con una labia simpar y embellecido con el oropel de las televisiones si no planteas una alternativa clara", a lo cual ha añadido que "a Podemos le falta calle (...), movilización popular, identificarse en los problemas sociales, con los estudiantes, con los dependientes, con las mareas, con los autónomos, con los damnificados de las multinacionales". "A Podemos le hace falta ser menos brillante en la televisión -ya lo es de sobra- y ser más útil a la gente en la calle".
Por mi parte añadiría que Podemos debe de retornar a sus orígenes y recuperar la creencia en la democracia (y que vuelvo a insistir en no confundir con poliarquía, pues son cosas diferentes), tanto interna como en relación con la ciudadanía; y, tras ello, dotarse de mecanismos eficaces para ejercerla. Así como equipos de trabajo comprometidos con este objetivo y no tanto con el de buscarse y garantizarse un estatus personal y una mamandurria. Si esto no es así en las próximas elecciones autonómicas y municipales Podemos puede recibir otro severo tirón de orejas electoral.
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