Un buen artículo escribe Pedro Fresco en su blog La república heterodoxa que titula "Pablo Iglesias, acorralado" (http://goo.gl/ik7FVp). Destaco de este artículo los siguientes cuatro párrafos que recomiendo leer con atención:
"Después de las elecciones municipales y autonómicas y de ver cómo las candidaturas de unidad popular 'reales' (no las marcas blancas de Podemos) habían sacado excelentes resultados en muchas de las principales ciudades del país (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Alicante), había mucho interés en ver cómo se había interpretado el resultado en Podemos. El éxito de estas candidaturas no era solo de Podemos, sin embargo sí se consideraban todas ellas próximas a ese partido y sin duda Podemos ha sabido capitalizar esto. Con un escaso 15% a nivel autonómico, un resultado discreto, los dirigentes de Podemos salían sonrientes gracias a los resultados de las grandes capitales, mientras sus rivales han intentado volver a activar la espiral del miedo. El efecto estaba conseguido."
"Sin embargo en el análisis de los principales dirigentes de la formación se veía un atisbo de irrealidad. Sin querer atribuirse todo el mérito de las victorias en las grandes ciudades, sí que se veía que hacían un pupurri de todo, que no segregaban las candidaturas de confluencia reales de sus marcas blancas y que parecían entender que el resultado avalaba su estrategia. Preguntados por la posibilidad de hacer una candidatura similar para las generales, tanto Iglesias como Errejón han perseverado en la idea de presentarse con la marca Podemos, eso sí, abierta a otras fuerzas."
"Tengo la sensación de que en Podemos no se pueden creer el análisis que han hecho. Plantear que Podemos sea la alternativa en unas elecciones generales cuando partidos instrumentales como Ahora Madrid o Barcelona en Comú han sacado esos resultados no parece que tenga sustento con los datos en la mano. He oído justificaciones de que a nivel municipal hay mucha gente que hace política y que por tanto las candidaturas locales debían ser plurales, pero que a nivel de una política a más alto nivel el concurrir con un partido 'tradicional' era lo mejor. La verdad es que esa idea es absurda y no hay nada que indique que una coalición amplia no sea una buena idea para las generales."
"De hecho simplemente el propio sistema electoral justificaría hacer una candidatura de unidad. En España hay 25 provincias que aportan entre 2 y 5 escaños al congreso y no llegar a los albores del 20% de los votos te evita sacar representación en cualquiera de ellas, potenciando además a la primera fuerza de cada circunscripción. Por como está hecho nuestro sistema electoral, son esos escaños los que decides si puedes gobernar o no, o si eres una fuerza relevante a nivel estatal o no. La diferencia de escaños de una fuerza que saque el 19% de los votos a otra que saque el 25% podría ser fácilmente duplicar escaños, eso hay que tenerlo muy en cuenta."
"Después de las elecciones municipales y autonómicas y de ver cómo las candidaturas de unidad popular 'reales' (no las marcas blancas de Podemos) habían sacado excelentes resultados en muchas de las principales ciudades del país (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Alicante), había mucho interés en ver cómo se había interpretado el resultado en Podemos. El éxito de estas candidaturas no era solo de Podemos, sin embargo sí se consideraban todas ellas próximas a ese partido y sin duda Podemos ha sabido capitalizar esto. Con un escaso 15% a nivel autonómico, un resultado discreto, los dirigentes de Podemos salían sonrientes gracias a los resultados de las grandes capitales, mientras sus rivales han intentado volver a activar la espiral del miedo. El efecto estaba conseguido."
"Sin embargo en el análisis de los principales dirigentes de la formación se veía un atisbo de irrealidad. Sin querer atribuirse todo el mérito de las victorias en las grandes ciudades, sí que se veía que hacían un pupurri de todo, que no segregaban las candidaturas de confluencia reales de sus marcas blancas y que parecían entender que el resultado avalaba su estrategia. Preguntados por la posibilidad de hacer una candidatura similar para las generales, tanto Iglesias como Errejón han perseverado en la idea de presentarse con la marca Podemos, eso sí, abierta a otras fuerzas."
"Tengo la sensación de que en Podemos no se pueden creer el análisis que han hecho. Plantear que Podemos sea la alternativa en unas elecciones generales cuando partidos instrumentales como Ahora Madrid o Barcelona en Comú han sacado esos resultados no parece que tenga sustento con los datos en la mano. He oído justificaciones de que a nivel municipal hay mucha gente que hace política y que por tanto las candidaturas locales debían ser plurales, pero que a nivel de una política a más alto nivel el concurrir con un partido 'tradicional' era lo mejor. La verdad es que esa idea es absurda y no hay nada que indique que una coalición amplia no sea una buena idea para las generales."
"De hecho simplemente el propio sistema electoral justificaría hacer una candidatura de unidad. En España hay 25 provincias que aportan entre 2 y 5 escaños al congreso y no llegar a los albores del 20% de los votos te evita sacar representación en cualquiera de ellas, potenciando además a la primera fuerza de cada circunscripción. Por como está hecho nuestro sistema electoral, son esos escaños los que decides si puedes gobernar o no, o si eres una fuerza relevante a nivel estatal o no. La diferencia de escaños de una fuerza que saque el 19% de los votos a otra que saque el 25% podría ser fácilmente duplicar escaños, eso hay que tenerlo muy en cuenta."
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